¿Ha mejorado la economía en Venezuela?, por Ángel Monagas
Twitter e Instagram: @AngelMonagas
Una pregunta muy normal en estos días, para los que viven en Venezuela, es ¿Cómo está la economía?
Tu respuesta dependerá de varios factores. Si no eres de los que hace las compras donde el portugués, supermercado o bodega, tendrás como insumo las noticias de carácter económico. El nivel experiencial también pudiera influir, por ejemplo, si te botaron por reducción de personal o sencillamente te retiraste de la empresa pues el “salario”, ni para los pasajes te alcanzaba o para proveer gasolina.
Si tienes tiempo dentro de tu casa sin nada que hacer. La inducción hacía una clara alusión será peor.
La desaparecida clase media o “sándwich”, lo hace por las privaciones a su calidad de vida. No eran ni ricos ni pobres, sufrían un poco de un lado y de otro. Viajaban, no en primera clase, rara vez se hospedaban en hoteles 5 estrellas. Comían por lo menos dos veces al mes en buenos sitios. En diciembre muchos visitaron Estados Unidos o las islas del Caribe. Hoy, eso quedó en el olvido…”algún día-suspiran- al recordarlo”.
Para estas fechas nunca, en ninguna de las clases o segmentos sociales, faltaban los “estrenos”. Hoy son más producto de las dádivas de las remesas que envían familiares desde el exterior.
Los cupos viajeros de Chávez como el “Tabarato” de la cuarta, son dos ejemplos de un espejismo que vivimos los venezolanos.
No hay una respuesta objetiva sobre la economía. Ni siquiera la de los economistas que suelen opinar en la prensa venezolana.
El sesgo político se observa mucho en las consultas a la gente sobre economía en Estados Unidos. En Venezuela y Latinoamérica en general no es necesariamente así.
Marcos Pérez Jiménez, Augusto Pinochet, dos dictadores de la derecha más rancia, aún son recordados por su aporte a la economía durante sus gobiernos. No así Fidel, dictador de izquierda.
No pretendo dar un texto o clase de economía. Lo que me mueve es profundizar la interpretación, la sensación de la gente, comparando con la realidad.
No afirmo nada sobre los diferentes modelos.
La economía a mi juicio no implica menos o más democracia, si necesita de una visión política, de un marco de referencia.
Los políticos chinos lo entendieron. Igual los socialistas noruegos, suecos, etcétera. Más odiosos son los privilegios de las clases políticas en Venezuela.
No importa cuán polarizada esté una sociedad como la nuestra, la economía es una realidad objetiva. La vive el rico o poderoso a su manera y lógicamente el que está más alejado de buenos ingresos.
No obstante, esas condiciones objetivas que brinda la economía, importan muchas veces menos a la hora de “votar”. Contrario a lo que muchos piensan. Habló de Venezuela y fíjense lo acabamos de ver en Chile, por una simple razón. Los menores de 40 años, no vivieron la era pre y post Pinochet. Como en Venezuela los jóvenes no conocieron las bondades de los llamados 40 años.
La situación económica no es una limitante. A veces prevalece más la figura del candidato. Los partidos no serán recompensados por su buen desempeño ni castigados por su malas ejecutorias.
Venezuela: ¿Mejora o no la economía?
Es imposible mientras esté Nicolás en el poder que tengamos resultados distintos. Algunos economistas más preocupados por lo macro se distraen y pretenden hacernos creer eso.
¿Cómo puede haber buena economía en un país donde han emigrado más de 6 millones de venezolanos, en los cálculos más optimistas? Una nación que a diferencia de la Europea, o del Cono Sur, no tenía la cultura migratoria.
Un profesional, médico, con varias especialidades, usted lo ve limpiando en un hotel, de chofer, de delivery, ustedes creen que si tuviésemos buena economía, ¿Lo haría?
Otros sencillamente no lo hacen, porque no todos están hechos para migrar. Los regresos de venezolanos son ínfimos comparados con los que sin retorno se quedaron.
Es que cuando hay buena economía otras anomalías desaparecen o disminuyen: inseguridad. Por cierto, ha bajado pero no por buena economía sino que los “malandros” también la sufren y la padecen y ya aunque suene ligero, se ha reducido el ingreso por “robo”, “hurto”, “asaltos”, etcétera. En ciudades solas, a quién vas a robar…
El fenómeno que se observa en navidad es simple: Si han emigrado más de 6 millones de venezolanos, multiplique eso por un promedio de 200 dólares que envían a muchas familias. Un ambiente similar observé en mi temporada de vivir en Margarita. Cuando los pescadores regresaban de la pesca en alta mar, andaban “full” de dólares ellos y sus familias y los veías en los mall comprando lo que necesitaban y lo que no también.
Indicativos claros de buena economía
Revise los servicios públicos. No una mejoría circunstancial, sino durante los 12 meses del año. Salvo la pequeña isla de una parte de Caracas, Pampatar en Margarita, Lecherías en Anzoátegui, Valencia algunas zonas igual que Barquisimeto y Maracaibo, son un desastre los servicios de electricidad, agua, internet, recolección de basura y no hablar de la calidad de los hospitales.
La inseguridad y los gobiernos de mafias en sectores urbanos es el reflejo permanente de la residencia en Venezuela.
No quiero hablar de cifras del PIB, desempleo, inflación o balanza comercial. Eso es para los “letrados” de economía.
Con lo que gana un venezolano, ¿Puede hacer una buena compra de alimentos y otras necesidades?
Sobran estudios sobre la desnutrición en el país. El Estado no alimento ni a los presos, ni a los enfermos ni a los militares ni policías o fuerzas del orden público.
Los gobiernos y en especial las dictaduras comunistas suelen confundir empleo con cifras de subempleo.
No es tan simple como fijar un salario alto y en dólares. Si en Venezuela los obreros ganaran mil dólares tampoco podrían sobrevivir. La inflación sería peor y está no ha bajado. Los economistas insisten en manipular señalando que terminó la era hiperinflacionaria.
Lo que está muriendo en Venezuela es el poder de compra. Se está redirigiendo a otros casos. Muere la “hiperinflación” pero queda un alto costo de la vida inalcanzable para la mayoría en dólares.
El país no produce más, las necesidades son cubiertas por una importación producto de los capitales del narcotráfico que ven en Venezuela su paraíso y de muchos “boliburgueses” impedidos de viajar y obligados a invertir y gastar en el país.
Miami, se alimenta de la fuga de capitales de los empresarios, muchos venezolanos, que no pondrán un dólar en Venezuela por la inseguridad jurídica. Venezuela se alimenta del dinero del lavado, del terrorismo y de la corrupción.
La salida
Inevitable buscar fórmulas para impedir el avance de la revolución.
Maduro y compañía no buscan mejorar la economía nacional. Intenta crear un reino para los capitales dudosos y con un enemigo común: Estados Unidos. Si el gobierno de esta nación aún no lo entiende, es lamentable.
Y luego fomentar, promover y darle entrada a nuevas visiones liberales, con otro concepto de política. No más estatismo. No más socialismo ni socialdemocracia que parte de los mismos principios que el comunismo.
Lea también: Es un error dinamitar puentes en Perú y Chile, por Xabier Coscojuela
El peor daño no es estructural, es mental. El venezolano debe cambiar. Los que regresemos tendremos en parte esa tarea.
El nuevo plan: La transición de Nicolás
Maduro prácticamente aniquiló a sus enemigos internos: Los Chávez y Diosdado. Estos le pueden “Aguar” la fiesta. Será una batalla para ver en primer palco o VIP.
La reducción del TSJ busca exterminar el poder de Diosdado y los Chávez sobre algunos magistrados.
En paralelo un sector de la denominada oposición MUD-G4 juega un peligroso papel. Sus frutos los veremos en el 2024 y allí están todas las opciones de Nicolás, “salga sapo o salga rana”, hablando en su lenguaje.
La fuerza de Guaidó
No radica en Guaidó mismo, sino en ser la pieza útil de los intereses del gobierno de Estados Unidos, quienes por ahora y a pesar de todos los errores, prefiere morir con el joven de La Guaira a inventar otro liderazgo, incluso más fortalecido.
El problema de lo que queda de Primero Justicia es económico. Ellos son tan culpables de lo que ahora señalan a Guaidó, más que el propio interino.
Esa pleito lo arreglara Washington, a pesar de que con el tema del covid-19 y sus variables, poca importancia le dan a Venezuela, mucho más sin la industria petrolera que destruyó en nombre del chavismo Rafael Ramírez.