Esperanza es lo que debe aportar primordialmente “El frente amplio”, por Beltrán Vallejo
Autor: Beltrán Vallejo
Deseo manifestar mis impresiones sobre el lanzamiento del denominado “Frente Amplio por una Venezuela Libre”. De una manera íntima o intimista expongo mi opinión en estas líneas bajo el entendido de que la lucha contra el totalitarismo es existencial; tanto en lo político, tanto en lo social, tanto como grito o movilización de calle, tanto como tecleado y micrófono, la lucha contra este régimen también se desarrolla muy adentro de cada uno de los venezolanos que quieren calidad de vida. Por ejemplo, la acuciante batalla se ha cebado en nuestro estómago mediante el hambre como rastro bélico; pero también en la mente, en los sentimientos, en las emociones; y si fuera creyente, también dijera que en nuestro espíritu.
Analizando las imágenes y discursos de los eventos referidos al lanzamiento de dicha plataforma, considero que es necesario que la misma en verdad continúe consolidándose como “frente” y en su condición de amplitud; creo que todavía tiene un largo camino que recorrer al respecto; inclusive, opino que hay que aclarar lo concerniente a la ausencia de vocerías como la de María Corina y Ledezma, que son otras expresiones que repudian la “machangada” electoral que convocó la tiranía; entonces, el Frente no es tan “amplio”, por ahora.
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Por otro lado, siento algo de inquietud porque aprecio en esta figura un formato muy “clasemediero”; por lo que anhelo que el desarrollo de esta política se salga de la UCV, de la UCAB y del Este de Caracas, y se oriente sobre todo hacia esos sectores donde el carnet de la patria y el Clap hacen fiesta de control biopolítico. Quiero ver a ese frente con su expresión en los Consejos Comunales; quiero ver ese frente en los motorizados y transportistas; quiero ver ese frente en los campesinos y pescadores; quiero ver ese frente en los trabajadores del sector salud; quiero ver ese frente en los indígenas; quiere ver ese frente en las prostitutas y homosexuales; quiero ver ese frente en el corazón y ánimo de los que se fueron y de los que se están yendo del país; quiero ver ese frente en las Fuerzas Armadas y en los policías; quiero ver ese frente en los maestros y deportistas; en fin, quiero ver ese frente haciendo tejido social para luchar contra la tiranía.
Por supuesto que en dicho frente hay presencias que tienen pundonor, que tienen gallardía, que tienen heroicidad; y me refiero, por ejemplo, a Codevida, la organización que agrupa las acciones en defensa de la salud y la vida, que por cierto tiene su foco en el drama de los enfermos crónicos y de los trasplantados, y que en las actuales circunstancias dan la batalla por frenar el cementerio que está construyendo Maduro y sus secuaces; de manera que me conmovió la presencia de esa figura en la plataforma de lucha.
El país es como un chamito perdido que no encuentra para dónde coger. El país es una cicatriz grande que no se cierra, y que sigue abriéndose. El país es como un bar, de donde me sacan a rastras y sin conciencia. Tantas imágenes lúgubres de una nación en derrota y desamparada. Entonces, desde ese contexto de nuestro drama colectivo, es importante que iniciativas como ésta recuperen nuestro espíritu nacional, que yace amoratado por los golpes de la tiranía.
Lo importante es que desde esta trinchera de lucha mantengamos la persistencia, la determinación, la honestidad, la integridad y las agallas. Pero sobre todo, la tarea más esencial de este recién llegado al combate democrático es reconstruir la esperanza