Venezuela entra «a lo macho» a un sistema de pago bimonetario electrónico y en efectivo
La escasez de bolívares en efectivo y el aumentó la disponibilidad de divisas para compra y venta de bienes, obliga a la administración de Maduro a flexibilizar más la política cambiaria y a enrumbarse hacia la creación de un sistema de pago 100% digital. Pero ¿Está preparada Venezuela para ello, la plataforma tecnológica de la banca podrá soportar al alza de las transacciones y Cantv reforzará el servicio de internet?
Venezuela parece estar ingresando a la lista de países que han decidido modernizar su economía a través de la creación de plataformas tecnológicas, que permitan nuevos sistemas de pago de forma digital. La administración de Nicolás Maduro así lo ha anunciado al señalar que «el país tendrá una economía 100% digital en 2021», pero el interés de ir hacia esta meta difiere de los motivos de las otras naciones que no han padecido de un fuerte proceso hiperinflacionario, de devaluación y de recesión como la economía venezolana.
Aunque las autoridades monetarias y financieras no han informado los lineamientos de cómo se llegará hacia esa economía 100% digital, se presume que el país contará con un sistema bimonetario de pago con bolívares (solo transacciones electrónicas) y con divisas (efectivo y transacciones electrónicas), más obligado por las circunstancias que por ser parte de un plan integral.
En Venezuela son más las razones económicas y operativas para ejecutar este plan y, aún más cuando las cifras del Banco Central de Venezuela (BCV) revelan que el efectivo que existe en el país representa apenas 2% del total de la liquidez monetaria, lo cual muestra que las operaciones con bolívares en efectivo son mínimas y se reducen esencialmente al pago de transporte público, para las propinas o para la gasolina en las estaciones de servicio subsidiadas.
De acuerdo al último reporte publicado por el ente emisor, la liquidez cerró la semana del 8 de enero en 579,5 billones de bolívares, versus los 12,6 billones de bolívares de monedas y billetes que circulan en el mercado monetario nacional.
Mientras baja la disponibilidad de bolívares, crece la dolarización transaccional, es decir, los pagos en el sector comercial e industrial con efectivo en moneda extranjera: dólares, euros y/o pesos.
Para el economista y profesor de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Leonardo Vera, en Venezuela ya viene sucediendo el uso de las transferencias de pago en línea o a través de medios digitales, no tanto porque se haya diseñado un plan para agilizar o acelerar el uso del dinero electrónico y de las plataformas que existen actualmente, sino por el proceso de hiperinflación en el país que generó desgaste y obsolescencia en el dinero en efectivo.
«Las transacciones en efectivo con dólares, euros o pesos son las que más se hacen en el país, así que me temo que Venezuela esté avanzando hacia un sistema bimonetario en donde vamos a hacer transacciones electrónicas con bolívares y físicas y electrónicas con divisas», dijo.
La economía venezolana sufre desde hace décadas de un proceso de devaluación de la moneda local, que llevó a un país con altos índices inflacionarios a brotar en una hiperinflación que tiene más de tres años. Esto ha generado que los escasos bolívares en efectivo sean insuficientes para pagar el más barato de los productos o servicios.
«En estos momentos no hay piezas monetarias que le sean útiles a los ciudadanos, al menos para hacer sus transacciones cotidianas. El billete más elevado en Venezuela es el de 50.000 bolívares y para comprar algo que cueste, por ejemplo un dólar, se necesitan 20 billetes de 50.000, los cuales no dispensan los cajeros automáticos ni los bancos. En consecuencia, las personas han tenido que migrar aceleradamente a los medios electrónicos», afirmó Vera.
El profesor de la Universidad Católica Andrés Bello, Ronald Balza, coincide en que el uso del efectivo se está reduciendo en varios países del mundo en términos relativos a la cantidad de dinero que se expresa en depósitos bancarios transferibles, que incluso en economías con sistemas financieros vinculados permiten adquirir monedas de otras naciones a través del sistema bancario, lo que le posibilita a los residentes tener depósitos expresados en otras divisas.
Explicó que esto hace que el ambiente multimoneda sea algo extendido por el avance tecnológico ya que permite las compras por Internet, por ejemplo, en el que el efectivo en este caso no es necesario. Es decir, no es necesario ir a otro país para adquirir algún bien en ese otro país.
«Decir que la economía venezolana se va a digitalizar ahora pone en evidencia que durante el control de cambio el sistema financiero fue desvinculado del resto del mundo. En nuestro caso la digitalización no es un gran avance, sino que pone en evidencia el gran retraso en las posibilidades de intercambio casi dos décadas después», apuntó Balza.
Resaltó igualmente el economista que más que un sistema bimonetario, Venezuela se encuentra ya en un sistema multimoneda. Recuerda que en el caso del estado Táchira hay transacciones en bolívares, pesos y en dólares, mientras que en la frontera con Brasil se utilizan el real y el oro como medios de pago. En su momento, el BCV también comenzó a vender euros a la banca local, aunque no tenemos evidencia de qué pasó con esta moneda porque no hay información al respecto.
«La pregunta es si este sistema multimoneda que es normal en muchos países, ¿Qué nos distingue, por qué es especial en Venezuela? La razón es que en otras naciones no tiene que ver con la hiperinflación o con el control de cambio, en otras economías es para facilitar las transacciones. En Venezuela es más una consecuencia de la hiperinflación que destruyó el efectivo y que se diseñó de manera poco eficiente con la reconversión monetaria y, luego por la presencia de dólares en efectivo traídos por venezolanos desde el exterior y que formaban parte de sus ahorros», dijo Balza.
Carencias tecnológicas
Por otra parte, a juicio de Leonardo Vera, con todas las fallas que tienen las plataformas de medios de pago, además de la carencia de energía eléctrica que tiene Venezuela, no hay tecnología que esté al alcance de las personas para hacer con facilidad este tipo de transacciones. El gobierno se encuentra diseñando un plan con el cual se pague el transporte público a través de una tarjeta, pero para el economista esta «logística luce complicada». En efecto, ya varias asociaciones de transportistas han advertido que colocar un sistema de este tipo en sus unidades resulta muy costoso.
«Pero no me cabe la menor duda de que Venezuela está avanzando en esto, en el mundo se ha acelerado por el tema del covid-19, pues las personas utilizaron más las plataformas tecnológicas para hacer varias de sus operaciones cotidianas. Aunque en el país ha sido además por otras razones», recalcó Vera.
Ronald Balza considera necesario que la banca debe preparar sus plataformas para llevar a cabo este tipo de procesos o de adaptación hacia lo digital. Recalcó que los bancos venezolanos no tienen divisas en sus balances debido a los controles de cambio, pero tiene una plataforma tecnológica que puede vincularse con otros bancos en el mundo.
«La pregunta quizás no sea si se está preparado o no, lo importante es saber cuáles son las normas y las reglas para llevarlo a cabo, y cuál será el incentivo para que los venezolanos tengan cuentas en divisas en Venezuela, cuál es la ventaja que le genera por ejemplo desde el punto de vista de costo de las transferencias, y hasta qué punto el manejo del efectivo le facilita a través del sistema bancario. En fin, son muchas preguntas que responder».
¿Otra reconversión?
La reconversión monetaria es una necesidad que se vuelve a plantear en el país. Muchos advirtieron cuando se hizo la anterior eliminación de ceros al bolívar que en poco tiempo sucedería una nueva reconversión si Venezuela no desplegaba un programa de estabilización económica. Esta posibilidad -señalan algunos voceros- podría ejecutarse una vez que se diseñen e implementen los sistemas de pago digitales.
«Y efectivamente no ocurrió ese programa de ajuste para estabilizar a la economía venezolana, por lo que todas las piezas monetarias que se distribuyeron con la anterior reconversión quedaron obsoletas y vuelve a presentarse el problema del gran número de dígitos que no caben en las máquinas registradoras ni en los registros digitales. Esto nos lleva a la conclusión de que la reconversión monetaria es una exigencia casi que de inmediata«, sostuvo Vera.
Este plan de una economía digital no es -para Balza- necesariamente un preámbulo para una posible nueva reconversión monetaria, pero acota que si es necesario ejecutar este proceso porque habrá que ajustar por tercera vez los mecanismos contables, y porque las autoridades monetarias y financieras no están en capacidad de importar mas efectivo.
Considera además que la economía digital es parte del reconocimiento de que no hay medios de pago funcionales y de que la dolarización de facto o transaccional, es porque no se pueden pagar con bolívares en efectivo. «Este anuncio puede ser un asunto de reconocer, que bajo el amparo de un supuesto avance tecnológico, de que no tenemos dinero en efectivo, que no es lo mismo decir que nadie quiere dinero en efectivo y que eso se va a sustituir por vía transferencias o tarjetas de débito, ya que es lo que está sucediendo desde hace tiempo».
El economista y profesor de la UCV, Leonardo Vera, indicó -no obstante- que siempre habrá necesidad de contar con billetes y monedas para ciertas operaciones, aunque sean pocas. «Aún tiene cierta utilidad el efectivo, pero el proceso hiperinflacionario está haciendo que desaparezca este tipo de transacciones, no porque el público así lo quiera, sino porque se ve obligado ir hacia el efectivo en dólares».
Recordó que actualmente es más costoso imprimir papel moneda y más un billete tan devaluado como el que tiene Venezuela, en donde vale más el papel y los insumos involucrados en su producción, que por su mismo valor comercial.
«Lo que uno presume con el anuncio de Maduro de una economía 100% digital, que luce además propagandístico porque siempre va a haber necesidad de piezas monetarias, pero creo que están evaluando no seguir imprimiendo más billetes ni monedas, por lo que habrá que esperar si una nueva reconversión será solo eliminando dígitos o una reconversión con nuevos billetes y monedas», apuntó Vera.