Las contradicciones de la mediática chavista, por Santiago Boccanegra
Autor: Santiago Boccanegra
Darle audiencia a los medios chavistas, o a los programas chavistas en medios independientes pero temerosos de Conatel, es darse cuenta de cómo las contradicciones saltan a la vista.
Pongamos un ejemplo, el espacio A Un Click, que transmite la señal de VTV, con Larissa Costas. En la edición de este martes 27 de marzo -una repetición del 10 de marzo-, como en tantas otras, su «investigación» sobre la inteligencia artificial y los posibles usos militares de esa tecnología por parte de Estados Unidos se basó en informaciones publicadas en medios de ese mismo país. Citó entonces a The Wall Street Journal y otros periódicos y portales de varios países, como El Mundo, El Español o El Confidencial, además de agencias de noticias como Reuters.
Es curioso, por no decir risible, que se le de importancia a unas plataformas informativas que desde el mismo sector oficial constantemente son desestimadas como confiables. Cuando esos mismos medios publican que en Venezuela hay hambre, epidemias, diáspora o mucha inseguridad, entonces están participando de una «guerra mediática» orquestada para malponer a la revolución.
Si publican que Estados Unidos diseña sistemas informáticos para matar gente, dan cuenta de gastos millonarios en desarrollos tecnlógicos y militares, que el Pentágono quiere hacer de la tecnología un instrumento de guerra, entonces sí hay que creerles. Están diciendo la verdad, están revelando lo que el gobierno imperial no quiere que se sepa.
Otro ejemplo está en las consideraciones sobre Donald Trump. Este miércoles 28 de marzo, la abogada Laila Tajeldine, presentadora en Telesur y «analista política y de derechos humanos», dijo a Jorge Amorin en Unión Radio que el presidente estadounidense está «acelerando» la destrucción del dólar, un proceso que -afirmó- viene ocurriendo debido a que China se ha convertido en la primera potencia económica mundial. El comentario fue respaldado por el exhojillero, que no es periodista.
Sin embargo, basta recordar tantas veces que el discurso oficial, al que se pliegan ambos, ha dicho que Donald Trump no gobierna su país, que es una ficha, que los presidentes allí no tienen poder sino que son controlados por las corporaciones, los capitales, las fuerzas oscuras que mandaron a asesinar a JFK, las mismas que tumbaron las Torres Gemelas para justificar una guerra, y demás planteamientos conspiranóicos tan habituales en las pantallas de la propaganda roja.
Entonces, ¿Trump gobierna y toma malas decisiones o Trump no gobierna y es el poder económico de Estados Unidos que está suicidándose?
Nunca habrá respuesta, porque la propaganda no requiere de fundamentos.