Población donante de sangre en Venezuela pasó de 5% a 1% desde 2018
Instituciones sanitarias y bancos de sangre restringen las donaciones basándose en prejuicios en contra de minorías como la comunidad LGBT, que denuncia ser víctima de exclusión para todo donante de sangre interesado en contribuir voluntariamente con el sistema sanitario
Estimaciones médicas afirman que solo el 1 % de las personas dona sangre de forma voluntaria en Venezuela, un índice que engloba la inoperatividad de los bancos de sangre, el riesgo que corren los pacientes que necesitan transfusiones y el veto no escrito, pero cumplido a cabalidad, que excluye a varones homosexuales en las listas de donantes.
La presidenta de la Sociedad Venezolana de Hemoterapia, Lía Talavera, alertó, en una entrevista para EFE, sobre la «inexistente» cultura de donación del país que pasó, según los datos que maneja la sociedad que ella preside, de un 5 % de voluntarios en 2018 a un 1 % en 2021.
Bajo ese panorama, Venezuela conmemora, este miércoles 14 de junio, el Día Mundial del Donante de Sangre, una fecha que el Gobierno aprovecha para instar a los ciudadanos a convertirse en voluntarios, un emplazamiento que se diluye con facilidad al no existir una política de Estado que promueva estas acciones.
Aunque esta semana el Gobierno reiteró que los «únicos requisitos» para donar son el documento de identidad, ser mayor de edad y pesar más de 50 kilogramos, la ONG Acción Solidaria aseguró a EFE que en los bancos de sangre no se cumplen estas normas y, en cambio, impera la discriminación y el estigma contra personas LBGTI.
El coordinador de la Respuesta al VIH de la organización no gubernamental, César Pacheco, denunció que en los servicios de donación se hacen preguntas bien puntuales que están orientadas, básicamente, a ver cuál es la orientación sexual de la persona que está donando, lo que considera un acto discriminatorio.
Urge que «las políticas que promueven la donación de sangre en el país sean revisadas y se adapten más a los contextos actuales de los avances científicos, donde no hay razón alguna que limite que una persona (LGBTI) pueda hacerlo», sostuvo.
Asimismo, el activista cree que hay un enorme desconocimiento de lo que significan las sexualidades humanas entre el personal sanitario que trasladan esa falta de información a la práctica profesional.
Considera que al hacer eso llevan sus propios estigmas y prejuicios a la práctica profesional, lo que promueve la discriminación hacia un grupo de personas.
Tres bancos de sangre de Caracas se negaron a compartir con EFE el cuestionario que aplican a todo potencial donante de sangre, el cual se debe llenar antes de un interrogatorio en el que los trabajadores de estos centros terminan de aprobar o no a los voluntarios.
Aunque la Ley Sobre Transfusiones y Bancos de Sangre no prohíbe a hombres que tienen sexo con hombres ser donantes, en la práctica, los centros de salud descalifican a estas personas -a veces solo por su apariencia-, incluso si el hospital tiene sus reservas en cero.
Esta realidad, repudiada por activistas y organizaciones de derechos humanos, es una de las formas de discriminación institucional contra el colectivo LGBTI en Venezuela y, a la vez, uno de los problemas que enfrenta el sistema de salud del país, con hospitales deteriorados, escasez de materiales médicos y falta de personal.
La presidenta de la Sociedad Venezolana de Hemoterapia, Lía Talavera, dijo a EFE que el reclamo de quienes son excluidos en los bancos de sangre por su orientación sexual está justificado tras explicar que esta discriminación se basa en «consensos» no escritos del siglo pasado que hoy son extemporáneos.
«Son cosas de hace mucho tiempo. Ellos (quienes denuncian discriminación) tienen razón», aseguró la especialista que trabaja, junto a otras organizaciones y miembros del Parlamento, en una posible reestructuración de la ley vigente -escrita en 1977-, para adecuarla a los tiempos modernos.
Según Talavera, el veto a homosexuales empezó como «una manera de prevención» debido a la mayor prevalencia del VIH-Sida en este colectivo a finales del sigo 20, si bien reconoció que la persistencia de esta discriminación es un asunto a resolver dentro de los casi 400 bancos de sangre que tiene el país.
*Con información de EFE