Migrantes venezolanos en Colombia llegan en situación de precariedad
El Departamento del Norte de Santander es líder y piloto a nivel nacional por la respuesta en salud a la población migrante, tanto en condición regular como irregular y que en un 92 por ciento no está inscrita en el sistema de salud
La composición de la migración venezolana ha venido cambiando con el tiempo y actualmente está integrada en una gran proporción por personas en estado de gran vulnerabilidad, empobrecidos y en situación de precariedad, indica Magaly Pedraza, quien se desempeñó hasta hace pocas semanas como Coordinadora para la Respuesta en Salud ante el Fenómeno Migratorio en el Departamento del Norte de Santander, en Colombia.
Como consecuencia de esta situación “hay mucha desnutrición entre los migrantes”, explica Pedraza en el espacio Conversaciones del portal de la asociación Diálogo Ciudadano Colombo Venezolano que conducen Txomin Las Heras y Alejandro Martínez y que reproducimos en TalCual.
Pedraza, magister en Salud Pública de la Universidad Javeriana y especialista en Gerencia de Servicios de Salud de la Universidad de Santander, explica para dar una idea de la magnitud del impacto de la migración en el sector sanitario de esa región fronteriza con Venezuela que “casi la mitad de las urgencias, así como una de cada cuatro consultas y una de tres hospitalizaciones son por embarazo, parto o post parto”, de población proveniente de Venezuela. Más de 187.000 venezolanos están asentados en el departamento del Norte de Santander.
“Últimamente se han presentado también enfermedades crónicas no tratadas. En general, todos los casos que llegan de migrantes venezolanos a los centros de salud del Departamento del Norte de Santander son no controlados. Si es tuberculosis es sin diagnóstico, si es diabetes es sin exámenes, si es hipertensión es sin medicamentos. Por nombrar solamente otro aspecto, las mujeres no tienen métodos anticonceptivos y las embarazadas no tienen control prenatal”, señala la especialista en salud pública.
El Departamento del Norte de Santander es líder y piloto a nivel nacional por la respuesta en salud a la población migrante, tanto en condición regular como irregular y que en un 92 por ciento no está inscrita en el sistema de salud. “Es bueno resaltar la coordinación que hace la autoridad sanitaria, en este caso el Instituto Departamental de Salud con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), para liderar conjuntamente las mesas de salud y las sub mesas, entre ellas las de salud sexual y reproductiva y la de nutrición, pues ha permitido fortalecer la institucionalidad para dar respuestas, evitando duplicidades y apuntando a las mayores necesidades. Nunca será suficiente ni perfecto pero hemos desarrollado capacidades para dar una respuesta de la mejor manera”, relata Pedraza.
Cuando llegó la pandemia del Covid-19, debido a las medidas de confinamiento y el temor de la población, hubo una disminución en la demanda de los servicios de salud, especialmente de salud sexual y reproductiva, así como de consultas médicas. “Pero ahí hay que anotar que las organizaciones no gubernamentales y las del Estado se adaptaron rápidamente a las nuevas normas del Ministerio de Salud de atención ambulatoria en comunidad y bajo otras modalidades como la tele orientación”.
En cuanto a salud mental, los migrantes, por estar en otro país, por la situación de precariedad y por toda la crisis humanitaria que están viviendo, tiene más afectaciones. “Allí hay unas grandes brechas y esperamos que al aumentar el porcentaje de población en situación regular, se puedan ir solucionando. Mientras tanto, hay algunos acuerdos con el único hospital de salud mental que tenemos en el Norte de Santander para garantizar ciertos servicios”, explica la ex funcionaria de la gobernación de ese departamento fronterizo colombiano.
Pedraza deposita grandes esperanzas en el recientemente firmado Estatuto Temporal de Protección a los migrantes venezolanos por parte del gobierno nacional de Colombia, pues en la medida en que esta población regularice su situación en Colombia podrá acceder con plenos derechos al sistemas de salud y beneficiarse de los programas de medicina preventiva.