Visita de delegación de EEUU relanza mesa de negociación en México
A raíz de la visita del pasado sábado 5 de marzo, varios analistas han hablado sobre la posibilidad de la búsqueda de una reanudación de las relaciones entre Venezuela y EEUU que podrían llevar a la reactivación de la venta de petróleo a la potencia norteamericana, pero es difícil que esto pase sin concesiones por parte del gobierno de Nicolás Maduro. La noche del lunes, Maduro confirmó su disposición a reanudar los contactos con la oposición
Una delegación de alto nivel de la administración de Joe Biden vino a Venezuela el pasado sábado 5 de marzo y sostuvo un encuentro con representantes del gobierno de Nicolás Maduro, con el objetivo de buscar acuerdos petroleros, según versiones de agencias internacionales.
La información del encuentro la dio en exclusiva The New York Times, que enmarcó el acercamiento en los esfuerzos de Washington por aislar a Rusia de aliados internacionales.
Al conocerse la noticia, algunos analistas han visto como un posible acercamiento con miras a reactivar la relación y el suministro de petróleo por parte de Venezuela a la potencia norteamericana, en un momento cuando los precios del crudo han subido y EE. UU. podría quedarse sin la cuota que compra a Rusia, que alcanza 700.000 barriles diarios.
Sin embargo, un restablecimiento de las relaciones luce difícil, tomando en cuenta el reiterado respaldo que el mandatario venezolano ha otorgado al presidente ruso Vladimir Putin en el marco de la acción armada por parte de ese país contra Ucrania y a la vez por las exigencias de EEUU y Europa en cuanto al restablecimiento del sistema democrático en Venezuela para levantar las sanciones económicas y comerciales.
Este lunes 7 de marzo, CNN, citando una fuente protegida, aseguró que la administración de Joe Biden está sopesando la posibilidad de aliviar las sanciones a Venezuela para que el país pueda comenzar a producir más petróleo y venderlo en el mercado internacional.
Ya se ha confirmado por distintas versiones que los funcionarios norteamericanos que asistieron al encuentro fueron el director del Consejo de Seguridad Nacional para el Hemisferio Occidental, Juan González, y el enviado presidencial especial de EE. UU. para asuntos de rehenes, Roger Carstens. También estuvo James Story, el embajador de EEUU en Venezuela, quien desempeña el cargo desde Bogotá, Colombia.
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Visita tuvo foco en presos políticos
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, confirmó en la tarde de este lunes 7 de marzo la realización del encuentro.
Consultada sobre si vale la pena hacer negocios con Nicolás Maduro para reducir los precios de la gasolina, Psaki respondió: «Creo que eso es saltarse varios pasos adelante del proceso. Hubo una discusión que se tuvo en ese país con miembros de la administración en los últimos días y esas conversaciones están en marcha».
Informó que parte del foco de la administración Biden está en la salud y la integridad de los ciudadanos estadounidenses detenidos en ese país. «Son procesos separados, pero ese es parte de nuestro enfoque», precisó.
CBS's @EdOKeefe on working w/Venezuela: "[Y]ou say we're doing everything we can to bring down the cost of gas. But is it really worth doing business w/a despot like Nicolás Maduro to drive down gas prices?"
Psaki defends the trip, saying it's also to check in on U.S. citizens pic.twitter.com/C6nFWKYoBD
— Curtis Houck (@CurtisHouck) March 7, 2022
Los «ciudadanos estadounidenses detenidos» serían el exmarine Matthew Heath, acusado de espionaje y quien está detenido desde septiembre de 2020; y seis ejecutivos de la filial de Pdvsa, Citgo, que fueron condenados por corrupción en 2020, fueron objeto de una medida de arresto domiciliario, pero volvieron a ser encarcelados en octubre de 2021 luego del envío del empresario colombiano-venezolano Álex Saab a EEUU.
Hace seis semanas, el embajador James Story formuló un nuevo llamado, en un mensaje en redes sociales, al gobierno de Maduro para que liberara a Heath, que cumplía 500 días preso.
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Compensar el petróleo ruso
Entrevistado por el periodista César Miguel Rondón, el economista Luis Oliveros afirmó que sería una excelente noticia que Venezuela pueda vender petróleo nuevamente a su mercado natural (EE. UU.) en lugar de a China, como ha venido haciéndolo en los últimos años.
«Hay que tener muy en claro que el que Biden esté mirando el petróleo venezolano no es para compensar el petróleo ruso a nivel mundial. Son 12 millones que Rusia produce, y unos siete millones que exporta. Lo que está buscando EE. UU. es tratar de sacar el petróleo ruso de su ecuación energética, que son 700.000 barriles; que Venezuela compense parte de esto, pero abrir otro frente para que entre más petróleo en el mercado», explicó Oliveros.
Sobre las posiciones políticas de ambos gobiernos y el tema Rusia, el economista indicó que Biden dirige un «gobierno pragmático» que necesita ver cómo mejor el tema energético.
«EE. UU. tiene un problema muy grave, sustituir el petróleo ruso, ver que no se le suba tanto el precio del petróleo y de la gasolina y enfrentar las elecciones de midterm (mitad de mandato) en noviembre», argumentó.
Añadió que EEUU está hablando también con Irán y se espera que ese país ingrese entre 500.000 y un millón de barriles al mercado.
Entretanto, desde las filas del Partido Republicano no se hicieron esperar las críticas. El senador por Florida, Marco Rubio, afirmó en un mensaje en Twitter que la industria petrolera venezolana está «en ruinas» y que «pasarán años» antes de que pueda suplir el petróleo del mercado ruso.
#Venezuela’s oil industry is in shambles
Because of marxist incompetence & corruption it will takes years before they can produce enough to even come close to replacing #PutinOil
Biden is just using this as an excuse to cut the deal with the #Maduro he has wanted all along pic.twitter.com/xbmx0nBKor
— Marco Rubio (@marcorubio) March 7, 2022
Visita buscaría retomar las negociaciones
En declaraciones a TalCual, el director del programa para Venezuela de la Oficina de Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por sus siglas en inglés), Geoff Ramsey, declaró que, si bien la visita de la delegación estadounidense se produce en el marco del cambio geopolítico después de la invasión rusa a Ucrania, hay que entenderla como parte de una estrategia que EEUU ha impulsado desde hace tiempo y es la de intentar avanzar hacia una transición democrática en Venezuela a través de negociaciones.
Aunque sostiene que todo está relacionado, Ramsey advierte que es difícil que EE. UU. levante las sanciones contra Venezuela sin que Nicolás Maduro haga concesiones.
«La administración Biden ha sido muy clara al insistir que cualquier tipo de levantamiento de sanciones tiene que venir a cambio de concesiones sustanciales del gobierno de Nicolás Maduro. No veo a la Casa Blanca interesada en, simplemente, olvidarse de graves violaciones de derechos humanos o crímenes de lesa humanidad simplemente para tener más acceso al petróleo venezolano», señaló Ramsey.
Al insistir en que un levantamiento de las sanciones no va a ocurrir unilateralmente por parte de EE. UU., Ramsey asegura que no va a haber algún tipo de acercamiento entre la administración de Joe Biden y el gobierno de Nicolás Maduro si este último no demuestra avances en el marco de las negociaciones que se estaban realizando en México entre el gobierno de Nicolás Maduro y el sector de la oposición liderado por Juan Guaidó.
Entre los avances que tocaría dar al gobernante venezolano, Ramsey cita el excarcelamiento inmediato de los presos políticos, así como seguir las recomendaciones de la Misión Internacional de Determinación de Hechos de la ONU, especialmente las relacionadas con la reforma al sistema de justicia venezolano, así como cambios en el sistema electoral que han recomendado observadores de la Unión Europea.
«Si Maduro quiere tener acceso al mercado internacional para el petróleo venezolano, la comunidad internacional ha sido muy firme al insistir en que tiene que haber concesiones muy importantes en Venezuela que puedan conducir a un proceso pacífico y democrático de cambio», recordó Ramsey.
Además, detalló que a pesar de que ha habido mucha especulación, a raíz de la visita de la delegación de EEUU, sobre un restablecimiento de las relaciones para que EE. UU. tenga acceso al petróleo venezolano, esto no es posible porque la industria petrolera está colapsada y Venezuela no produce ni una fracción importante de la que produce Rusia, por lo que EE. UU. no puede contar con Venezuela para llenar el vacío dejado por Rusia, algo que sí puede hacer con petróleo canadiense o del Medio Oriente.
«Esta visita se trata de mucho más que el petróleo», acotó Geoff Ramsey.
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Una ventana al chavismo
El análisis del experto en políticas públicas y planificación estratégica venezolano Michael Penfold, coincide con el de Ramsey. Penfold considerar que EE. UU. no abandonará su posición política y que buscará relanzar unas negociaciones que están hoy completamente estancadas en México.
Cree, además, que Nicolás Maduro tratará de limitar esas negociaciones a una discusión estrictamente electoral de cara al 2024 y obligar a un cambio en las delegaciones.
«El proceso es frágil. La desconfianza enorme. Todo es exploratorio. EE. UU. tiene alternativas y balanceará sus intereses energéticos y geopolíticos sin que ello lo obligue a abandonar su postura política anterior. Hay una ventana para el chavismo; pero también se puede cerrar», explicó Penfold a través de un hilo en su cuenta de la red social Twitter.
A su juicio, lo que se observa, con la visita de los altos funcionarios de Biden a Caracas, es un giro de esa política exterior. Señala que la crisis global con Rusia marca un antes y un después, y obliga a EE. UU. a privilegiar su interés de seguridad energética por encima de su posición política previa.
«La visita parece apuntar a crear un canal directo para discutir más sobre petróleo y menos sobre política. Es muy temprano para especular cual será el contenido de esa agenda. Lo que sí parece evidente es que no desean delegar la relación y quieren gestionarla directamente», añade.
Hasta hace poco unos de los pilares de la pol. exterior de EEUU hacia Venezuela era evitar cualquier contacto directo entre la Casa Blanca y Miraflores. Toda conversación era intermediada por canales indirectos, preferiblemente por el interinato o por sus delegados en México.
— Michael Penfold (@penfold_michael) March 7, 2022
Estima Penfold —al igual que Ramsey— que EE. UU. pareciera estar preparándose para un escenario en el que dejen de comprar crudo de Rusia, y al respecto resalta que, precisamente, Rusia fue el país que más se benefició de la salida por sanciones del crudo pesado venezolano del mercado.
Advirtió, finalmente, que ambos gobiernos parecieran entender que necesitan acuerdos y que para eso necesitan un canal directo. Destacó que EE. UU. puede otorgar concesiones a través de reformas de licencias, sin eliminar sanciones, mientras que el chavismo exigirá desmantelarlas por completo, lo que generará serias discrepancias.