Mil migrantes irregulares entraron a Panamá diariamente en agosto desde el Darién
Cifras recientes de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) revelan que 53% de los migrantes que cruzan la selva del Darién no tienen acceso a alimentos, 45% no tienen dónde dormir durante el tránsito y 38% no tiene medios para cubrir gastos de transporte durante la travesía
La cifra de migrantes que cruza la selva del Darién con el sueño de llegar a los Estados Unidos sigue en aumento mes a mes. La mayor cantidad de ciudadanos que toman esta riesgosa ruta migratoria provienen de Venezuela; de acuerdo con el Servicio Nacional de Migración de Panamá el año pasado, 2.827 venezolanos atravesaron esta jungla, pero entre enero y agosto de 2022, la cifra asciende a 68.575.
Solo en el mes de agosto de este año, 23.362 mil venezolanos tomaron este camino; lo que representa un aumento de 4.060% en comparación con el mes de agosto de 2021. Inés Urdaneta Estela, vicepresidenta de la organización Alianza VenCR, fundada por venezolanos en Costa Rica para responder a las necesidades de los migrantes, indicó que el pasado mes de agosto «mil migrantes irregulares entraron a Panamá diariamente en agosto desde el Darién»; de los cuales, 14% eran menores de edad.
Cifras recientes de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) revelan que 53% de los migrantes que cruzan la selva del Darién no tienen acceso a alimentos; es decir, viajan sin comida, 45% no tienen dónde dormir durante el tránsito y 38% no tiene medios para cubrir gastos de transporte durante la travesía; por lo que terminan durmiendo en la calle, pidiendo dinero, buscando formas de ganarse la vida vendiendo cosas o haciendo colectas para continuar el camino.
Todos los migrantes que cruzan el Darién están en extrema vulnerabilidad y ni los gobiernos, ni las iglesias, ni las organizaciones no gubernamentales tienen cómo atenderlos a todos. «Estamos fortaleciendo para poder cubrir las necesidades, pero no hay capacidad de albergues para todas estas personas; ni las agencias internacionales ni otras agencias de Estados Unidos que ofrecen fondos pueden atenderlos a todos», expuso Inés Urdaneta.
Los migrantes que cruzan la selva del Darién todos van pasando hambre y enfermos. Las principales enfermedades que se observan son diarreas, afecciones gastrointestinales, severos problemas dermatológicos, psicológicos por todo lo que ven y viven en la selva. Otros van sin ropa y sin zapatos porque perdieron todo en el camino.
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La ONG AlianzaVenCR ayuda a los migrantes con alojamiento temporal, alimentación, atención médica, ropa, transporte y atención psicológica; pese a que es un número limitado el que pueden atender.
Inés Urdaneta enfatiza que «después del trauma que representa el Darién, los migrantes corren los mismos riesgos para atravesar la frontera entre México y Estados Unidos».
También indica que urge plantearse nuevas estrategias, coordinadas entres los diferentes países para una migración segura y ordenada.
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75% de los migrantes enviados a Washington DC son venezolanos
Por su parte, Marisela Castillo, directora de la ONG Acción Humanitaria por Venezuela, confirmó que las necesidades de los migrantes que están llegando a Washington DC, enviados desde Texas y Arizona, son las mismas que reportan organizaciones de ayuda humanitaria en los demás países que atraviesan los migrantes antes de llegar a Estados Unidos.
Indicó que desde el pasado mes de abril 200 migrantes han sido enviados a Washington y «por registros propios, estamos nosotros calculando que más de 75% de esos migrantes son venezolanos».
Detalló que entre los migrantes que han atendido hay «mujeres que han sido brutalmente abusadas en la selva del Darién por tres y hasta siete hombres, con violaciones masivas, y que sufren estrés postraumático». También indica que han recibido niños afectados por esta misma situación.
Un aspecto que llama la atención y que Marisela Castillo resalta que es que la mayoría de los migrantes venezolanos que llegan a Estados Unidos «no tienen redes de apoyo acá, no tienen un familiar que previamente haya emigrado; lo que aumenta su vulnerabilidad porque nadie los está esperando».
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