Venezuela cerró 2019 con una inflación de 7.374,4%
El diputado Ángel Alvarado sostiene que el 2019 fue «el peor año económico» del país desde que se dan estadísticas en Venezuela. Calcula que la contracción el año pasado fue de 43%
A pesar de los intentos del gobierno de Nicolás Maduro a lo largo de todo el año pasado para ralentizar el incremento de los precios, el país sigue manteniéndose en una senda de alta inflación. De hecho, es actualmente la más alta del mundo. En diciembre la variación promedio de precios fue de 33,1%, lo que llevó a que Venezuela cerrara el año 2019 con una inflación de 7.374,4%, de acuerdo con la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional (AN).
La instancia parlamentaria, que desde enero de 2017 calcula su propio Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) dada la política de ocultamiento que mantuvo el Banco Central de Venezuela (BCV) desde 2015, registró que en diciembre el rubro de alimentos y bebidas no alcohólicas aumentó 45,5%, bebidas alcohólicas y tabaco subió 59%, vestido y calzado 39%, y hoteles y servicios 60,2%.
El diputado Ángel Alvarado, economista y miembro de la Comisión de Finanzas del Parlamento, explicó que en diciembre los precios aumentan normalmente hasta la semana del 24, y después se entra en un período en el cual tienden a variar menos, por eso en diciembre la inflación se comportó casi igual que en noviembre, cuando se ubicó en 35,8%, casi el doble que octubre (20,7%).
Señaló que la política de contracción del crédito que aplica el Banco Central de Venezuela (BCV) a través del encaje bancario marginal, como parte un plan diseñado por el gobierno de Nicolás Maduro para contener el precio del dólar y frenar la inflación, hizo que la variación de precios el año pasado fuera menor que en 2018, año que cerró con una inflación de 1.698.844,2%. Sin embargo, la administración de Maduro la ha controlado a costa de generar una mayor contracción de la economía, que en los últimos seis años ha caído casi un 60% según el Banco Central.
De hecho, la instancia parlamentaria calcula que en 2019 la economía venezolana se contrajo 43,1%, cifra que indica que este puede ser «el peor año de la economía venezolana desde los tiempos de las guerras del siglo XIX». “Casi el peor año por mucho desde que se dan estadísticas en Venezuela, a pesar de medidas como la desaplicación de los controles de cambio y de precios y a la menor persecución al sector privado, la economía no se recupera porque no ha habido un cambio político”. Esa “gran caída” se debió en gran medida al encaje legal, que impide que el sistema financiero pueda prestar al sector comercial, industrial y agrícola, y eso tiene un efecto importante sobre la producción de bienes. “El encaje legal paró la economía casi en seco”.
Alvarado califica el 2019 como “el año de la exclusión”. «Venezuela es el país más desigual del mundo», asevera, pues actualmente la sociedad venezolana está dividida entre los que solo tienen bolívares y los que tienen acceso a divisas.
«En este momento hay un grupo que tiene acceso a dólares y una inmensa mayoría que no se puede proteger de la hiperinflación, lo cual genera una sociedad con una gran desigualdad», en la cual el nuevo salario mínimo en Venezuela de 250.000 bolívares, que gana cuatro millones de empleados públicos y cuatro millones de pensionados, ni siquiera alcanza para comprar un cartón de huevos, que en el mercado ya cuesta incluso 300.000 bolívares.
Reafirmó que la única manera que en Venezuela haya una mejora salarial, que “regresemos a los salarios del pasado de 300 o 400 dólares”, es que haya un cambio político que permita una recuperación económica. «Mientras no haya un cambio político, los trabajadores venezolanos seguirán teniendo salarios que oscilan entre dos y tres dólares. Todos quisiéramos que un trabajador venezolano ganase como salario mínimo 500 dólares o 1.000 dólares o 7.000 dólares, pero eso no se logra con decreto, sino se logra con crecimiento económico, con inversión, con innovación, con una economía que se abra al mundo, y eso no es posible mientras no ocurra un cambio político, es decir, que el país se reinstitucionalice y que haya estado de derecho».