La trampa sale, por Simón Boccanegra
Chacumbele en su inusual rueda de prensa del lunes pasado dijo algunas cosas que merecen comento. Pero antes debo explicar porqué fue «inusual» la rueda de prensa. Por una única razón, porque hubo asistencia de los medios nacionales. Ya se sabe que Chacumebele desde hace años le huye a los medios criollos y sólo concedía entrevistas a la prensa extranjera. Limitado como está ahora por la enfermedad ha comprendido que tiene que atender a los medios nacionales o su campaña sólo existirá como noticia. Vamos a ver cuánto le dura este rasgo de fair play. Pero vamos a lo que dijo. Justificó el uso de las cadenas, justificó la utilización del helicóptero presidencial, dijo que podía inaugurar obras; en fin, justificó el ventajismo. Que comienza con el detalle de que candidatos que ejerzan cargos públicos, menos la presidencia, deben retirarse de los cargos tres meses antes de las elecciones.
En todos los países de este continente los presidentes abandonan el cargo tres meses antes. Chacumbele no. Al entrar en campaña los presidentes de otros países, por lo mismo que no ejercen ya el cargo, no pueden utilizar ni los dineros ni las instalaciones del Estado. No pueden inaugurar obras públicas. En fin, en otros países del continente, la legislación garantiza la equidad en la campaña, tratando de reducir al mínimo la ventaja de partida que posee el primer mandatario por su condición de tal. Ya esto sí es imposible de condicionar. Pero hasta ahí. De resto, el aspirante a la reelección es colocado en lo que pudiera ser lo más próximo a su condición de ciudadano, sin privilegios.
Chacumbele no. Chacumbele tiene su propio reglamento electoral, regido por un cinismo y una desfachatez sin parangón en el mundo democrático. Pero, así y todo perderá. La trampa sale.