Los tickets que hacen feliz a Pedro Morejón
La empresa Valeven ha tenido un segundo aire de negocios gracias a dos decisiones seguidas de Miraflores: el bono Niño Jesús y el regreso de los talonarios del bono de alimentación. Un exministro sonríe
Aún en los corrillos del chavismo se recuerda cuando Pedro Morejón estuvo a cargo de una plantación de naranjas, en tiempos de Hugo Chávez, y el mandatario anunció que haría desde allí un programa Aló, Presidente. La idea era mostrar los avances que habían comprado la millonada que se invirtió en aquel lugar, pero no había nada. Cuentan que la solución fue «sembrar» unas matas de plástico para hacer un show frente a las cámaras y que aunque el propio Chávez se molestó mucho por tal engaño, no dudó en salir al aire rodeado de tanta falsedad.
Después de todo, Pedro Morejón era, y es, puro show, como lo demuestra su perfil como empresario del entretenimiento, el circo a falta de pan.
Pero el exministro reconvertido en empresario de dineros con mucho cabello no solo maneja Invershow, Tu Andamio y otras empresas de espectáculos, sino que también montó Valeven para disputarle a la internacional Cestaticket la boloña de dinero que el Estado debía manejar en bonos de alimentación. Y por un tiempo le funcionó.
Pero con la decisión de Nicolás Maduro de monetizar el bono de alimentación, como otro engaño para tratar de convencer a la gente de lo «positivo» del fulano «salario integral», su propia empresa estuvo caminando una cuerda floja. Su plantilla de empleados se redujo casi a la mitad, e hicieron magia para mantener a flote su oferta. No es que eso hiciera que le entrara menos plata a él o a su jefe, pero la medida de Maduro le cayó, oh ironía, como un mazo.
Eso fue hasta diciembre, cuando le llegó un nuevo aire. Dos, de hecho. El «bono Niño Jesús» se entregó en tickets de Valeven, una corredera que tuvo a los empleados de esa firma trabajando a más no poder en diciembre, sin vacaciones, sin descanso, para afiliar a los comercios que recibirían los papelitos que supuestamente serían usados para regalos infantiles -¿quién habrá dado la orden de incluir a licorerías?-. Claro que Valeven, como operador del ticket, debe haber tenido su ganancia, sin licitación ni competencia.
Ahora, Maduro echó para atrás la monetización del bono de alimentación y anunció el regreso del esquema de talonarios y tarjetas. En Valeven se frotan las manos con esa masa.
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