Se necesita más de la mitad del salario mínimo para cubrir la lonchera escolar
Entre 50 y 60% del salario mínimo de los padres se va en garantizar el desayuno o la merienda de un niño en edad escolar
Para mandar a un niño a la escuela y que lleve en su lonchera una arepa rellena nada más con mortadela -si se consigue a precio regulado- acompañado de un vaso de jugo de guayaba hecho en casa, más una galleta maría, los padres necesitan a diario Bs.S 28 para hacer este desayuno, que en los 20 días al mes que el niño debería asistir a la escuela representa un gasto de Bs.S 560 (Bs.F 56.000.000), lo que significa casi 30% del salario mínimo solo para cubrir la primera comida del día, que basada en esta combinación de alimentos, ni siquiera cumple con los requerimientos nutricionales que necesita un niño en edad escolar.
Pero si la lonchera se arma con una empanada y un jugo pequeño el gasto diario ronda los Bs.S 80, lo que se convierte en Bs.S 1.600 mensuales y obliga a que los padres gasten casi un sueldo mínimo para garantizar el desayuno de un solo niño.
Estos fueron parte de los cálculos que hizo la secretaria de educación del partido Primero Justicia y el equipo del concejal del municipio Libertador, Jesús Armas, quien aseguró que la lonchera escolar está en peligro de extinción porque si la familia depende de un único ingreso, no podrían cubrir el almuerzo, cena y meriendas de los hijos que estén en edad escolar porque entre 50 y 60% del salario mínimo del venezolano se va en el sustento alimenticio de un solo niño que asista al colegio.
“Los niños no tienen las condiciones básicas para ir a las escuelas, no tienen uniforme, útiles escolares y tampoco podrán tener las tres comidas básicas para su desarrollo”, dijo Armas. La primera razón que aparece como motivo para que los padres y representantes no envíen a los niños a la escuela es que no tienen comida para mandarles desayuno, según sondeos hechos en escuelas públicas y privadas del municipio Libertador, según explicó Armas y lo relaciona con el aumento de la deserción escolar, que se ha detectado especialmente durante los primeros días de clase cuando el año escolar apenas comienza.
El concejal agregó que junto al tema de la comida, las escuelas del municipio Libertador no cuentan con las condiciones de infraestructura idóneas para comenzar porque según datos de la Secretaria de Educación de Primero Justicia, 80% de los planteles educativos no recibieron mantenimiento antes de iniciar las actividades escolares.
A esto hay que sumar las fallas en el Programa de Alimentación Escolar en las instituciones públicas y la ausencia de cantinas y comedores en escuelas privadas por problemas de insumos, costos y mantenimientos.
«¿Con cuánto dinero tendría que mandar al niño a la escuela para que compre en la cantina si una empanada cuesta hasta 40 soberanos, o sea 4 millones de bolívares? Mi hijo estudia en un colegio privado pero es de los que recibe subsidio y la cantina tuvo que cerrar porque no podían mantener los costos», agrega Leida Martín, madre de un niño que cursa 2do grado.
Armas señala que los costos se multiplican en cada familia según la cantidad de hijos y las edades en las que están. Pone como ejemplo que un adolescente de 14 años que asiste al liceo y además hace deporte necesita comer mucho más y requiere otra carga calórica por sus exigencias nutricionales. «Pero lo que esta ocurriendo es que los hijos más grandes dejan de ir a la escuela para que puedan mandar a los más pequeños y la deserción está haciendo estragos».