Familiares denuncian cierre técnico del servicio de hematología del J.M de los Ríos
Los familiares se reunieron con la directiva del hospital J.M de los Ríos y les comentaron que la viceministra de Salud, Yuliana Ramos, estaba al tanto de la situación. TalCual intentó entrevistarse con la directora o subdirectora médica del hospital J.M de los Ríos, pero se excusaron de ofrecer comentarios pues se encontraban en reunión evaluando la situación del servicio de hematología
Un grupo de familiares niños que reciben tratamiento en el servicio de hematología del hospital Dr. José Manuel de los Ríos reclamaron la mañana de este miércoles 12 de septiembre el cierre técnico del servicio, que afecta a un aproximado de 200 niños, niñas y adolescentes que reciben tratamiento para leucemia, anemia drepanocítica, entre otras patologías.
El cierre técnico ocurrió tras la renuncia del personal médico que labora en el servicio debido a los problemas registrados con el medicamento metrotexate, usado como retardante en el crecimiento de células cancerosas. Fabiana Garantón, directora ejecutiva de la asociación civil Santi y sus Amigos, indicó que «las doctoras se niegan a poner este tipo de medicamento a alguno de los más de 200 niños que necesitan atención inmediata».
Los familiares de los niños y niñas recluidos en el servicio comentaron que hace un mes y medio un grupo recibió el medicamento y presentó reacciones adversas. Albert Lamus, padre de uno de los niños, dijo que «se llegó al acuerdo que no se va a usar más este medicamento hasta que el Ministerio de Salud dé una respuesta. Ya van más de 20 días que se está esperando una respuesta por parte de las doctoras y la directiva. ¿Qué está esperando el Ministerio de Salud? ¿Qué se mueran los niños?».
El hijo de Lamus, que padece de leucemia linfoblástica aguda, tiene un año y nueve meses y desde junio del año pasado es paciente del servicio de hematología. «Aquí hay padres o madres que tienen a sus dos hijos diagnósticados aquí en el servicio, y necesitan este medicamento endovenoso o en punción lumbar. Mi hijo no puede dejar de recibir ese medicamento porque está expuesto a que la enfermedad toque su columna y empeore la situación».
Los familiares también se reunieron con la directiva del hospital y les comentaron que la viceministra de Salud, Yuliana Ramos, estaba al tanto de la situación. TalCual intentó entrevistarse con la directora o subdirectora médica del hospital J.M de los Ríos, pero se excusaron de ofrecer comentarios pues se encontraban en reunión evaluando la situación del servicio de hematología.
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Lamus dijo que «puede haber mil y un problemas en una institución pública, eso es inevitable, pero sí estos niños no reciben sus medicamentos, esto va a ser un conflicto emocional para los padres porque pueden perder a sus hijos. Yo no soy médico, yo soy un papá más del grupo, ¿pero que les cuesta darle respuesta a estos médicos para que sigan siendo tratados como hasta ahora?».
Rudy Romero, cuyo hijo de dos años también padece de leucemia linfoblástica aguda, comentó que algunos niños recibirán quimioterapias entre hoy el jueves 14 para cubrir parte de los tratamientos, «pero a partir de mañana ya no vamos a recibir del servicio de hematología ninguna revisión a los niños».
El hijo de Romero fue uno de los afectados. «Él ingresó el 1 de agosto a quirófano para aplicarle el medicamento por punción lumbar. Cuando salió presentó dolor de cabeza, fiebre y vómitos y se le diagnosticó meningitis bacteriana. Estuvo 30 días hospitalizado y lo dieron de alta la semana pasada. Para nosotros es complicada la situación porque no recibimos respuesta de quienes deben darla. Debería garantizarnos que nuestros hijos sean tratados».
Romero señaló que «esta es una enfermedad que le puede tocar a cualquier padre. Nosotros estamos consternados porque la respuesta no puede ser ‘nos vamos’. ¿Cuál es la respuesta? ¿Cuál es la garantía? ¿Qué el niño recaiga?».
Otra de las madres exigió «que se nos dé respuestas. Es la vida de nuestros hijos que está en riesgo. Mi hija tuvo una recaída en febrero, y desde allí he tocado cualquier cantidad de puertas para levantarle porque aquí no hay yelcos, medicamentos, ni acetaminofén o transfusiones».