Colectivos armados actúan para el control político y amedrentan en la selva
En un trabajo de «Infobae», se advierte que los grupos armados que respaldan al gobierno son un arma de doble filo porque podrían volteársele. Refieren que Nicolás Maduro arma a civiles “como quien dice que entregará casas” , y que estos sectores actúan con impunidad
Autor: Infobae.com
Tanto el gobierno del expresidente Hugo Chávez como el de Nicolás Maduro han recurrido a los grupos civiles armados para respaldar sus gestiones, pero estos sectores, también conocidos como colectivos son un arma de doble filo porque podrían volteársele, se advierte en una investigación publicada por el portal “Infobae”.com
«El accionar de los colectivos no está ligado exclusivamente al ámbito político. No solo salen a disparar en contexto de manifestaciones. La defensa de la revolución también implica meterse selva adentro y sacar del juego a los que pretendan hacerse con los minerales», señala el trabajo.
En el texto aseguran que, desde el principio, estos grupos fueron impulsados por Hugo Chávez, quien insistió en defender su frase de que la revolución era “pacífica, pero armada”. También recuerdan la frase de Maduro, durante las protestas de 2014, cuando dijo “candelita que se prenda, candelita que se apaga”, para ordenar a los Consejos Comunales, a las Unidades de Batalla Hugo Chávez, UBCH, y a los colectivos enfrentar a la oposición.
«Si se tratara de hacer un organigrama de los colectivos, solo cabría la posibilidad de nombrar como jefe principal a Nicolás Maduro y después, por estados y sectores aparecerán nombres como el de Darío Vivas, encargado de movilización del Partido Socialista Unido de Venezuela, PSUV, también el de Freddy Bernal, Iris Varela y los comandantes de la Fuerza Armada, en especial el comandante de la Milicia, el Mayor General Manuel Bernal Martínez. Desde el ala de quienes no ocupan cargos públicos, la lista se inicia con Tupamaro y José Pinto a la cabeza. Tanto las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, el Ejército de Liberación Nacional y las Fuerzas Bolivarianas de Liberación forman parte de la estructura como elementos de formación ideológica y militar«, asegura «Infobae».
Añade el trabajo que, «en el estado Táchira manda Freddy Bernal, hombre policía que se pasea armado por los pueblos con la batuta de ser el protector”designado por Nicolás Maduro. Se ha ganado varios enemigos del lado colombiano que se disputan el contrabando de una frontera cerrada desde hace varios años. Por su parte, la ministra de Asuntos Penitenciarios, Iris Varela, también apareció con un grupo de civiles armados en las inmediaciones del Puente Internacional Simón Bolívar y Pedro María Ureña en el mes de febrero, cuando Juan Guaidó anunció que entraría la ayuda humanitaria. Ellos son los dos máximos referentes del chavismo en la zona y ambos han posado para las cámaras dirigiendo colectivos».
De la misma forma, se refiere que, en la frontera con Brasil y Guyana está el Arco Minero del Orinoco, una zona llena de minas de oro, diamantes, coltán y otros recursos que el gobierno ha priorizado como actividad económica.
«En noviembre e 2019, se perpetró la masacre de Ikabarú, un pueblo indígena fue atacado por colectivos. Desde hace varios años las mafias se disputan el control de los yacimientos. En este lugar manda el gobernador Justo Noguera Pietri, se le adjudicó el triunfo en las últimas elecciones a pesar de las denuncias de fraude. La plaza es muy importante para el gobierno por las riquezas que descansan en el subsuelo», señalan.
Los asalariados
De acuerdo con la investigación de Infobae.com quienes forman parte de los colectivos armados son asalariados del gobierno.
«Algunos son funcionarios de los ministerios, se desempeñan como escoltas de seguridad de altas personalidades y también son encargados de los Comité Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP). Son parte de las estructuras del partido de gobierno destinadas a ejercer coacción sobre las familias, a quienes les controlan la comida y los servicios públicos», indican.
Pero, además, aseveran que los colectivos son acusados por los vecinos de formar parte de las bandas criminales que secuestran y extorsionan a los comerciantes, y señalados de dirigir las redes de micro tráfico de drogas en las barriadas y de traficar con armas y municiones.
«Los colectivos actúan con impunidad, son parte del gobierno», subraya el trabajo.
El texto indica que a los colectivos se les vincula con la muerte. En ese sentido refiere el testimonio Jonny Montoya, hermano de Juan Montoya, asesinado el 12 de febrero de 2014 durante las protestas de Maduro, asegura que quienes dispararon contra el hombre fueron estos grupos armados. Juan Montoya era seguidor del gobierno.
“Mi familia se dividió por la muerte de Juancho. Algunos dicen que Leopoldo López tiene las manos metidas ahí. Para mí es totalmente falso porque los videos demuestran que fueron dos los colectivos que participaron en la muerte de Juancho, el colectivo Oswaldo Arenas, de Petare, y el colectivo Warairarepano, de Pérez Bonalde (Catia). Ellos confabularon. Todos los videos y hechos demuestran que a Juancho no lo mató la derecha. A Juancho lo mató una izquierda balurda, una izquierda falsa; unos revolucionarios falsos, y lo digo porque un revolucionario no puede estar matando gente”, dijo Montoya al portal «Aporrea.com», en 2015.