No existe camino matemático para que Trump llegue a los 270 electores
«Estamos hablando de más de 77 millones que votaron por Biden y 72 que votaron por Donald Trump, lo que significa que no haya suficientes votos. Estamos hablando de un país en el que cada voto cuenta y en el que hay un sistema distinto al de otros países», indicó Mendoza
En esta oportunidad, Celia Mendoza, corresponsal de La Voz de América, compartió en Crónicas Crónicas hechos y visiones políticas por haber seguido de cerca las elecciones presidenciales de Estados Unidos con el periodista Alonso Moleiro. Recordemos que Mendoza ha sido acreedora de la Medalla de Oro de la VOA por su cobertura en eventos históricos mundiales.
– Estatus actual de la pugna Biden – Trump. El Partido Republicano dio un giro que a algunas personas las ha sorprendido. ¿Cuál es el retrato actual de la situación? ¿Cuánto puede durar la pugna por la victoria final de las elecciones de Estados Unidos?
-La fecha marcada en el calendario sería el 20 de noviembre, que es cuando Georgia tiene que certificar al ganador de sus elecciones. Entonces, eso podría poner un poco de presión en el Partido Republicano y, en especial, en el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Esto determinará los resultados de las elecciones, la certificación y el resto del proceso.
En este sentido, estamos viendo es que Trump está aferrado a seguir adelante con la afirmación de un posible fraude. Tiene un equipo legal que trabaja en distintos estados. Más de siete demandas han sido interpuestas desde hace más de una semana cuando se cerraron las urnas.
Hasta el momento, ningún juez le ha garantizado a Trump la posibilidad de seguir adelante con estas demandas, debido a la falta de pruebas concretas, para poder tomarlo como un caso real. Aunque de no haber presentado antes fundamentos legales tampoco quiere decir que ellos no cuenten con evidencias que eventualmente puedan presentar. Lo que está claro es que numéricamente no existe camino matemático para que Trump llegue a los 270 electores, lo cual va a ser crucial cuando estamos hablando de una elección en la que Joe Biden, después de haberse proyectado sus historias la semana pasada en Pensilvania, empieza a ganar
– ¿Cuáles son las consecuencias del cuestionamiento de tantear que haya habido fraude, que haya tanta gente que pueda creérselo en la vida cotidiana, en las tensiones tradicionales de Estados Unidos? ¿Qué consecuencias podría tener esta conducta de Trump?
-Realmente es muy complicado y muy difícil para los estadounidenses y, en especial, para los demócratas y republicanos tradicionales porque lo que hace es que erosiona la idea de que las elecciones en Estados Unidos son justas y esto es algo que parte de la tradición, pero también daña un poco la credibilidad a nivel nacional. Recordemos, que los Estados Unidos ha podido hacer alusiones importantes debido a esta idea de que hay una democracia sólida y que lo hay. Estamos hablando de más de 77 millones de estadounidenses, indicaban las cuentas, que votaron por Biden y 72 que votaron por Donald Trump, lo que no significa que no haya suficientes votos. Estamos hablando de un país en el que cada voto cuenta y en el que hay un sistema distinto al manejado en la mayoría de los países. En cualquiera de los países, Joe Biden no tendría que argumentar nada. De 77 millones a 75, ya hubiese ganado hace rato. Aquí estamos hablando de un sistema electoral donde se tienen que conseguir estos votos para luego certificarse en los estados y después el 14 de diciembre, los electores de cada uno de estos estados, firme esto. Así que hay una diferencia grande, pero lo que sí hace es que elimina la posibilidad que muchas personas se sientan tranquilas con lo que está sucediendo y puedan avanzar en esta transición democrática que se espera el próximo 20 de enero.
-De acuerdo a lo que recogemos, todo indica que Trump no va a poder hacer nada y será Biden nombrado presidente, si todo va por donde esperamos. Uno ha visto por ahí que Trump se ha planteado la posibilidad de lanzarse en 2024, lo cual sería rareza que un presidente derrotado regrese por sus fueros, o si por el contrario creará una especie de caudillismo primermundista que pueda hacer que vuelva a imponer su voluntad en el partido Republicano.
-Realmente, lo que hemos visto es una división en el Partido Republicano desde el inicio, que ha sido parte de estas últimas jornadas electorales desde hace dos años, jornadas que tienen un peso significativo y por las que se creó un proyecto llamado «Lincoln Project«, llamado así por el primer presidente republicano, Abraham Lincoln, donde los republicanos tradicionales buscan tener un lineamiento en el partido alejado de lo que Trump ha traído desde que lo conforma, que ha sido un poco más populista y menos tradicional.
Desde la estancia allí de este mandatario, este partido ha logrado cambiar completamente las estructuras no solo del poder sino de la retórica. Donald Trump ha dicho que quiere o, por lo menos muestra, que hay alguno de sus aliados que está tratando de recordar que esta puede ser una posibilidad para que se mueva o salga de la presidencia antes de que acepte su derrota.
También, está hablando de que la otra cosa que podría hacer es convertirse en un magnate de las comunicaciones y enfrentarse a Fox News, que ha sido su aliado mediático en los últimos cuatro años, pero al que en este momento tiene en la mirilla, con enojo, después de haber declarado sus proyecciones a Biden y no de sentir que lo están respaldando al 100% como a él le gustaría sentir en estos instantes, donde él mantiene que se le ha robado su elección.
Los estadounidenses después de cinco días de espera y de que el sábado se declarara ganador Biden, pensaban que podrían seguir adelante con sus vidas. Sin embargo, no es así, la gente está muy preocupada, no se saben qué acciones legales puedan darse. Hay gente que, inclusive, piensa que el presidente Trump va a ser ganador y a otros les da temor que haya alguna manera legal de que puedan cambiarse las legislaturas.
– De acuerdo a lo que interpreto, si debería ganar Joe Biden, los republicanos tendrían el interés de estar tranquilos en que las pruebas queden agotadas. ¿Cómo evalúas en lo personal, según su olfato, lo que tiene Joe Biden frente a sí, en caso de terminar siendo la persona proclamada ya presidenta de Estados Unidos en los próximos días?
-Esto es algo bien particular, como mencionas, este es un ambiente bastante dividido que se está viviendo. También, hemos visto la retórica que ha mantenido Biden. Que se ha caracterizado por ser calmada, no agresiva, no se ha ido de frente contra el presidente, ha dicho que le va a dar su tiempo y que espera que lo llame. No han presionado para que les den la autorización al equipo de transmisión, que es algo tradicional. No es algo que tenga que hacer el presidente, pero que ayuda en este proceso de empalmamiento. Lo que sí hemos escuchado una y otra vez y que ha sido clave es que Biden ha dicho que va a ser el presidente de los que me quieren y los que no me quieren. Los que votaron por mí y los que no votaron por mí. Eso es bien importante: las palabras que ha utilizado y cómo ha manejado ayuda este proceso.
Hay que recordarle al electorado que a los republicanos les fue muy bien en estas elecciones a pesar de esta posible derrota, que aún está peleando, que agarraron sillas en el Congreso, quitándole una fuerza grande a los demócratas, que se mantuvieron en el liderazgo, que era algo que se esperaba y que de pronto no fuese a suceder. Ahora tienen dos sillas por las que se están peleando, por la que quedarían casi empatados. Estas son dos sillas en Georgia. A larga, los republicanos mostraron que su base republicana votó en grandes cantidades de gente. Esto nos muestra que no están débiles ni que tengan una base para pelear por votos.
– Todo lo contrario, se ve una gran paridad de fuerzas. Me pregunto la influencia que pueda tener Trump en el Partido Republicano.
-Definitivamente, y esta es la razón por la que no vemos que hayan reconocido a Joe Biden. Muchos de los republicanos que no quieren sentir la rabia, el enojo de Donald Trump. Recordemos, que horas después de los primeros votos, su hijo salió en un tuit diciendo «¿Dónde están los republicanos que apoyan a mi papá?». Esto es parte de esa idea. Además, hay dos escenarios aquí: Pompeyo dijo, al preguntarle, que ellos estarán listos para una segunda transición y administración Trump. Esto le ha costado muchísima credibilidad, pero es un mensaje al presidente en el que hay que recordar que Pompeyo quiere lanzarse a la presidencia en el 2024 y necesita a toda esa base de Trump que podría hacerse esa candidatura.