Productores denuncian que contrabando de papas colombianas perjudica producción nacional
El principal flujo de contrabando de papas se encuentra en la frontera entre el Norte de Santander en Colombia y Táchira en Venezuela, estado controlado por el chavismo bajo la gobernación de Freddy Bernal, quien parece no hacer nada para reducir estas prácticas
La Asociación de Agricultores y Productores de Papa del Estado Táchira (Apropatáchira) manifiesta su preocupación ante el incremento del contrabando de productos provenientes de Colombia, que atenta contra la producción nacional.
El presidente de esta organización, Gerson Pabón, denunció en un programa de Radio Fe y Alegría que existe un «grupo de personas que se ha dedicado a dañar el mercado» al ingresar de manera ilegal papas frescas colombianas y cebollas ecuatorianas.
De acuerdo con Pabón, estas actividades ocurren con la anuencia de los gobiernos regionales, que ofrecen un «protectorado» para permitir que estos grupos importen productos a un precio más económico, pero sin superar ningún tipo de revisión, control de calidad o sanitario y sin pagar impuestos.
«Debería haber una revisión por parte de los organismos del Estado. Esa mercancía que está entrando al país debe ser revisada», recalcó.
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El ingreso de mercancías por vías irregulares es un problema que afecta a todos los sectores productivos nacionales y que ha sido denunciado por representantes gremiales de la empresa privada desde hace años.
El contrabando permite el ingreso de productos mucho más económicos al país. No tienen gastos adicionales para cumplir con las regulaciones y no aportan al fisco, en contraposición con los productos nacionales que deben cumplir con un estricto control y pagar diversos trámites e impuestos. Como resultado, se crea una competencia desleal entre ambas mercancías, aunque se trate del mismo producto.
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Los productores nacionales se ven obligados a reducir sus precios a lo mínimo posible para mantener un pequeño margen de ganancia en un intento por competir con la producción de contrabando, que sí deja rentabilidad a quienes la importan.
A pesar de que esta tendencia ha sido una constante durante años, desde agosto se han incrementado las denuncias, a pesar de que Colombia y Venezuela preparan la reapertura de la frontera el próximo 26 de septiembre y, uno de los focos de esta nueva relación entre ambos gobiernos, es reducir el contrabando.
De hecho, Pabón cuestionó que esta reapertura y la normalización de las relaciones comerciales entre Venezuela y Colombia sirvan para mejorar la situación de los productores, puesto que no hay suficientes condiciones como para competir con la industria colombiana en materia de producción de hortalizas.
Ciegos ante el contrabando
El principal flujo de mercancía contrabandeada se encuentra en la frontera entre el Norte de Santander en Colombia y Táchira en Venezuela, estado controlado por el chavismo bajo la gobernación de Freddy Bernal, quien parece no hacer nada para reducir estas prácticas.
El Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio) ha solicitado al Gobierno en diversas ocasiones restituir la Comisión Presidencial de la Lucha Contra el Fraude Aduanero, una instancia creada en 2001 para atajar los problemas de contrabando que perjudicaban al país en esa época, pero que desde hace más de 10 años perdió su operatividad.
Las autoridades del chavismo no han dado respuesta a esta petición, a pesar de que la instancia permitiría el encuentro entre autoridades fiscales y representantes de gremios empresariales.