Debate «agroideológico» entre Elías Jaua y Wilmar Castro Soteldo
La producción agroindustrial del país va al mismo ritmo que la del resto de los sectores: palo abajo. La causa de ello es evidente: el modelo chavista de estatizar la economía solo ha logrado reducir la producción y la productividad en todo. Hasta Pdvsa está en esa situación.
El camp0 no escapa a ello. Por allí pasó nuestro Atila tropical, Elías Jaua, quien fue ministro de Agricultura y «sembró» -abonado por su guía Hugo Chávez- las semillas para que la agricultura venezolana esté prácticamente arruinada.
En la actualidad se está produciendo un «debate» entre Jaua y el actual ministro Wilmer Castro Soteldo. El primero defiende el modelo que nos trajo a donde estamos. El segundo parece que quiere darle un giro, aunque no lo tenemos del todo claro.
La razón es que en el municipio Esteller del estado Portuguesa, la empresa Arroz del Alba fue entregada al capital privado para su manejo. La decisión molestó a un grupo de comuneros, quienes la tomaron e hicieron algunas preguntas que a alguien debieron molestar, pues tienen 60 días presos.
Querían, según Jaua, «Que se respete la propiedad social», para comenzar, y explicaciones sobre «las condiciones legales bajo las cuales se entregaron activos nacionales a un privado, que se garantice la estabilidad y condiciones laborales de los trabajadores y trabajadoras, que se reciba la producción de arroz de la zona, que un porcentaje de la distribución sea vendido en la comunidad. Nada de lo cual cumple en este momento el operador capitalista».
Soteldo asegura que la empresa estaba improductiva, lo que es 100% seguro, ya que era manejada por el chavismo, pero el actual ministro, en su defensa, dice que había solicitado que le entregaran dicha empresa para ponerla a producir, «pero que por algunas razones no se la entregaron». ¿’Quién decide la entrega de las empresas en este gobierno? ¿Con cuáles criterios?
Lo más grave de todo es que en dicha empresa había un busto del difunto «eterno», el cual fue «desalojado», lo que sin duda representa una afrenta contrarrevolucionaria. Que la empresa procese arroz ahora es secundario, lo más importante es que restituyan el busto del prócer de Sabaneta, principalísimo responsable del empobrecimiento del país.