Geoff Ramsey: Maduro está menos afectado por las sanciones que la población
El director de WOLA dijo que las sanciones sectoriales también han traído el sobrecumplimiento (over compliance), como lo ha dicho la Alta Comisionada Bachelet
El régimen de sanciones y contra instituciones venezolanas relacionadas al sector económico parece estar afectando más a la población que a la administración de Nicolás Maduro, a juicio de Geoff Ramsey, director para Venezuela de la Oficina de Washington para América Latina (WOLA).
En el foro «Sanciones y DDHH en Venezuela. Una evaluación de la visita de la relatora de la ONU», Ramsey dijo que estamos ante un «gobierno cada vez menos afectado por las sanciones que la población», pues ha surfeado «y va a seguir surfeando las sanciones».
Recordó que hay sanciones individuales y sanciones sectoriales aplicadas sobre Venezuela; estas últimas se ha convertido en una demanda clave del régimen en la mesa de negociaciones, al tiempo que señaló que hay evidencia del daño colateral de las sanciones sectoriales.
Según Ramsey, la principal preocupación es que ese efecto agravante va a seguir teniendo una respuesta negativa en la población. Por ello, desafió a aquellas personas que proponen sanciones sectoriales como un mecanismos eficaz «a que evalúen sus avances, qué evidencia concreta hay de lograr una vía para la transición democrátioca».
«Maduro sigue en Miraflores, las sanciones han provocado vías nuevas para la corrupción. Con el tiempo no veo las sanciones sectoriales liderando hacia una transición, su efecto se mitiga con el tiempo. Si hay sectores que creen que esa estrategia de presión sirve para algo, tienen que usarlo pronto», sentenció Ramsey.
Con respecto al levantamiento de estas medidas por parte del presidente Joe Biden, el director de WOLA dijo que no ve a Estados Unidos levantando las sanciones sin condiciones. «De la administración Biden vamos a ver más pragmatismo que de la administración anterior, igual contempla la sanción para generar algún tipo de resultados que lleven a una negociación».
Además consideró preocupante que el Gobierno de Estados Unidos vea a Venezuela como un juego perdido «y no van a priorizar su situación, esto es un gran riesgo. En casos como Cuba, Irán o Corea las sanciones se han mantenido por inercia sin otro tipo de acciones. Todavía es muy temprano y estamos viendo que tipos de señales podemos esperar de esta administración».
En su participación, Geoff Ramsey dijo que las sanciones sectoriales también han traído el sobrecumplimiento (over compliance), como lo ha dicho la Alta Comisionada Bachelet, «y eso va a traer un impacto en organizaciones humanitarias».
Mientras que las sanciones contra individuales «han demostrado ser exitosas cuando son multilaterales, es decir, cuando son tomadas entre varios actores internacionales. Hemos visto más multilateralismo en los últimos años, y lo vimos en la última semana con el anuncio de la Unión Europea de sancionar a 19 funcionarios».
Sanciones vs tema humitario
Luis Francisco Cabezas, director de Convite, dijo que las sanciones pueden tener un impacto en la ayuda humanitaria bien sea se ejecute a través de los clústers de Naciones Unidas o de socios locales a esas agencias, debido a que no cumplen con ciertos requisitos como cuentas en divisas, «y la banca internacional ha puesto trabas para relacionarse con clientes venezolanos».
Cabezas señaló que para muchas organizaciones «ha sido cuesta arriba poder implementar ayuda humanitaria debido a que no tienen cuenta en divisas para utilizar el dinero que reciben de Naciones Unidas».
Durante el foro dijo que más allá de saber que las medicinas y alimentos estaban excluidos de las sanciones, el sobrecumplimiento generó cautela. «Eso se lo hicimos saber como Convite a la relatora Douhan, que efectivamente había un impacto pero no era la causa. Las condiciones que crearon nuestra emergencia humanitaria son anteriores a las sanciones, y eso lo hemos podido comprobar desde 2013 con la escasez de medicinas».
Estas medidas se convirtieron en un elemento adicional, insistió el director de Convite, para quien las sanciones individuales «en nada hasta ahora han contribuido para abordar una negociación o desmontar las trabas políticas».
Igual señaló que se debe evaluar las conversaciones de la administración Maduro con Fedecámaras o la mesa que se instaló para la obtención de vacunas con la presencia de la oposición mayoritaria. «Hace falta que se generen espacios de distensión política y humanitaria para generar reconocimiento, construir confianza».
Fallas en informe
El abogado Simón Gómez consideró hay una falla importante de cáracter metológico en el informe preliminar de la relatora Alena Douhan, «porque se pone un sesgo a su mandato original, en sus conclusiones hizo enfásis en el impacto negativo pero no hizo una aproximación adecuada a la emergencia humanitaria compleja».
Pareciera que el sesgo acá lo tomó como parte de su mandato, dijo el abogado, pues «la corrupción, mala gestión, situación del mercado petrolero no fueron tomadas en cuenta».
Otra falla que mencionó Gómez es la distinción en los tipos de estas medidas, pues la relatora argumentó que las sanciones son contrarias al derecho internacional porque violan el debido proceso a los actores individuales, «colocando en el mismo saco al resto de las sanciones. Esta distinción debió haber operado en que la entidad que aplica una sanción colectiva no tiene las mismas repercusiones que las sanciones individuales».
Esperemos que haya un análisis más profuso en el informe que entregará al Consejo de Naciones Unidas en septiembre, dijo el abogado, «y esperamos que se cuantifique el impacto de las sanciones en el ámbito económico, cultural, de derechos humanos en el país. También insistimos que debe estar claro el origen de la crisis, que es anterior a esto».