Consultora calcula que hasta un 25% de las empresas privadas pagan salarios en dólares
Para una gran parte del sector privado, los aumentos del salario mínimo legal ya no son una preocupación, debido a que contemplan retribuciones superiores para sus empleados antes de que el Gobierno decrete el ajuste
La Asociación Venezolana de Gestión Humana (AVGH) y la consultora empresarial Conestructuras presentarán el próximo 18 de julio su 25° Encuesta Nacional de Salarios, un estudio que sondea las prácticas que desarrollan las empresas para pagar salarios a sus empleados en un contexto hiperinflacionario.
Desde 2008 han realizado mediciones que observan el mercado de las empresas e intentan determinar las prospectivas empresariales, las prácticas reales que ponen en práctica actualmente y las consecuencias que han generado. En esta oportunidad se presentan los resultados del primer semestre del año, con 135 compañías medidas.
El presidente de Conestructuras, Raúl Briceño, señaló a TalCual que las empresas empezaron a tomar alternativas cumplir con las responsabilidades salariales de sus empleados. “Identificamos el comportamiento salarial de pagos alternativos en moneda dura y una estructura de beneficios”, explicó.
Según la encuesta realizada, hasta un 25% de las empresas pagan actualmente a sus empleados con moneda dura, principalmente a través de la figura de bonos y otras retribuciones extrasalariales.
“Si hablamos del mercado general, yo creo que el 18% de las empresas participan en esta tendencia de manera estructurada. Podría llegar al 25% si se incluyen las empresas que lo hacen de forma medio estructurada”, agregó.
El experto expuso que la manera en la que se emite estos pagos varía en función de las condiciones legales y la naturaleza de la empresa. Generalmente, las que otorgan algún tipo de bonificación en moneda dura, son aquellas que generan ingresos directamente en divisas o que mantienen bienes o servicios en bolívares según el precio del dólar.
“Veo difícil que una empresa que vende productos regulados ofrezca algún pago en dólares, deben acudir a otro tipo de bonificaciones”, indicó.
Los bonos adicionales a los exigidos por la ley son otra figura que ha adquirido presencia en las empresas. Briceño argumenta que estos pagos tienen una figura sicológica positiva para los empleados, ya que se percibe como algo adicional a sus ingresos. “El 100% de las empresas encuestadas aseguran que otorgan un bono adicional al legal y no conocemos a nadie que se queje del monto otorgado en estos bonos”, acotó.
El peso de la hiperinflación
Sobrellevar el fenómeno hiperinflacionario ha creado una nueva realidad para la empresa privada en Venezuela. Muchos métodos y prácticas organizacionales que se realizaban en años recientes, han quedado obsoletos e insostenibles ante un brazo laboral que necesita respuesta para poder sobrevivir.
Las empresas, preocupadas por un posible éxodo de sus trabajadores, han tenido que adaptarse a esta nueva realidad completamente desconocida para ellas.
El estudio detectó un desconocimiento o no reconocimiento de la realidad hiperinflacionaria por parte de las empresas. Muchas realizan incrementos porcentuales acorde con el alza en la cesta básica; sin embargo, es una práctica alejada de la realidad y de las necesidades de los empleados.
“La gente necesita montos muy importantes para poder satisfacer sus compras inmediatas. Aunque los porcentajes parecen acompañar al mercado, eso no se refleja en los montos en bolívares cuando el empleado va al mercado a hacer sus compras. Debemos alertar sobre cómo hacer el adecuado seguimiento”, advirtió Briceño.
Indiferencia ante el salario mínimo
A pesar de esta resistencia a la hora de hacer ciertos incrementos internos en las empresas, las empresas no sienten ningún riesgo cuando el Gobierno decreta un aumento del salario mínimo, ya que casi la totalidad de sus nóminas cobra un sueldo superior al exigido por la ley.
En este sentido, asegura que la mayor parte de los empleados del sector privado percibe un salario superior al mínimo. De hecho, la encuesta revela que alrededor de un 15% de los trabajadores en las compañías estudiadas tendrían este ingreso.
“Nuestras encuestas señalan que en los últimos tres incrementos salariales a las empresas ni siquiera les ha preocupado”, destaca el experto.
El cambio de dogmas en tan solo seis meses de hiperinflación prueban que el sector privado tendrá que adquirir herramientas para sobrellevar la situación y retener a sus empleados, ante un panorama que asoma cada vez más dificultades para mantener operaciones en el país.