Contagiarse por culpa del gobierno, una posibilidad en los centros de aislamiento
A juicio del médico Huniades Urbina, si una persona ha dado positivo para el covid-19 y es asintomático lo que debe esperar es presentar algún síntoma asociado con la enfermedad, como puede pasar que no manifieste ninguno, por lo que debe permanecer en aislamiento domiciliar.
Cuarenta días, más de 960 horas. Este fue el tiempo que pasó Mary Molina* en las instalaciones de la sede de la Universidad Nacional de la Seguridad (UNES) en el estado Zulia, lugar que actualmente funciona como uno de los 18 Puestos de Atención Social Integral (PASI) dispuestos en la entidad para darle cumplimiento a la medida de cuarentena para los connacionales retornados.
Según las declaraciones del gobernador del estado Zulia, Omar Prieto, los venezolanos que retornen al país deberían pasar entre 17 y 20 días en los centros de aislamiento, en un intento por controlar los casos positivos de covid-19 que ingresen al país a través de las fronteras.
“En los PASI teníamos la obligación de tenerlos 14 días, ahora serán 17, 18 y posiblemente 20 días, y es obligatorio que se tiene que estar no menos de 17 días en los PASI, porque el virus se aloja en el cuerpo y a veces pasa 15 días sin ser detectado”, fueron entonces las palabras de Prieto durante una de sus acostumbradas ruedas de prensa.
Durante los primeros meses del año y antes de la llegada a la región del virus que genera la covid-19, Mary Molina* había pedido sus vacaciones como médico en las misiones del Estado, para viajar a Perú y visitar a su hijo mayor, a quien no veía desde que emigró.
Estando en el país andino decretaron la cuarentena y con ella el cierre de los pasos fronterizos, lo que generó desespero en esta venezolana, quien no solo debía volver por su trabajo, sino porque había dejado en su casa en el estado La Guaira a su padre a su hijo menor.
Como otros tantos venezolanos Molina se lanzó a la aventura de regresar caminando, y entre una “cola y otra” logró llegar el 9 de julio a la frontera de Paraguachón, en el estado Zulia.
“La primera prueba me la hicieron en la raya” cuenta, al hacer referencia al primer test de diagnóstico rápido para covid-19 que le hicieron al tocar suelo venezolano. Luego de ingresar al país fue llevado a la sede de la UNES, donde permaneció al menos 40 días, expuesta al contagio no solo de covid-19 sino de otras enfermedades.
Ella fue asignada en una especie de habitación dentro del PASI para el que la habían asignado, junto a otras 19 personas, todos dormía en literas.
Molina asegura que en el espacio habían no menos de 200 personas, y para todas ellas había un solo baño que debían compartir para hacer sus necesidades y todos debían bañarse en horas de la mañana, único momento del día en el que había suministro seguro de agua.
“El 21 de julio me hicieron la prueba del hisopo por la nariz, en esa también salí negativo, pero el que dormía en la cama de arriba dio positivo a la prueba rápida y lo sacaron de ahí”, cuenta, al aclarar que ya para ese momento el aislamiento de esa persona no importa, puesto que por varios días estuvieron todos juntos como para contagiarse. Y no fue él el único que dio positivo.
“Lo llevaron a un hotel donde estuvo varios días y luego me escribió que ya le habían dado de alta, a pesar de eso yo seguía aquí”, dice Molina, al recordar que para el 9 de agosto quien había sido su compañero de cuarto y había dado positivo al diagnóstico de covid-19, ya se encontraba en su lugar de destino, mientras ella cumplía un mes ahí.
Asintomáticos en aislamiento domiciliario
El presidente de la Sociedad Venezolana de Pediatría y Puericultura, Huniades Urbina, reitera que los pacientes que ya hayan dado positivo para covid-19 y no presente síntomas deberían permanece en aislamiento domiciliario, evitando así el colapso de los centros de salud.
Es así como explica que una vez una persona haya resultado positivo a la prueba rápida, se debería hacer de manera inmediata una prueba PCR para confirmar el diagnóstico. “Cuando se empieza a meter a todo el mundo en un espacio luego de los resultados de la prueba rápida, pudieses estarse aglomerando no solo pacientes con coronavirus, sino con H1N1 y hasta dengue”.
Sobre todo, en el caso de los niños, estos deberían estar en su casa bajo las medidas de protección, porque en particular no suelen presentar síntomas o de ser así son síntomas leves.
Pero esta no es la historia que vivió Mary Molina. En el centro de donde estuvo había todo menos aislamiento, pues asegura que estaban niños, jóvenes y adultos mayores “todos revueltos unos con otros y sálvese quien pueda”.
Sus conocimientos como médico comunitario le decían que todo en aquel lugar estaba mal, en el sitio había un ambulatorio, sin embargo, en este pequeño espacio no contaba con tensiómetro o nebulizador, ni siquiera con un medicamento para el dolor de cabeza o cualquier malestar.
“Yo soy hipertensa y se me acabaron las pastillas estando allá, por eso me tomé la situación con calma” dice al relatar aquellos momentos en los que estaba lejos de su casa.
Debido al confinamiento en este lugar, en el que las personas no contaban con nada para recrearse, muchos adultos y niños optaban por salir de sus habitaciones y jugar en el patio, por lo que los funcionarios decían “que no íbamos a salir nunca de ahí si no nos manteníamos en las habitaciones. Pero estas eran actividades que en muchas oportunidades ellos promovían, con bailoterapias y hasta colchones inflables», recuerda.
“Un día hicieron una protesta en el comedor y nos dijeron: si quieren se van, la puerta está abierta para que pierdan todos los beneficios. Nos preguntamos ¿cuáles beneficios?”.
Fue la semana del 17 de agosto cuando Mary Molina finalmente volvió a su casa en La Guaira, pero describe estar experiencia como estar “presa en un refugio”.
A juicio del médico Huniades Urbina, si una persona ha dado positivo para el covid-19 y es asintomático lo que debe esperar es presentar algún síntoma asociado con la enfermedad, como puede pasar que no manifieste ninguno.
Sin embargo, considera que “si está en un ambiente dónde hay mucha carga viral, porque la gente está tosiendo, porque están metiendo a cinco personas en un cuarto, sin una ventilación adecuada, mientras más cantidad de virus haya en el ambiente, más oportunidad tienen de entrar al organismo y a lo mejor con una cantidad de virus pueden desarrollar la sintomatología, ese es el problema».
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Además, explica que cuando una persona acude a hacerse la prueba es porque “algo está teniendo, y cuando tú prueba da positiva, ya tiene rato circulando el virus en tu casa, entonces eso es falso de que ‘Ay no, yo (Estado) me lo llevé para evitar el contagio familiar’, ya la gente que se iba a contaminar se contagió, porque todas las enfermedades tienen el ingreso del germen de esa bacteria, virus u hongo, tiene un período ventana, que sería mientras haces la sintomatología o su examen queda positivo, pero ya tú tienes rato inseminando el virus o bacteria en tu núcleo familiar, entonces es una conducta que no está adecuada a la norma”.
(*) Nombre ficticio para evitar represalias en su sitio de trabajo