Plantas eléctricas: el lujo que se hizo necesario también trae sus riesgos
El desespero que llegó con los apagones provocó una demanda desmesurada por las plantas eléctricas , lo que aumentó sus costos significativamente
El 7 de marzo comenzó en el país el ciclo de apagones más grande en la historia de Venezuela. La nación entera vivió días de completa penumbra que afectaron a comercios y viviendas. La falta de energía eléctrica genero cuantiosas perdidas no solo en la cadena productiva sino en cientos de hogares, que sufrieron los daños no solo de alimentos sino de enseres.
Casi un mes después de que iniciaran las fallas en el sistema eléctrico, el 4 de abril el gobierno de Nicolás Maduro hizo público un plan de racionamiento, que consistía en suspender el servicio por tres horas diariamente a gran parte del país, excepto los estados Vargas, Miranda y Distrito Capital.
La medida no se cumplió desde el primer día, en ciudades como Maracaibo, Mérida, Valencia y Barinas aún se vive muy de cerca la falta de seriedad del Estado ante el plan de racionamiento. Incluso, existen lugares donde las personas pasan hasta 18 horas al día sin servicio eléctrico.
Lo que sí es una realidad es que desde ese momento nada en el país volvió a la normalidad, el Gobierno creo un plan de racionamiento que hasta el momento de esta publicación no había sido revocado, lo que fijaba de manera indefinida el horario no solo de trabajo sino de clases, limitando a los niños y jóvenes en sus niveles de educación.
Peligro puertas adentro
Con los apagones llegó el desespero y el boom por las plantas eléctricas, lo que aumentó la demanda significativamente y convirtió en una necesidad a lo que hasta ahora había sido poco menos que un lujo.
No obstante, existen medidas básicas que se deben tener en cuenta al momento de adquirir una planta eléctrica. El jefe de la división de riesgo de los bomberos del Distrito Capital, teniente coronel Carlos Rivero, explicó a TalCual que cuando deseen comprar una planta eléctrica debe consultarse con el vendedor su capacidad y el tipo de equipos aptos para ser conectados.
De hecho, dependiendo del voltaje hay equipos que no pueden ser conectados a los generadores portátiles pues pueden dañarse e incluso generar un incendio
Para el jefe de los bomberos es importante destacar que las plantas eléctricas no deben estar en lugares cerrados, pues al utilizar combustibles fósiles como gasolina, gas o gasoil, generan una cierta cantidad de oxido de carbono (CO) que puede ser perjudicial para la salud.
Aunque los equipos de nueva generación minimizan la producción de CO, se trata de una cantidad dañina para la salud, por lo que los bomberos exigen que nunca sean utilizados dentro del hogar, garajes o almacenes. Los niveles mortales de CO pueden concentrarse pueden permanecer por horas, aún luego de que el generador haya sido apagado.
Se debe evitar colocarlos cerca de puertas, ventanas y tomas de aire que podrían permitir que el CO entre a las habitaciones, especialmente en la noche.
También debe evitarse exponerse al sol directo, así como estar protegidas de la lluvia para evitar un choque eléctrico por electrocución. Asimismo, deben mantenerse alejados de gases inflamables (bombas de gas u oxigeno), de cualquier material combustible como madera, papel o plástico y claramente apartados del área de la cocina.
Otro detalle a tomar en cuenta es que se debe apagar la planta y esperar que se enfríe antes de volver a llenar el tanque de combustible. Un derrame de gasolina en las partes calientes de un motor podría provocar un incendio.
Rivero recuerda que las plantas eléctricas cuentan con mecanismos modernos anti ruido, otro de los detalles en contra en los equipos de vieja data.
Otra recomendación es que nunca se debe traer energía al hogar conectando un generador directamente a un tomacorriente. Esto es muy peligroso pues representa un riesgo de electrocución para los trabajadores de la electricidad y para los vecinos que reciben energía del mismo transformador de electricidad.
Hasta el momento el cuerpo de bomberos del Distrito Capital no ha recibido ningún reporte de incidentes con planta eléctricas; sin embargo, el llamado a la ciudadanía es a la prudencia y al manejo adecuado de los equipos eléctricos.
Costos inalcanzables
Tratándose de productos que no son fabricados en el país, y dado el proceso hiperinflacionario que vive Venezuela, adquirir una planta eléctrica se ha convertido en una posibilidad solo asequible a los pocos privilegiados que cuentan con divisas, pues todas se venden en moneda extranjera.
Los precios varían de acuerdo a la capacidad del equipo. Los de menor voltaje ( entre 1 a 1.5 kilovatios/amperios) solo alcanzan a encender un par de bombillos y conectar electrodomésticos que demandan poca corriente, como licuadoras, batidoras o recargar los teléfonos
Estos pueden llegar a costar unos 600 dólares si se adquieren en cualquier establecimiento del país, esto calculando la divisa en Bs. 6.000 por dólar de acuerdo a lo registrado en el mercado paralelo.
Las plantas eléctricas de mayor voltaje (entre 3 y 5 kilovatios/amperios) ideales para mantener en funcionamiento equipos como la nevera, cocinas, microondas y televisores, pueden llegar a costar cerca de los 1.500 dólares o más de 11,5 millones de bolívares, lo que representa 250 sueldos mínimos, de acuerdo al último decreto que fija el salario base en Bs. 45.000.
Asimismo, se encuentran la denominadas “medianas”, que aunque son portátiles pueden servir para atender edificios pequeños, mantener en funcionamiento clínicas, laboratorios y comercios, pues producen entre 10 y 15 kv/A.
Para cada uso
- Casa pequeña: entre 1 a 1.5 kv/A
- Casa con comodidades (aire acondicionado, nevera, lavadoras, televisores):entre 5 a 6 kv/A.
- Comercio pequeño: entre 3 a 5 kv/A
- Frigorífico, planta de hielo y otros: entres 5 y 10 kv/A.
- Empresa pequeña: 15 y 50 kv/A
- Fábricas e industrias: entre 1.000 y 3.000 kv/A.
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