En Vargas el turismo no esperó por Maduro y lleva rato operando sin problemas
Desde el 10 de octubre, Galipán reabrió sus puertas al turismo como un plan piloto que nunca se informó a la población. Bajo ciertas condiciones, y sólo durante las semanas de cuarentena no radical, las posadas fueron autorizadas a operar al 50% de su capacidad
El turismo venezolano tiene años en crisis. Servicios básicos deficientes y poca movilidad por la escasez de gasolina hicieron del 2019 uno de los peores años de las últimas dos décadas, cuando la industria reportó un 30% la caída de la oferta de productos y servicios. Así que, con la llegada del coronavirus, sólo se acrecentaron las carencias del sector.
Según el Consejo Superior de Turismo (Conseturismo), desde que se decretó la cuarentena el 16 de marzo, 15.000 prestadores de servicios turísticos, entiéndase posadas, balnearios, agencias de turismo, etc, que se traducen en 300.000 empleos directos y 1.000.000 indirectos, tuvieron que cesar sus operaciones. Por casi nueve meses las empresas dedicadas al turismo en Venezuela estuvieron asfixiadas tras la caída de ingresos; situación que impulsó a muchos prestadores, aún bajo riesgo y sin autorización alguna, a reabrir al público de forma solapada y a medias, ello con la intención de tener una bocanada de aire fresco.
Leudo González, presidente de Conseturismo, pidió en reiteradas ocasiones que se permitiera abrir parques y playas de forma controlada durante las semanas de flexibilización, pero no fue sino hasta el 18 de octubre cuando el gobierno de Nicolás Maduro dio a los operadores turísticos una respuesta concreta sobre su rumbo, razón por la que, antes de que se hicieran anuncios oficiales, posadas de todo el país empezaron a recibir a clientes nuevamente. Una de ellas está ubicada en el pueblo costero de Caruao, en el litoral central, hasta donde José Martínez fue a celebrar su cumpleaños el pasado 21 de agosto.
A pesar de que para ese entonces las restricciones de movilización entre estados eran mucho más severas, Martínez indicó que los dueños del lugar le enviaron un transporte hasta su casa, en Altamira, Caracas, y en toda la vía no le pidieron requisito alguno que justificara su salida de la capital a otra entidad. No fue sino hasta que casi llegaba a su destino cuando hicieron una revisión de la camioneta en la que viajaba.
«En el puesto de la Guardia Nacional que estaba ahí en los Caracas, aunque estaba complicado, al decir que íbamos a la posada nos dejaron pasar. Creo que hay algún tipo de acuerdo entre los dueños y esa gente», comentó Martínez, quien viajó con su esposa e hija.
El caraqueño sólo estuvo tres días en ese hotel, y afirma que en comparación con las anteriores veces que estuvo en el recinto, en esa oportunidad la cantidad de visitantes era menor, ello debido a que se limitó el número de huéspedes a fin de evitar aglomeraciones. Comenta que «en las zonas de comida, sí había jaboncito, alcohol, y lo básico, pero la gente no usaba tapabocas porque era un ambiente mucho más playero».
En Las Salinas, al oeste de Vargas, la posada Casa Blanca no dejó de trabajar en cuarentena. Kisberlin Segovia, quien fue al lugar el fin de semana del 9 de octubre, aseguró que cualquiera puede llegar hasta allá sin ningún problema y que esa, al igual que muchas posadas de la zona, están abiertas.
La joven indicó que sólo usaban el tapabocas para entrar, pero una vez en las instalaciones se olvidaban de la protección. Contó además que le costó conseguir cupo, porque hasta diciembre las reservaciones estaban copadas.
Full days en cuarentena
Así se fueron abriendo muchos de los locales en Vargas, pero aún «en secreto» hasta que, como un efecto en cadena, muchas agencias de turismo empezaron a ofrecer sus full days durante los fines de semana de cuarentena flexible. Con viajes hacia Chichiriviche de la Costa, Chuspa y otras playas guaireñas, desde principios de octubre empezaron las acampadas en las playas.
A través de sus cuentas de Instagram varias agencias de turismo empezaron a publicar ofertas de full days. Tal y como informó Próxima Ruta Venezuela, estarían cumpliendo con todas las normas sanitarias para evitar contagios de coronavirus, comenzando por el uso obligatorio de tapabocas y guantes, registro de temperatura, desinfección de unidades de transporte, y charlas de concientización acerca del distanciamiento social y el virus en general.
Esa misma agencia programó rutas de senderismo hacia El Picacho, en el parque nacional El Ávila, con un mínimo de 10 personas por ruta. César Linares, uno de los voceros de esa organización, informó que primeramente empezaron a reactivarse con actividades deportivas que fuesen al aire libre y en lugares no muy concurridos, y que, gracias a un salvoconducto que pudo obtener, logró llevar a un grupo de personas desde Caracas hasta Chichiriviche de la Costa. El camino no fue fácil, pero lo logró.
«La autobús donde nos fuimos tenía su salvoconducto, que se lo dio Tránsito (Instituto de Transporte y Tránsito Terrestre). Cuando nos paraban yo me bajaba como responsable del grupo, y cuando preguntaban me refería a las actividades al aire libre que realizaríamos. Traté de combinar y tuvimos la suerte de que nos dejaban pasar tranquilamente, pero la última alcabala no nos dejó pasar, tuvimos que irnos en lancha desde Arrecife, en Tacoa. Coordinamos con los lancheros para que nos fuesen a buscar, pero ya una vez allá, nos habilitaron un espacio para el camping y hasta nos quedamos un día más porque el lunes era día de fiesta», explicó Linares.
Anteriormente, la empresa hacía viajes con tres o cuatro autobuses con unas 120 personas en total. No obstante, esta vez usaron una sola unidad y con puestos vacíos de por medio. De hecho, para rutas cortas sólo están utilizando vehículos rústicos.
Galipán ya tenía permiso
Desde principios de octubre, varias posadas de Galipán empezaron a abrir al público. La Posada de Norma y Posada de Teresa por nombrar algunas, publicaron en sus redes sociales que «abrían sus puertas al turismo». Sin embargo, para esa fecha, oficialmente aún no habían sido dada instrucción alguna que habilitara el paso para la montaña.
TalCual pudo confirmar con una trabajadora de Inparques que el mismo día del anuncio de apertura de espacios públicos, se llevó acabo una reunión en la sede de la Unidad Especial de Seguridad de Cotiza de la Guardia Nacional, en la que se aprobó el acceso hacia el poblado de Galipán sólo durante las semanas de cuarentena flexible y con ciertas normas que dieron a conocer a los habitantes del lugar, como parte de un plan piloto con el que se pretende evaluar qué tan factible pudiese ser la reapertura del sector turístico en el país.
En la reunión de acordaron las siguientes normas:
«1.El acceso y permanencia en el parque será en el horario comprendido desde las 8:00 am hasta las 5:00 pm, cerrando el acceso en los puntos de Llano Grande y Dolores a las 4:00 pm.
2. La actividad económica se realizará sólo en la semana que sea decretada de flexibilización.
3. Los establecimientos deben cumplir a cabalidad las medidas de bioseguridad, contacto con alfombras de desinfección en las entradas y gel antibacterial.
4. Los establecimientos sólo podrán operar a 50% de su capacidad operativa.
5. En los puntos de control de Llano Grande y Dolores, los guardaparques y guardias serán los encargados del control de acceso y revisión de los visitantes y vehículos.
6. Se realizarán recorridos constantes por parte de la GNB, PNB y guardaparques de forma conjunta a fin de verificar y hacer cumplir las normas sanitarias.
7. El establecimiento que incumpla las normas establecidas, será sancionado con el cierre inmediato.
8. Los prestadores de servicios se organizarán para adquirir termómetros, los cuales serán donados a los puntos de control de Llano Grande y Dolores.
9. Realizar reunión cada 15 días para evaluar el desarrollo del plan piloto.
10. Los guardaparques, GNB, PNB y prestadores de servicios deben informar, explicar y orientar a los visitantes sobre el plan piloto.
11. Se prohíbe la aglomeración de personas y vehículos en el sector Vista Caracas.
12. Los prestadores de servicios deben mantener el volumen en 40 decibeles, tal como lo establece el reglamento del parque.
En esta reunión se dejó asentado que se trata de un plan piloto, el cual se está evaluando constantemente y que se rige por los lineamientos establecidos por el Ministerio de Ecosocialismo».
Sobre esa reapertura, Marlene Sifontes, representante sindical de Inparques, aseguró que era imposible pensar en abrir nuevamente los parques a los turistas cuando los guardaparques tienen un salario de hambre y no tienen cómo protegerse durante la pandemia.
«A escala nacional hay problemas con nuestros trabajadores. Tienen que estar montando guardias y ni les alcanza para el pasaje, les han suspendido el sueldo. Los guardaparques se quejan porque no tienen la dotación de materiales de bioseguridad, entonces, están habilitando los parques para los turistas y los que resguardan las áreas no tienen HCM, no tienen seguro funerario, y si llegan a contagiar con covid-19 no tienen cómo responder», sentenció Sifontes.
Ahora los guardaparques y demás personal del teleférico Waraira Repano, a partir del miércoles 21 de octubre, según dijo una fuente a TalCual que prefirió mantenerse bajo anonimato, que los cableoperadores recibirán a los primeros turistas. Se le dijo a los trabajadores que debían asegurarse de que los visitantes mantuvieran la distancia en la fila para montarse en la cabina, y que éstas sólo podrían trasladar máximo cuatro personas, u ocho si todas pertenecían al mismo grupo familiar.
El trabajador consideró como bueno que se reactivara el turismo en El Ávila, puesto que el sistema teleférico tenía más de seis meses parado. «Pido la colaboración para estar muy vigilantes esta semana, para ver cómo nos vamos a comportar con el tema del ascenso de los usuarios. A los supervisores se les entregará el respectivo atomizador con alcohol para que se le eche a las personas antes de que suban a la cabina. Esta noticia tiene que contentarnos porque el parque estuvo bastante tiempo solo», dijo un supervisor del sistema según información referida por la fuente.