España y Hacienda La Trinidad exhiben «La trayectoria inédita» de 39 artistas venezolanos
La muestra está conformada por las propuestas –pinturas, instalaciones y performaces, entre otros– seleccionadas en el concurso “La trayectoria inédita. Mirar al mundo de nuevo”, organizado por la Consejería Cultural de país ibérico en Caracas
36 obras inéditas, distintas técnicas, soportes, discursos y formatos; 39 artistas venezolanos –la mayoría residenciados en el país–, tres generaciones de creadores reunidas entorno a una idea: tras la pandemia “mirar al mundo de nuevo” conforman “La trayectoria inédita”, exhibición de las piezas presentadas al concurso, homónimo de la muestra, organizado por la Consejería Cultural de la Embajada de España en Venezuela, para celebrar el V centenario de la primera circunnavegación del globo.
“Estamos muy satisfechos con las propuestas que llegaron al concurso y con las que se seleccionaron, todas de un nivel muy alto. Sabía que los artistas iban a responder porque la trayectoria inédita y esa odisea ante la vulnerabilidad de los recorridos es algo que nosotros como sociedad estamos viviendo desde hace décadas, desde los que se han quedado en el país, trabajando con las transformaciones constantes de un territorio sumamente inestable; hasta los que se han ido a construir nuevos terruños en otros espacios”, explica Lorena González, curadora de la muestra y parte el equipo organizador del concurso.
*Lea: V Centenario de la primera vuelta al mundo
El pasado 2 de marzo la Consejería Cultural y la Hacienda La Trinidad abrieron el concurso que convocaba a artistas plásticos venezolanos, dentro o fuera de país, amateurs o consolidados. Los únicos requisitos: ser mayores de 18 años y postular un proyecto inédito. 194 piezas se presentaron a concurso –debido a la acogida de la invitación se extendió unas semanas el cierre de recepción de propuestas–. El jurado seleccionó 36; número que llevó a los organizadores a ampliar los espacios para la muestra: originalmente, sería solo en la Casa Hacienda de La Trinidad. Ahora a esta se le sumaron dos salas, el Secadero 3 y el 7.
Ver esta publicación en Instagram
De los cuatro puntos cardinales
De Miami, Buenos Aires, Bogotá, Ibiza, Tel Aviv, Santiago de Chile, Madrid, Islas Canarias, Barquisimeto, Mérida, Maracaibo, Villa de Cura, La Guaira y Caracas vinieron las propuestas seleccionadas. Entre los artistas están: Corina Briceño, Isabel Cisneros, Costanza De Rogatis, Pedro Medina, Emilio Narciso, Nela Ochoa, Dianora Pérez-Montilla, Vasco Szinetar, Lihie Talmor, Muu Blanco y José Vivenes.
“Una de las cosas que más me conmovió al tener el listado final de artistas y al escribir el catálogo fue ver que el artista seleccionado más joven tenía 25 años y el mayor 76: seis décadas y yo en el medio, era como si estuviera viendo 20 años hacia atrás y 20 hacia adelante. Esta es mi bóveda celeste. Aquí hay muchos artistas que no conocía, que estoy conociendo ahora. Yo estoy súper satisfecha, y creo que aún no me he dado cuenta de cuánto. Para mí es la colectiva más importante que yo he hecho”, confiesa González, quien trabajó para la Fundación Museo Alejandro Otero.
Completan la lista de expositores Génesis Alayón, María Elena Álvarez, Manuela Armand, Rafael Arteaga, Elisabetta Balasso, Antonio Briceño, Rodolfo Graziano, Amalia Caputo, Elizabeth Cemborain, Manuel Eduardo González, Zahira González, Javier Grajales, Amada Granado, Cristian Guardia, María Virginia Pineda, Wilkellys Pirela, Lucía Pizzani, Siul Rasse, Raúl Rodríguez, Salomé Rojas, Lubeshka Suárez, Analy Trejo, Efraín Ugueto, Eduardo Vargas Rico, Javier Vivas y el colectivo «Estudios Animales», conformado por Cybele Peña, Miguel Márquez y Luis Arroyo.
“Tenemos una buena presencia de artistas que están en la diáspora, como de artistas que se encuentran en el interior de Venezuela, esto es algo que usualmente no ocurre; como tampoco ocurre una nutrida representación femenina. En esta muestra hay una gran representación femenina”, señala el museógrafo y editor gráfico de la exposición, José Luis García.
Este 5 de agosto, a las 11:30 am, se inaugurará la exhibición. En el Secadero 7 se mostrará al público todo el recorrido de este concurso; en las otras dos salas, las obras seleccionadas, agrupados por temáticas y aproximaciones. El martes 10 de agosto –fecha en la que también comenzó el viaje de Fernando de Magallanes y Juan Sebastián Elcano, hace 502 años. – se hará público el fallo del concurso.
Tahía Rivero, curadora de la Colección Mercantil y Félix Suazo, curador y gerente de la Sala TAC y la artista Magdalena Fernández (Caracas. 1964) conforman el jurado.
Una vuelta por la muestra
La performance “Nowhere”, de Raúl Rodríguez (Aragua, 1994) abrirá la muestra. La pieza, a realizarse en los jardines de la entrada de la Casa Hacienda, tratará sobre la imposibilidad del cuerpo. Luego el espectador se encontrará con “La aguada de las buenas señales”, una pieza de Isabel Cisneros (Caracas, 1962), ubicada en la fachada del recinto, esta recrea las aguas de los mares, en pequeñas muestras.
En la tercera sala de la casa se encuentra “La alegoría de las miradas”, de Lubeshka Suárez (Caracas, 1974), una instalación fotográfica y sonora. Las imágenes – solicitadas mediante una carta– son fragmentos de instantáneas, tomadas durante el tiempo de confinamiento en marzo de 2020, del entorno de algunos de sus familiares, amigos y conocidos, ubicados en distintas partes del globo. El sonido está compuesto por fragmentos de audios de la cotidianidad pandémica, registrados y enviados por los destinatarios de sus misivas.
“Aquí están sus miradas a través de mi mirada (…) La mayoría envió imágenes del cielo, eso es muy particular, pienso que el cielo es algo que nos une y nos mantiene conectados”, explica la artista.
A pocos metros de “La alegoría de las miradas” se encuentra “Mar de anhelo”, de Corina Briceño (Caracas, 1968) y Rodolfo Graziano, un videomapping, que fusiona las formas de hacer de ambos artistas: la pintura y las imágenes en movimiento.
Los creadores trabajaron a distancia, Briceño residen en Caracas; Graziano, en Ciudad de México. Mientras la primera pintaba océanos estremecidos por tormentas; el segundo, ilumina esas aguas y lanza redes virtuales al mar. Seis minutos en los que las aguas pasan de la calma al caos, de la luz a las tinieblas y donde por momentos saltan oportunidades de conexión.
“Este es uno de los mejores trabajos que hemos hecho, tenemos ya un tiempo haciendo propuestas juntos (…) Aquí pueden ver cómo la luz entra en la tormenta y la invade. Es hermoso”, explica Briceño, quien ha estado recreando tormentas desde hace algunos años.
Lo femenino, el performances, el autorretrato, la naturaleza y el paisaje se encuentran, conviven y dialogan en la Casa Hacienda.
La trayectoria en el Secadero 3
En el primer piso del Secadero 3 se encuentra “No puedo salvar mi barco”, de Javier Vivas (Mérida, 1991), quien volvió a trabajar con códigos, tiempo atrás fueron los que usaban los taxistas, ahora y debido a la temática del concurso recurrió a los navales, para informar de “un estado de alarma”, cuenta.
La obra está compuesta por más de una decena de cuadros de pequeño formato, pinturas de banderas náuticas con las que crea un mensaje cifrado.
A pocos pasos se encuentra “Caminos de sal”, de Dianora Pérez (Caracas, 1981), una instalación elaborada con cristales de sal –que la artista hizo crecer en su casa– y clavos de olor, la pieza está inspirada en la trata de personas, tema en el que tiene unos años trabajando. “‘Caminos de sal’ se basa en cinco aspectos: la orden, el reclutamiento, la esclavitud, el cumplimiento del mandato y la negación. Estos cinco aspectos los uso para hablar de la trata de personas (…) Las personas que caen en las redes de tratas transitan caminos de sal”, explica Pérez.
*Lea también: Krina Ber: “Nada más absurdo que lo que ocurre en la realidad”
También en la primera planta del Secadero 3, “La luz intensa también hace andar a tientas”, de Elizabetta Balasso (Roma, 1965), otra instalación, en esta oportunidad un diccionario sostiene a un chayote; una obra viva que la artista espera ver crecer hacia luz. “Esta pieza tiene que ver con la pandemia, con los caminos que nos ha hecho transitar y cambiar (…) Es una metáfora muy bella sobre la esperanza de poder salir hacia luz”, indica Balasso.
En el segundo piso está la propuesta del colectivo Estudios Animales: “Pauxi, pauxi. La muerte de los exploradores”. Una instalación que estará acompañada por un tema musical compuesto por el colectivo. “Este trabajo es una exploración en la relación entre los hombres y los animales, entre lo humano y lo animal”, cuenta el equipo.
El tema musical, que relata la confrontación del pauxi (paují) contra los exploradores del río Orinoco, es el elemento principal de la propuesta.
De vuelta a la Casa Hacienda, en la tercera sala, se encuentra “Nuevas cartografías”, de Elizabeth Cemboraim (Caracas, 1959) Bitácora de viajes virtuales, rutas diseñadas, mapas de navegación y recorridos hechos por la artista vía Google Maps. El registro de cada travesía está publicado en la cuenta en Instagram @nuevascartografias Cada apuesta es un destino nuevo, un país nuevo y un continente nuevo.
Esculturas, dibujos, arte textil, arte sonoro y digital, pinturas, videos e instalaciones conforman esta exposición que estará abierta al público desde este 5 de agosto en la Hacienda La Trinidad; en los siguientes horarios: de martes a domingo, de 10:00 am a 5:00 pm, en las semanas flexibles. Entrada gratuita.
También como parte de la exhibición se realizarán una serie de eventos y encuentros –virtuales y presenciales– las citas serán publicados en las redes sociales de “La trayectoria inédita”, en Instagram @trayectoriainedita.