Gerson Pabón (Fedeagro): «Castro Soteldo ha sido un fracaso para la agricultura»
Gerson Pabón, productor de hortalizas del estado Táchira y director de Fedeagro, responde a las acusaciones vertidas del ministro de Agricultura, Wilmar Castro Soteldo, contra el gremio agricultor, al cual se refirió como «una organización terrorista que no aporta absolutamente nada» y que «sabotea la producción nacional de alimentos en el país»
Durante su programa dominical Cultivando Patria transmitido el pasado 12 de julio, el ministro de Agricultura Productiva y Tierras de Nicolás Maduro, teniente coronel retirado Wilmar Castro Soteldo, acusó a Fedeagro, gremio que agrupa a las principales asociaciones privadas de productores agrícolas de Venezuela, de ser «una organización terrorista que no aporta absolutamente nada» y que «sabotea la producción nacional de alimentos en el país».
«Fedeagro fue, y voy a decirlo aquí con calma, una rémora parasitaria de los gobiernos de toda la cuarta república, en donde tenía los lobbies correspondientes, donde tenían el acceso con descuentos de todos los insumos, y en donde chantajeaban y le chupaban la sangre a los productores, dejándolos prácticamente en la miseria y siempre endeudados con las asociaciones que ellos controlaban. Eso es Fedeagro. Son unos terroristas de la agricultura, que no aportan absolutamente nada, y por eso se han ido quedando solos».
Gerson Pabón, productor de hortalizas del estado Táchira y director de Fedeagro, responde a las acusaciones vertidas por el funcionario, quien a lo largo de los 20 años de chavismo ha ostentando importantes cargos en sectores estratégicos de la economía, entre ellos alimentos, comercio y turismo.
«Si para él producir comida con todas las dificultades es terrorismo, seguiremos haciendo terrorismo. Preferimos ser terroristas si eso significa seguir produciendo comida para un pueblo que está muerto de hambre por culpa de las malas políticas que ha implementado este gobierno en los últimos 20 años. No me ofende una palabra dicha por alguien que no tiene conocimiento de la agricultura».
– El ministro Castro Soteldo los acusa de ser terroristas. ¿Qué ha sido él para la agricultura venezolana?
– Un fracaso. No entendemos qué hace un militar, supuestamente experto en aviones, dirigiendo el sector agrícola si además no tiene conocimiento. Que se revise. En los más de cuatro años que ha estado al frente del Ministerio de Agricultura ha abandonado el campo y ha incumplido con lo que establece la Constitución de otorgarnos todos los beneficios que necesitamos los agricultores para poder producir.
Fuera de los cuarteles
El teniente coronel retirado de la Aviación Militar Castro Soteldo es uno de los muchos militares que han salido de los cuarteles para dedicarse a dirigir áreas estratégicas del país, como lo son alimentación, petróleo, minería, educación, salud y servicios. Además, durante los años rojos rojitos de Hugo Chávez -rojos rojitos no solo por la apropiación del color por parte de la «revolución» sino también por los números que ha arrojado la gestión- desfiló por varios despachos del sector público.
Fue diputado a la Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela de 1999, ministro de Producción y Comercio entre 2003 y 2005, luego ministro de Turismo hasta el 2007, después gobernador del estado Portuguesa, de donde es oriundo, desde 2008 hasta 2016 cuando ocupó la silla del ministro de Agricultura Productiva y Tierras, donde sigue sentado cuatro años después.
Según el Ministerio de Agricultura, el Valor de la Producción Agrícola (VPA) en términos per cápita cayó 18,64% desde 2008 hasta 2015. La producción de rubros como maíz, arroz, caña de azúcar, sorgo y café descendió más de 30% en ese mismo período de siete años.
«¿Quiénes son los terroristas? ¿Nosotros que hemos producido comida con todas las dificultades, o ellos que han tenido dinero y riqueza y aún así acabaron con todo, con Agroisleña, con Pequiven, con Pdvsa y con todas las tierras que tomaron que eran productivas? Que diga dónde está la producción de las más de cinco millones de hectáreas que expropiaron y que están en manos de ellos», señala Pabón.
– ¿Qué hizo el gobierno con las empresas que suministraban insumos para el campo?
– Hace 10 años desaparecieron y destruyeron una empresa llamada Agroisleña que tenía 52 años al servicio de los productores venezolanos y que daba créditos a los agricultores que se podían pagar luego de las cosechas. La convirtieron en Agropatria. También teníamos a Pequiven que producía fertilizantes, y ahora dependemos de lo importado que se consigue en el mercado negro. No tenemos fertilizantes ni agroquímicos necesarios para poder sacar cultivos de buena calidad. Igualmente acabaron con todos los centrales azucareros.
También destruyeron Pdvsa y ahora no tenemos combustible para ir a nuestras fincas. Ahora lo que queda de actividad económica en Táchira sigue funcionando gracias a la gasolina que traen de contrabando de Colombia. No hay gasolina en las estaciones de servicio. Aquí radica la cuarentena porque no hay combustible. La iraní llegó nueve días después de que dijeran que la iban a repartir, dieron 30 litros por vehículo y listo.
– ¿Y qué ha sido Fedeagro para la agricultura venezolana durante el chavismo?
-Una institución que ha buscado soluciones y alternativas para que los agricultores sigamos sembrando, buscando cómo, a través de convenios con otros países, nos lleguen los fertilizantes que antes se producían en Venezuela hasta que el Estado quebró Pequiven.
A pesar de todo, nosotros hemos seguido produciendo con todo el esfuerzo para darle comida a nuestro pueblo. No es Fedeagro el que está desanimando a los agricultores, es el Estado venezolano a través del Gobierno que no presta la debida atención al sector agrícola.
En veinte años de revolución, si alguien ha mantenido al país con comida son los verdaderos productores, integrantes o no de las organizaciones bien sea de ganaderos o agricultores, independientemente de si pertenecen o no a Fedeagro.
Es insólito que nos digan terroristas cuando nosotros simplemente hemos dicho la realidad. Al gobierno se la ha dicho y a Castro Soteldo se le dijo con mucha anticipación que el campo iba a enfrentar una emergencia porque no se estaban produciendo las mismas cantidades de hectáreas que en 2007.
Producción en declive
En los últimos 12 años, desde 2008, la producción agrícola ha caído más de 70% como consecuencia de la intervención de la propiedad agraria a través de confiscaciones, ocupaciones y expropiaciones, control de precios, el crecimiento de las importaciones agroalimentarias sin pago de aranceles y a un dólar preferencial que competían de manera desleal con lo cultivado en Venezuela, los limitados recursos de la banca para otorgar créditos, la inseguridad rural, el rezago tecnológico, la obsolescencia de máquinas y equipos y la severa escasez de semillas, fertilizantes, agroquímicos, repuestos, lubricantes, gasolina, cauchos y otros insumos.
Expertos advierten que hoy, la aguda escasez de gasolina que, paradójicamente, enfrenta el país con las mayores reservas de petróleo del mundo, y que no alivió el nuevo esquema de venta del combustible que el gobierno importó de Irán, aunado a la pandemia del coronavirus, pone al borde de la hambruna a un país donde apenas 3% de los hogares tiene seguridad alimentaria, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi) 2019-2020.
– ¿Cuál sería el presente del sector agrícola si el Ministerio de Agricultura hubiera atendido a los productores?
–Si el Ministerio de Agricultura realmente hubiera funcionado durante estos últimos 20 años, en el mercado existieran, por ejemplo, unas 200 variedades de semillas de papas certificadas, además de que no estuviéramos importando semillas, sino produciéndolas acá. También estuviéramos libres de la fiebre aftosa, el país tuviera asfaltadas todas las vías de penetración hacia cualquier finca, así sea del productor más pequeño, y contáramos con tecnología nueva y no trayendo chatarras. Pero, salvo pocas excepciones, el Ministerio de Agricultura no ha servido, y hoy vivimos en penuria.