La censura gubernamental alcanzó a Vladimir Villegas, por Xabier Coscojuela
@xabiercosco
La piel de Nicolás Maduro y sus secuaces está cada día más sensible. Al parecer, el covid-19 está afectando, aún más, su tolerancia a la libertad de expresión. Es cierto que al difunto Hugo Chávez que cada quien expresara sus opiniones libremente no le agradaba en lo más mínimo. En este medio tenemos bastante experiencia sobre las consecuencias de sus humores.
El cierre de emisoras de radio se ha hecho costumbre. Los ataques a medios digitales se repiten con cada vez más frecuencia. Las televisoras que siguen transmitiendo tienen que medir muy bien sus pasos para no generar molestias entre el cogollo gobernante.
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En estos días de pandemia, la sensibilidad ha ido creciendo. Ya no solamente se produjeron las detenciones y agresiones de varios periodistas, sino que cualquier ciudadano puede terminar en prisión por reenviar un mensaje de whats-App o emitir su opinión en las redes sociales. Hasta por expresar un comentario en una panadería en Maracao, Caracas, fue detenida una persona esta misma semana.
Hoy le tocó a Vladimir Villegas y su programa Vladimir a la Una. Aseguró en las redes sociales que el canal no soportó las presiones del gobierno. A pesar de que la censura también la ejercía la directiva de Globovisión, desde hace mucho tiempo, la cual vetaba la entrevista a algunos ciudadanos, Villegas se manejo con buena mano izquierda y logró sortear, en parte, estos vetos. Se puede discrepar de algunas posiciones asumidas por Villegas, de que en ocasiones puede haber cedido demasiado, pero lo que no se puede hacer nunca es coincidir con los censores o alegrarse por su actuación.
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La salida del programa implica que los venezolanos pierden otra ventana desde la cual se exponían diferentes opiniones y puntos de vista sobre lo que ocurre en el país y el mundo. Villegas siempre emitió sus pareceres con moderación y respeto. Trató de mantener el equilibrio y ha sido criticado por sectores opositores que lo consideran una pieza del gobierno. Creemos que intentó mantener esa ventana desde la cual reflejar la pluralidad nacional. Eso irrita a los autócratas, Maduro no es la excepción y hoy lo volvió a demostrar.