Venezuela, el país más miserable del mundo por cuarto año consecutivo
La hiperinflación galopante, las tasas de cambio que fluctúan constantemente en el mercado negro, el desempleo y un estricto control de precios empujan la economía venezolana al fondo
El índice de la miseria que presenta anualmente Bloomberg, calculado con la suma de la inflación y la tasa de desempleo de 66 países, otorgó por cuarto año consecutivo el primer lugar a Venezuela como la economía más miserable, con una predicción tres veces peor de la que tenía en 2017.
“La hiperinflación ha convertido la medición de los precios en un dolor de cabeza. Las tasas de cambio del mercado negro han proporcionado una forma de medir la inflación, mientras que otras estrategias alternativas han perseguido las fluctuaciones diarias de los costos. Una reciente reducción del precio de los comestibles por parte del gobierno dio un breve respiro a la inflación, mientras que los economistas encuestados la ven aumentar un 1.864% este año”, indica la agencia sobre el caso venezolano.
Bloomberg también detalla que el país estaría esperando para 2018, según proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) una inflación mayor a 13.000%. La inflación de 2017 se ubicó en 2.400%.
A pesar de eso, los resultados del índice demuestran que gran parte del panorama económico global se mantiene positivo con un crecimiento anual de 3,7% para el presente año, igualando el ritmo del año pasado que fue el mejor desde 2011, según la mediana de la encuesta de Bloomberg.
Tailandia volvió a reclamar la condición como la economía “menos miserable”, aunque la manera única de calcular el desempleo en el país hace que el segundo lugar de Singapur valga la pena. Por otro lado, México busca grandes avances este año, ya que la inflación se ha vuelto más manejable, mientras que Rumanía absorbe más miseria por la razón opuesta.
El índice se basa en el concepto ancestral de que la baja inflación y el desempleo generalmente ilustran qué tan bien deberían sentirse los residentes de una economía. A veces, por supuesto, un recuento bajo puede ser engañoso en cualquiera de las categorías: los precios bajos constantes pueden ser un signo de una demanda deficiente, y un desempleo demasiado bajo encadena a los trabajadores que desean cambiar a mejores empleos.
Con información de Bloomberg
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