Volvió la rosca, la cola y los madrugonazos para comprar baterías
La regulación de los precios de las baterías de carros volvió a traer las colas, los madrugonazos y, por supuesto, la respectiva rosca que con el sonido del «chin-chin» ayuda a brincar problemas. Alrededor de una reconocida empresa de venta de baterías reaparecieron varios negocios que llegan cuando hay regulación: como el sistema de «guardar el puesto» para los que cobran hasta BsS 3.000 por cada carro que quiera meterse en la cola sin tener que pernoctar frente al local.
Los conductores llegan desde la noche anterior, muchas veces empujando el carro, para tratar de estar entre los 150 puestos que alcanzan a comprar la batería que se les dañó, se fundió o simplemente se la robaron y con tanta necesidad tienen que reponer. En la empresa directamente el costo de la batería es de BsS 7.500 pero si tiene que pagarla bajo el sistema «bachaquero» los montos oscilan entre BsS 10.000 y BsS 15.000, «eso si te la venden en bolívares porque la mayoría la vende en dólares», dice un conductor que después de tres intentos fallidos, decidió irse el domingo a las 7 de la noche para asegurar su lugar en la primera venta del lunes en la mañana: cuando llegó era el quinto en la fila pero unos muchachos que permanecen en la entrada del local le advirtieron apenas se estacionó: «aquí adelante van tres carros».
En las 12 horas que permaneció en el carro durante la madrugada esperando que fueran las 7 de la mañana para poder comprar la batería escuchó toda clase de cuentos: los que llegan en camionetas de lujo, sacan una «propina» de 50 dólares y se ahorran la cola; los bachaqueros que son asiduos compradores aunque ni siquiera tienen carro y después aparecen en sitios de venta virtuales triplicando el precio; y el grupo de jóvenes que encontraron un rebusque fructífero cuadrando el puesto a los que ni se les ocurre exponerse a quedarse en medio de la calle.
«Hace unas semanas, los guardias (la GN) se llevaron presos a tres chamos porque de domingo para lunes quisieron meter 30 carros en la cola cuando abrieron el local, a 3 mil (bolívares soberanos) por cada carro, eso era un montón de plata, así que imagínate la que se armó», cuenta uno de los jóvenes que vigila los puestos durante la noche, «los que pasaron la noche aquí vinieron a la entrada y se armó la tángana pero los guardias querían cuadrar algo de esa plata para calmar a la gente y los chamos dijeron que no. Por eso se los llevaron presos».