¿Plomo al barrio?
Este martes, Nicolás Maduro contó que había ido a El Cementerio, en Caracas, y se había sorprendido de que hubiese «toque de queda». ¿No lo sabía? ¿Tan desconectado de la realidad está?
Autor: Santiago Boccanegra
¿Cuántas veces escuchamos aquello de que la delincuencia era consecuencia de la desigualdad social? Aún está fresco el recuerdo de cuando Hugo Chávez dijo que no se podía castigar a quien robaba porque capaz, capaz, era para darle de comer a su hijo. Pero en ese capaz cabe mucho. Más de 17 años después, vivimos en un país sitiado por el hampa, con un altísimo poder de fuego, una organización envidiable y hasta tecnología al servicio del crimen; como el uso de drones que hacen las bandas de maleantes , según se dijo en VTV.
Este martes, Nicolás Maduro contó que había ido a El Cementerio, en Caracas, y se había sorprendido de que hubiese «toque de queda». ¿No lo sabía? ¿Tan desconectado de la realidad está? En todo caso, así como antes decían que mejorando las condiciones de vida y de ingresos se disminuía la delincuencia, hoy optan es por crimninalizar a la pobreza y ejecutar razzias en sectores populares.
Eso son las OLP, unos operativos militares donde se encaran a los barrios con armas largas, equipos de guerra y vehículos blindados. Según Provea y Human Rights Watch, 245 personas murieron en el marco de las OLP, y decenas más en lo que va de 2016. Al menos 20 casos se han registrado como ejecuciones sin enfrentamiento alguno y apenas 3 en los cuales un agente de seguridad haya resultado muerto.
A pesar de que los medios del Estado, o controlados por el Gobierno, lo vendan como un logro, tanta gente muerta genera sospechas.
¿Todos eran malandros? ¿Qué criterio se ha usado para disparar? ¿Primara primero y pregunta después? En El Sombrero seis inocentes murieron para cazar a El Picure. Familiares y vecinos denunciaron ejecuciones criminales por parte de uniformados. El MIJ habló de «cómplices» del delincuente, en un primer momento.
La Fiscalía debería asumirse independiente (algún día) e investigar tales denuncias y que se castigue a los responsables. Ya hemos visto antes ejecuciones extrajudiciales de uniformados, como las ocurridas en Aragua y captada en un video. Entonces, si el «nuevo modelo policial» no es tan humano como defendían, le fiscal Luisa ortega Díaz debería apretarse los pantalones y llamar a botón a los cuerpos armados ahora que se inicia una «segunda fase de las OLP», como anunció Maduro cuando le dio un plazo de 72 horas a las bandas para que se entregaran. ¿O si no qué? En Miraflores parecen optar por el plomo cerrado a los sectores populares.
Llamamos a las instituciones, a la Fiscalía, a la Defensoría, a meterle el ojo a los métodos.
Deja un comentario