Grupo de Lima mantiene la presión sobre Maduro aunque sin «uso de la fuerza»
El Grupo reiteró que el mantenimiento del “status quo” en Venezuela «no es una opción», por lo que países deben trabajar de manera coordinada y complementaria
Los países del Grupo de Lima adoptaron una nueva resolución sobre la crisis venezolana donde se comprometen a aumentar las presiones basados en el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), aunque «excluyendo el uso de la fuerza».
Luego de la reunión en Brasilia, el Grupo de Lima se comprometió a intensificar la cooperación jurídica, judicial y policial, “con el objetivo de adoptar medidas concretas contra personas y entidades asociadas al régimen ilegítimo involucradas en actos de corrupción, actividades ilícitas de lavado de dinero, narcotráfico, terrorismo y su financiamiento”.
Por ello, se comprometen a adoptar medidas conjuntas adicionales de presión, como nuevas sanciones sobre el régimen de Maduro, que esperan permita “avances en la transición democrática, de acuerdo con los respectivos ordenamientos jurídicos nacionales”.
La resolución fue firmada por los gobiernos de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Paraguay, Perú y Venezuela.
El Grupo reiteró que el mantenimiento del “status quo” en Venezuela «no es una opción», por lo que países deben trabajar de manera coordinada y complementaria, «promoviendo también el acercamiento con otros actores de la comunidad internacional, con la finalidad de apoyar una solución política, pacífica y democrática a la crisis en Venezuela».
Apoyo a Guaidó
En su comunicado, el Grupo de Lima reiteró su apoyo irrestricto a Juan Guaidó, e incluso su permanencia más allá del cinco de eneto de 2020 (cuando se vence su periodo como presidente de la Asamblea Nacional) en base al acuerdo aprobado por la Asamblea Nacional el 17 de septiembre.
Además reiteran los esfuerzos de Guaidó y la Asamblea Nacional, «como autoridades legítimas y democráticamente electas, y al pueblo venezolano que expresa su repudio a la dictadura a través de manifestaciones pacíficas como la convocada para el próximo 16 de noviembre».
El Grupo de Lima también reiteró su apoyo a una solución política, pacífica, democrática, y liderada por los propios venezolanos «como forma de resolver la grave y compleja crisis que atraviesa Venezuela». También rechazaron la pretensión de una convocatoria a elecciones parlamentarias anticipadas, pues consideran que su fin es «disolver la Asamblea Nacional legítima y democráticamente electa».
Advierten que la «mesita» de diálogo entre el régimen de Maduro con varios partidos minoritarios de oposición «no ofrece las garantías para el proceso creíble de diálogo y negociación que se requiere con la participación de la Asamblea Nacional con miras a resolver la crisis a través de la realización de elecciones presidenciales libres, justas y transparentes en Venezuela».