La Radio, por Carlos M. Montenegro
Carlos M. Montenegro | [email protected]
Febrero es un mes cargado de efemérides: el día 2 Día Mundial de la Marmota y Día de la Candelaria, el 4, Día Mundial contra el Cáncer, el día 14 San Valentín, día mundial de los enamorados, y el día 13, el más reciente de todos el Día Mundial de la Radio. Esta semana se ha celebrado esta festividad para rendir homenaje al invento que en el amanecer del siglo XX; usando las ondas hertzianas abrió la puerta a todos los medios de comunicación inalámbrica, como la TV, la comunicación satelital, y la telefonía celular, Internet y todas sus derivaciones.
Desde mediados del siglo XX se llegó a decir que la aparición de la televisión primero, y todos los adelantos que siguieron, supondría el fin de la radio, pero hoy más que nunca sigue siendo un medio imprescindible, (debieron ser los mismos agoreros que predijeron que el cine mataría al teatro). Lo cierto es que hoy en día los astronautas desde el espacio se comunican con sus bases por radio, y las expediciones a otros planetas son teledirigidas usando los principios de la radio de toda la vida.
Sin embargo creo que lo que hoy se celebra es en homenaje a la radio de programación para entretenimiento, ese medio que antes que ningún otro nos pone en contacto con lo que pasa en el mundo, nos suena la mejor música, nos cuenta historias, o nos brinda programas culturales que nos educan. Esa radio que con bajo costo llega a los sitios más recónditos, y tiene la ventaja de que se pueden hacer cantidad de actividades mientras se escucha. Cierto es que tambien hay quien la utiliza con fines nada confesables, pero de esa radio no es ese día mundial.
La radio es el medio de comunicación más dinámico, reactivo y atractivo que existe. Estimula la imaginación, pues al ser solo audio cada quién le pone imagen a las personas o a las historias, como si se leyera una novela. Con el tiempo la radio se ha ido adaptando a los cambios tecnológicos del siglo XXI ofreciendo nuevas formas de interacción y participación. Según las Naciones Unidas, la radio destaca en su papel como nexo de unión entre comunidades distintas y como elemento fomentador de diálogo; al escuchar a sus oyentes y responder a sus necesidades la radio favorece la diversidad de opiniones y de voces necesarias para afrontar los desafíos que nos afectan a todos. La radio nos comunica y transforma a través del entretenimiento, la información y la participación del público oyente. Donde hay una radio, es como estar en compañía de un buen amigo, nunca se está solo.
La celebración del Día Mundial de la Radio es muy reciente, la idea surgió del presidente de la Academia Española de la Radio, Jorge Álvarez, quien en enero de 2008 solicitó la instauración de esta celebración a Koichiro Matsuura Director de la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura). Inicialmente el día propuesto, respaldado por el sector internacional de radiodifusión de los cinco continentes, fue el 30 de octubre, fecha en que se emitió La Guerra de los Mundos, el histórico radiodrama dirigido e interpretado por Orson Welles en 1938 a través de la Columbia Broadcasting System (CBS) en 1938, provocando en EEUU el pánico de millones de personas, convencidas de que Estados Unidos estaba siendo invadida por un ejército de alienígenas.
Sin embargo, durante el debate, a propuesta de la Unesco el Consejo Ejecutivo decidió elegir el 13 de febrero, día en que se inauguró la emisora de radio de la ONU en 1946, el mismo año de su fundación. En enero de 2011, La 67 Asamblea General de las Naciones Unidas a propuesta formal del Gobierno de España ratificaría la creación del Día Mundial de la Radio y en noviembre de 2013, durante la 36ª Conferencia General, finalmente se proclamó el Día Mundial de la Radio, cuyos objetivos son:
Concienciar al público y a los medios de comunicación acerca de la importancia de la radio; alentar a los encargados de tomar decisiones a crear y ofrecer acceso a la información a través de la radio; así como mejorar las redes y la cooperación internacional entre los organismos de radiodifusión (sic)
En el caso de las radio emisoras, el futuro está a la vuelta de la esquina, y la radio una vez más se adapta perfectamente a los cambios, que en los últimos años no han sido pocos y se suceden velocidad de vértigo. Pero hay cosas que permanecerán como el lado humano de la radio, ¿por qué a pesar de existir canales de programación “a la carta”, súper-tecnificados, sigue siendo escuchada por millones de personas? La respuesta puede ser porque hace compañía, ese alguien virtual que comparte uno lo que siente o piensa, y cuenta cosas: eso no lo puede suplir nunca por ejemplo una perfecta selección musical. Cuanto más compleja es la tecnología, más se valoran los contenidos humanos que existen en ella, seguirá habiendo productores, redactores y locutores y, se apreciarán cada vez más su oficio, sus valores, naturalidad y transparencia. La computadora ordenara el contenido, pero el productor, director musical y el comunicador llevarán las riendas y ni el comunicador ni su medio perderán su papel humano.
La radio desempeña, asimismo, un papel humanitario importante y específico de comunicación en situaciones de emergencia y en las operaciones de socorro. Y en Venezuela además, las pocas radios independientes que quedan, transmiten en sus programas debido a la crisis humanitaria en que está sumido el país, servicios públicos solicitando donaciones de medicamentos para enfermos en peligro, por no haber existencias suficientes.
Por otra parte, las radios dejaran de ser simples “medios” difusores, para ser definitivamente productoras de contenidos con el fin de ser transmitidos a través de múltiples soportes: “TDT, smartphones, tablets, web, podcasts”, etc. y todo a nivel global. La escucha de radio online crece a un ritmo frenético cada año. Cuanto más se apliquen los procedimientos y estructuras de este moderno tipo de empresas, más cerca se estará de la sostenibilidad del negocio.
Poco a poco la radio se va desprendiendo del corsé de sólo poder ser escuchada a través de un aparato receptor, tanto en la casa como en el automóvil, pues ahora la radio se lleva en el bolsillo ya que no nos separamos del celular. Hasta en casa, elegimos lo que queremos escuchar desde nuestro móvil, que ahora es donde tenemos todas nuestras preferencias, perfiles y características personales. La radio ha de girar, necesariamente, alrededor de este aparatito que comenzó siendo, ¿se acuerdan? solo para llamar. El móvil será definitivamente nuestra radio y el centro de los canales de distribución de los programas.
En cuanto a la publicidad, la que permite a un medio ser independiente de las trapisondas políticas, la radio debe incorporarse a lo por venir. Las inserciones en forma de cuñas o anuncios han servido bien durante años, pero cada vez que se dice lo de “una pausa y volvemos en unos minutos”, los clientes se van cansando de oír su cuña cuando nadie escucha, y recibir las migajas de la audiencia, debido al zapping de los oyentes, mientras pasa ese rato, que pueden incluso no regresar si encuentran algo que los atrape. Los anunciantes piensan que si pagan la fiesta y el banquete quieren sentarse en el centro de la mesa. Por eso ya se están vislumbrando algunas concesiones en las programaciones a marcas y agencias, y cada vez veremos más este método de producción llamado “Branded Content”, que es algo más que un patrocinante, consiste en generar contenidos o programas concebidos para vincular a una marca que permita conectarla con el “target” de su consumidor. Esta fórmula por otro lado no es nueva, pero cayó en desuso, al menos en Venezuela, aunque con los nuevos tiempos parece que regresara.
En Venezuela la celebración de esta fecha se ha visto empañada por la falta de libertades y hostigamiento a este medio de comunicación. En el año 2017 fueron cerradas o expropiadas 44 emisoras radiales en el país, que se suman a las 48 que se habían incautado desde el 2005, durante el gobierno del difunto anterior presidente. En la mayoría de los casos las sanciones que motivaron a estos cierres fue por la línea editorial opositora del gobierno.
Conclusión: la tecnología cambia, pero la “magia de la radio” sigue presente así que tendremos radio para rato, sea por donde sea y pase lo que pase.
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