Rosiris Toro apuesta por el reconocimiento del otro para hacer ciudad y país

Asegura que el actual Concejo Muncipal ha dejado más legislaciones y ordenanzas que en otras administraciones y critica a la dirigencia por haberlos dejado «solos» ante la empresa de los comicios del 9 de diciembre
La importancia de edificar y hacer país “de abajo hacia arriba” es el leitmotiv de la concejal y candidata a la reelección en el municipio Sucre, Miranda, Rosiris Toro quien, a pesar de la situación adversa que se vive en Venezuela, asegura que es importante mantener la esperanza para luchar y recuperar al país porque “si no tenemos esperanza, estamos muertos”.
Toro -quien también es educadora- es partidaria de que el tema de derrotar la abstención de cara al proceso comicial del 9 de diciembre es una lucha “cuesta arriba” y que se ve afectado por el tema de la disgregación de la Unidad, sobre todo por la “descalificación permanente que tenemos dentro”, hecho que sostiene que es necesario erradicar para funcionar mejor.
“No se trata de defender un espacio chiquito. Escuchas de boca de algunos dirigentes que ‘hay que defender los espacios’. No es defender los espacios. Es defender el país y defender el país implica que, aunque haya una diversidad de pensamiento, tratemos de construir una mayoría coherente. No es que hoy dice que vota, que le eliminan la tarjeta, digo que no voto y voy por debajo de cuerdas. Creo que el mensaje que damos como líderes está distorsionado”, expresa en entrevista a TalCual.
Critica a la alta dirigencia de los partidos opositores en desestimar ir a las urnas el 9 de diciembre porque sostiene que los políticos tienen una vocación social para trabajar por las comunidades y eso no debe acabarse.
“Este es un llamado personal. Yo fui de las personas que caminé para elegir alcaldes, para elegir gobernadores y diputados. Siendo dirigentes de base, los acompañamos. ¿Cómo es posible que ahora llamen a la abstención? Eso es incoherente. ¿Cómo si acompañamos a un líder por 10 años o 5 años y los elegimos para la Asamblea Nacional, en este momento los mismos que acompañamos y pusimos la pasión y corazón nos digan que no creen en eso?”, dice.
Para la concejal, la situación crea desconfianza en la población y acentúa la desesperanza porque considera que la gente pierde la fe en sus dirigentes. “La gente arrastra los pies. No levanta la cabeza (…) ves los gestos, la expresión corporal que tú dices ‘Dios mío, ¡qué va a ser de nosotros!”
A su juicio, todo pasa por el reconocimiento de la otra persona como iguales, sea de la tendencia política que sea, ya que la idea es sumar esfuerzos para la reconstrucción del país. Según la líder vecinal y actual vicepresidenta del Concejo Municipal, es parte de lo que debe hacer un dirigente en pro de un bien común, al igual que mantener su conexión con la comunidad. Si eso no se cumple, “nos estaríamos distorsionando”.
“Cuando hablamos y decimos que reconozco y digo que soy amplio. Que tengo amplitud pero no te recibo en el Frente Amplio. Ha pasado. No nos dejaron entrar cuando los estatutos dicen que los electores son miembros natos (…) la amplitud es la amplitud para todos los sectores”, resalta.
Además, rechaza que sean tildados de “colaboracionistas” por ir a las elecciones. “Dios mío. A mí me dieron dos tiros en un centro electoral. No comulgo con el Gobierno y creo que es nefasto lo que están haciendo (…) pero no puede ser que los reyes del teclado siguen descalificando, volviendo trizas a cualquier dirigente porque además, nos autoliquidamos como líderes”.
Asevera que si la Unidad no resuelve sus pugnas internas, llegará un momento en que la sociedad “les pasará por encima” porque las personas no dejan de pelear para que se les arregle las aguas servidas, o las aceras o las escuelas. “Si dices que no es el momento ¿con qué autoridad moral vienes a exigir qué?”.
Basura que agobia
La basura en el municipio Sucre, al igual en las demás jurisdicciones del Área Metropolitana de Caracas, representa un problema de mayúsculas proporciones porque el hecho de que existan fallas en la recolección de desechos sólidos y la deposición de los mismos en la calle, crean un problema sanitario y la propagación de enfermedades.
Toro califica de “terrible” la recolección de basura porque, en primera instancia, llevarlos al relleno sanitario de La Bonanza en los Valles del Tuy tiene costos “incalculables”, por lo que al parecer reabrieron el botadero de basura en el sector Julián Blanco.
“Subimos a un desayuno y no podíamos comer por la cantidad de moscas y los zamuros. Teníamos más zamuros que gente. Eso es un tema de salud pública por las enfermedades como hepatitis, sarampión, tuberculosis, neumonía, gastroenteritis o difteria. ¿Y si te enfermas? No hay medicamentos”, acota.
Por eso propone que sean instaladas mesas técnicas como una vía para resolver los problemas en este aspecto. A pesar de que hay varias medidas ecológicas –como aprender a separar la basura- , la cultura de llevarla a cabo en las zonas populares es un poco más complicada. Deja entrever que sanciones monetarias podrían ser otra de las vías para crear conciencia, así como aprovechar la situación para crear políticas públicas que ayuden a optimizar la calidad de vida.
El drama de la deserción escolar
Muchas aulas quedan vacías debido a que sus alumnos se ausentan, ya sea porque deben trabajar para ayudar en su casa o porque el alimento en sus casas escasea y deben ahorrar fuerzas para sobrevivir. “Trabajé 27 años como docente en sitios bien álgidos. En donde te montas para agarrar camionetas atracan a las maestras o pierden los dedos en una perrera. ¿Cómo te montas ahorita? Hasta esto hay que organizarlo”.
Lamenta que actualmente se viva en un “país de escasez, en donde las penurias nos están abordando” pero sostiene que la esperanza es vital para seguir adelante porque “es lo único que nos queda. Luchar. Si todos nos vamos ¿quién lucha?”.
Este tema de la educación viene ligado a la alimentación y respecto a los comedores que se fundan para dar asistencia a las comunidades, Toro dice que tienen un carácter “asistencialista” y que los mismos pueden carecer de sostenibilidad en el tiempo “porque arrancas con 20, pero al cabo de los tres meses tienes a 150”, por lo que señala que al mezclarlo con el emprendimiento –uno de sus proyectos bandera- se ayuda a empoderar a las comunidades para que puedan ser más autosuficientes.
Junto a esto, mezclar la actividad con la asesoría de nutricionistas que ayuden a crear una mejor dieta para los que comerían en esas instalaciones.
Agua y seguridad
Toro denuncia que hay sectores en Petare que no tienen agua desde hace más de un año por diversos factores, que sugiere son excusas. “Por falta de repuestos, porque la bomba no funciona. Hidrocapital no mandaba el agua con la presión adecuada, porque el alcalde era Ocariz, pero ya no lo es y se agudiza el problema. O nos sentamos o decidimos que vamos a gobernar para mejorar la calidad de vida de la gente o seguimos en la confrontación y sin soluciones”.
Aunado a esto, la delincuencia se ha exacerbado en los últimos años en diversas zonas del municipio, pero Rosiris Toro advierte que el problema continuará a menos que no exista una depuración de los cuerpos policiales y no exista una reorganización de los llamados cuadrantes de paz junto a las comunidades.
En ese sentido, recuerda que hay zonas de paz en esa jurisdicción, siendo el barrio José Félix Ribas uno de los que tiene este sistema de “seguridad”. “Allí no entran los policías. Pero lo grave es que la gente se siente segura con ellos. Prefieren ser cuidados con ellos, que andan con su armamento, porque pueden andar con el celular en la calle. Eso es muy grave”.
Refiere que al hacer trabajo social en las comunidades y comentarles sobre el tema, le advierten no tocar el tema al decirle “no te metas con eso porque nos cuidan”.
“Cuando estamos en una sociedad anárquica la cosa se agrava porque la seguridad ya no es lo que es. Para qué está la policía, si cada quien agarra la ley de su mano”, reflexiona.