Final femenina venezolana hablan las capitanas, Mesa y Alcina
Flor de Patria recibe este miércoles 20 de junio en Trujillo al campeón Estudiantes de Guárico, que se impuso 3-1 en la ida.
Meibi Mesa recuerda cuando su papá Areliano le dio las primeras lecciones de fútbol en el patio de la casa en Capitanejo, un pueblo ganadero del piedemonte andino barinés de 4 mil almas. “Él jugaba en torneos interfincas”, dice en la víspera de la cita que definirá el campeón del Apertura en la Superliga profesional. Es la10 de Flor de Patria, acumula 13 asistencias, 10 goles y la mitad de su vida en una cancha. Se siente líder: es la capitana.
“No podemos desconcentrarnos ni un segundo”, alienta la capitana Clarinés Alcina. Foto: Cortesía Estudiantes de Guárico
En San Juan de Los Morros, ciudad del centro de Venezuela que da entrada al paisaje llanero, Clarinés Alcina se prepara para una partida complicada. “Tenemos bajas muy importantes”, apunta realista. Estudiantes ha sobrevivido al éxodo de sus figuras y ahora a las puertas de otro título se topa con lesiones y sancionadas, incluida Maikerlin Astudillo, figura de la Vinotinto, impedida de jugar. Admiradora de Sergio Ramos y Carlos Puyol, Alcina manda desde la zaga con sus 168 centímetros y su juego recio. Usa el 6, es la capitana rival.
A los 14 años Mesa se fue a vivir a Barinas, la capital del estado, a un par de horas largas del plácido Capitanejo. Un entrenador de fútbol la vio en un juego intercursos de su escuela, habló con Aureliano Mesa, le consiguió una beca y obtuvo el permiso. Josué Ortiz y Juan Pérez, preparador físico el primero, técnico el segundo, la cobijaron, la enseñaron. También Ylanis Pérez, ex integrante de la Vinotinto, una suerte de segunda mamá. Mesa jugó con la selección femenina de Barinas, en los equipos Potras y Atlético La Carolina, y fue parte de la generación Sub17 venezolana que obtuvo el cupo para el mundial de Trinidad y Tobago de 2010. “Ahora mi meta es ser campeona”, suelta confiada.
Alcina sabe lo que es ganar un título, sabe lo que es ir a una Copa Libertadores (participó en la última en Paraguay 2017). Nativa de Guama, en el estado Yaracuy, tierra de próceres y batallas independentistas, se inició en el fútbol a los 17 años y ahora con 26 es una de las referentes de Estudiantes. Nunca ha sido llamada a la Vinotinto pero “no me rendiré hasta lograrlo”, confiesa. Se apoya en su juego áreo, en manejo de ambos perfiles y en la lectura de juego. “Las ganas y el compromiso están intactos”, avisa a sus rivales.
La jugadora barinesa de 24 años está en su segunda temporada con Flor de Patria. “Es una muy buena organización”, admite. Reconoce que hay esfuerzo, compromiso y una inversión fuerte respaldando al equipo. “Hay que darle felicidad al club, que se lo merece ”, dice y destaca la importancia del gol conseguido en la ida por Paoli Cabrera cuando expiraba el tiempo: “estamos vivas”. Cuenta que el campo era malísimo, que llovió, que todo se llenó de barro, que no se podía hacer buen fútbol…y está convencida de que en su cancha, que conocen; con su público, que las sigue a muerte; la historia será otra.
A Clarinés Alcina no le preocupa el rival, su mirada está puesta en sus compañeras. “Hay poca profundidad en el banco”, revela. Estudiantes apenas contó con 12 jugadoras para el primer partido de la final y llega maltrecho al juego decisivo con la idea de defender la ventaja de dos goles. “No podemos desconcentrarnos ni un segundo, lo daremos todo”. Palabra de capitana.
Meibi Mesa regresó a la competencia en el juego pasado, tras superar una lesión. Anduvo cabizbaja, luego ansiosa y ahora con los “ánimos a mil”. Estudiante aplicada, quiere terminar sus cursos de educación física y después especializarse. Su fútbol –“muy parecido al de la Kika” (Lourdes Moreno, barinesa como ella, del Deportivo La Coruña femenino– ha despertado interés en Argentina, en Italia. “Quiero ir al exterior”, sueño que comparte con Alcina, la capitana de las campeonas.
@futbolella | @jconde64
Cortesía de Fútbolella
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