Coaching empresarial: ¿Una «moda» necesaria?, por David Somoza Mosquera
Twitter: @DavidSomozaM
La gerencia moderna ha atravesado un sinfín de cambios –recientemente potenciados por la pandemia– con el propósito de diseñar métodos más efectivos para el manejo de las empresas. Atrás han ido quedando los modelos rígidos y se ha dado paso a una mayor flexibilidad. Dentro de ese esquema destaca el interés cada vez mayor por impulsar el desarrollo del capital humano desde una óptica integral.
Así que en toda empresa uno de los objetivos principales debería ser obtener, precisamente, el mayor rendimiento de su personal y una de las herramientas para concretar esa misión es el coaching por las posibilidades que le brinda a la organización.
Utilizar esta técnica genera múltiples beneficios tanto a nivel personal como en el ámbito corporativo: ayuda a las compañías a desplegar el potencial de las personas y los equipos.
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Sin embargo, si bien se le considera una tendencia de «moda» –palabra con la que se le suele asociar por el auge que ha girado en torno a ello– en el mundo empresarial, todavía persiste una gran confusión acerca de lo que realmente es coaching y por qué resulta una herramienta necesaria para las empresas, sus líderes y empleados.
Para empezar, aclararemos lo que no es coaching, ya que con frecuencia se desconoce cuál es realmente su radio de acción. En primer lugar, no se trata de una consultoría, la cual se basa en realizar análisis específicos para dar las respuestas que necesita la empresa para resolver un determinado problema. Tampoco son cursos de auto ayuda personal, como se suele creer.
Entonces, ¿qué es coaching? Es una metodología de trabajo que tiene como finalidad lograr el máximo desarrollo personal y profesional de las personas, a través de un proceso de aprendizaje que promueve cambios conductuales, emocionales y de actitud, los cuales le permitirán mejorar sus niveles de rendimiento y desempeño. Y allí radica claramente su importancia.
En el caso concreto de los lideres y ejecutivos, mediante el coaching –como bien señala el portal Capacitarte– pueden mejorar su efectividad personal, intensificar el desempeño grupal, ayudar a manejar adecuadamente situaciones conflictivas, motivar a las personas en forma individual o grupal, formarlos para asumir mayores responsabilidades, mejorar el liderazgo personal y para gestionar cambios.
Podríamos seguir enumerando los beneficios, pero lo que también queda claro es que la presencia de un coach en el ámbito empresarial podría ser una muy buena inversión para las compañías con visión de crecimiento. Las mismas que están comprendiendo la necesidad de sacar el mayor partido a su talento humano para potenciar la productividad y competitividad.
Y ante la pregunta: ¿el coaching empresarial es una «moda» necesaria? La respuesta es que más bien se trata de una herramienta necesaria en pro de las empresas y sus empleados.
David Somoza Mosquera es especialista en temas de negocios y manejo de capital humano.
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