Sergio Monsalve: «La cuarentena en Venezuela es la secuela ‘gore’ del apagón»
El periodista y documentalista estrenará próximamente “Venezuela en cuarentena”, un largometraje que registra los primeros días de confinamiento en el país y que recoge las voces de varias personalidades, quienes detallan cómo se ha vivido y ha sido manejada la pandemia
“A la clase política, que son los que tienen el timón de las posibles soluciones del país, llamen a los especialistas, llamen a los que saben, llamen a los que estudian (…) Este es el momento de los especialistas (…) A mí me preocupa que las veces que sale alguien a dar un reporte sobre el covid-19, lo hacen personas que no saben absolutamente nada de eso (…) Es importante que en el momento que estamos viviendo tengamos un mínimo de certezas ”.
Con esta petición, desde un close up, un rostro que muestra la seriedad de las palabras que pronuncia y una barba de tres días, comienza “Venezuela en cuarentena”, del periodista y documentalista Sergio Monsalve, realizador del film Jacinto Convit (2013), entre otros trabajos para la gran pantalla.
La pieza reúne las voces de 15 expertos de distintas áreas, quienes junto él se encargan de desglosar y narrar cómo tomó al país la noticia de la medida de cuarentena –establecida por el mandatario Nicolás Maduro, para evitar la propagación del nuevo coronavirus en el territorio nacional–, cómo se vivieron los primeros meses de confinamiento y cómo ha sido manejada la pandemia.
Entre los entrevistados están: el presidente de la Federación Médica de Venezuela, Douglas León Natera; el actor y director del GA80, Héctor Manrique; el actor y psicólogo Sócrates Serrano; el periodista de TalCual Víctor Amaya; y el cronista y gestor cultural Jaime Bello León, entre otros.
“Venezuela en cuarentena”, que tuvo una semana de preestreno, en streaming, profondos, celebrada del 10 al 17 de agosto, y que aún no tiene fecha de estreno, pero sí dónde: será a través de la plataforma de Globo Miami; es la segunda obra de una trilogía que se planteó el cineasta luego de “Esto no es un apagón” (2020), realizado el año pasado, cuando en marzo la mayoría del país quedó a oscuras por más de 72 horas.
Malena Ferrer, en la edición; Camilo Aguiar en la producción; y Tulia Monsalve en la asesoría de imagen, conforman el equipo detrás de esta pieza, de 117 minutos, el primer documental venezolano producido durante la cuarentena.
Completan la lista de entrevistados el médico Martín Toro; Scarlet Salazar, doctora de Centro Salud Santa Inés; Andrés Simón González, CEO Venemergencia; César Pérez Guevara, abogado e historiador; y Andrea Rondón, doctora en Derecho.
«Este es un documental que confía mucho en la palabra, en la capacidad de transmisión de la palabra y de gente que honra la palabra. Este documental conecta con las ideas de Claude Lanzmann (Shoah, 1985), quien decía que este tipo de crisis, de situaciones hay que abordarlas con la palabra», resalta el documentalista.
TalCual conversó con Monsalve sobre la pieza, la exclusión de este del Festival de Cine Venezolano 2020, sus proyectos futuros y la actualidad del cine nacional.
Teaser de «Venezuela en Cuarentena»
– ¿Encontró similitudes entre la Venezuela del apagón y la de la cuarentena?
– La cuarentena en Venezuela es la secuela gore del apagón, la secuela terrorífica. Es como si hubiésemos tomado lo que pasó y lo metemos en una máquina del tiempo y vemos que caímos en una distopía aún peor. Venezuela sigue por una pendiente que estoy viviendo desde el año 1983.
– ¿Cuándo decide comenzar a registrar la cuarentena en Venezuela? ¿Y qué lo impulsó a realizar un documental sobre este momento?
– El 14 de marzo comenzamos a grabar. Para ese momento ya nosotros sabíamos y habíamos visto algunos documentales y cortometrajes que estaban dando cuenta de cómo se estaba viviendo la cuarentena en otros países. Con el anuncio de la medida en el país, pensamos que se podía hacer un documental en Venezuela, al estilo venezolano, ¿A qué me refiero con “al estilo venezolano”? que el gentilicio traspasa la pantalla y eso se ve en cómo se expresan los entrevistados, en el contexto, en el sentido del humor que nos caracteriza, la resiliencia, la resistencia y en el espíritu de sobrevivencia que seguimos manteniendo los venezolanos más allá de lo que nos ocurre.
Terminamos en mayo, con una película concluida y editada. Se grabó en dos meses. Hicimos unos estrenos individualizados, se la mostramos a algunos amigos y luego hicimos estos preestrenos. Lo último será el lanzamiento oficial del documental, que será pronto.
¿Por qué este tema? En 2017 hubo un punto de inflexión en mi trayectoria. Ese año se conjugaron varios factores: lo que estaba pasando en las calles del país con las protestas antigubernamentales y la necesidad que sentíamos un grupo de cineastas, críticos y directores por narrar lo que nos estaba ocurriendo; porque sentíamos que eso no estaba plasmándose en las pantallas y que la generación de realizadores consagrados no tenían la capacidad, o las ganas, o la posibilidad de poder relatar toda esa historia reciente, contemporánea; quizás por cuestiones de censura o autocensura, o por cuestiones naturales de la edad. Entendimos que nos tocaba a nosotros producir esos contenidos en lugar de seguir demandándolos, esperándolos. Y eso fue lo que hicimos: en el 2017 grabamos 13 documentales, que están en Youtube, una serie que se llamó Trap News. Después seguimos en esa línea con el del apagón, este fue un trabajo más elaborado, un documental no una serie. Y ahora desarrollamos este; en el que entrevistamos a 15 expertos en diferentes áreas, que pudieran contarnos todo lo que nos está sucediendo en este momento.
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-En vista de que en este momento la pandemia está en su pico más alto en Venezuela, ¿tiene pensado una segunda parte o un segundo documental?
– Hemos estado evaluando la posibilidad, pero aún no tomamos una decisión, por las condiciones que tenemos alrededor: conocemos gente que ha contraído el virus, otros han muerto, personas queridas; gente que en este momento no tiene la posibilidad de ofrecer una entrevista. Esto ha hecho que evaluemos si es oportuno en este momento o si tenemos nosotros la posibilidad real de hacer una continuación en este instante. Lo que sí tenemos es un documental que quiere, más allá de la actualidad, intentar reconstruir qué fue lo que nos ocurrió en este momento del 2020.
– “Venezuela en cuarentena” reúne varias voces de distintas áreas, ¿Hay algún sector que le hubiese gustado incluir que no esté por la premura del momento, de la producción?
– Quisimos buscar unas voces que representaran el gentilicio venezolano, más allá de las fronteras. Personas que hablaran como nosotros y que pudiesen transmitir ideas disidentes, porque este es un documental de la disidencia cultural venezolana; aunque sabemos que esto genera algunos conflictos o coche con el entorno más autocensurado, eso lo asumimos, aunque no nos vamos a inmovilizar por ello. Pero sí quisimos plantear un discurso que generara debate, sobre todo en los que estamos viviendo esta etapa.
«Entrevistamos a las personas que nosotros pensamos que podían narrar esta circunstancia por nosotros, y desde la Ciencia; la Cultura; la Psicología; la Historia, y en especial la venezolana; del Derecho».
«También nos interesaba mucho la perspectiva de los periodistas, para que nos explicasen cuál ha sido la cobertura mediática de la pandemia, entrevistamos a Víctor Amaya, jefe de Investigación de TalCual, y Arnaldo Espinoza, periodista especializado en tecnología. Para nadie es un misterio que Venezuela es un país que sufre de una censura tremenda, por eso nos interesaba dar a conocer cómo la pandemia está siendo presentada en los medios de comunicación social y cómo el poder también se ha aprovechado de esta circunstancia para manipular y usar este tema como una punta de lanza de su campaña y para aprovecharse de la situación y radicalizar medidas restrictivas y de represión».
«El documental tiene muchos límites, pero esos límites son una consecuencia del mundo en el que estamos viviendo. La gente le está pidiendo mucho al cine».
«Echo en falta las voces de la provincia. Si hubiésemos tenido la posibilidad de acceso, de presupuesto, de producción, esto daría pie a una serie».
Presentamos el afiche de “Venezuela en Cuarentena”.
Se inspira en la tendencia de hacer homenajes a pinturas del pasado.
Seleccionamos a “El Niño Enfermo” de Arturo Michelena, porque consideramos vigente su mensaje.
Lo intervenimos con un tapabocas en alusión a la actualidad. pic.twitter.com/brmAAo3UVv— Sergio Monsalve (@sergioxxx) August 13, 2020
– ¿A que cree que se deba que la gente le esté pidiendo más al cine?
-Todos estamos pidiéndole más al cine. Porque encontramos que hay como un desfase entre lo que estamos viendo en redes sociales y en los portales noticia versus lo que estamos viendo como respuesta cinematográfica en el país. Hace unos años vimos cómo, cuando hubo una mejor comunicación entre el contexto y la pantalla nacional, la gente se volcó interesadamente a apoyar esas películas; me refiero a los años 70, 80 del siglo pasado y el periodo entre 2005 y 2015.
«Creo que los espectadores están reclamando ese tipo de contenidos que puedan proyectar sus inquietudes, sus ánimos de disensión, sus críticas a la rabiosa actualidad. Es algo totalmente comprensible y creo que todos tenemos que intentar responder a esa coyuntura y comunicarnos mejor con nuestras audiencias».
«Hay una nueva generación que ha respondido a estas demandas y que hay que ponerla en la mesa de conversación, en Venezuela tenemos documentales que están contando la terrible situación que vivimos, como ‘Todo está bien’, de Tuki Jencquel y el caso de ‘El Paraíso’, de Dulce Ferreira; así como muchos otros. Nosotros hemos querido incursionar en esa ola, con una propuesta seria, de choque, de confrontación con ‘Venezuela en cuarentena’”.
«Se entiende que exista un cine de experimentación, artístico, bucólico; que vaya por otros canales de expresión, eso es legítimo y válida; pero no puede ser lo único. No puede ser que ahora en Venezuela solo se hagan películas de género o de escape, de evasión y que dejemos a un lado lo que está pasando ahora en el país».
– ¿Cuál es la escena más difícil de digerir de la cuarentena en Venezuela y cuál es la frase o la respuesta que resume lo que se ha vivido en el país estos meses?
– La escena más difícil de digerir es lo que estamos viviendo actualmente con el brote y la cantidad de muertos que es están reportando, más los que sabemos que no están registrando. ¿Por qué? Por lo que dimensiona Héctor Manrique en el documental –y aquí está la frase que me pides–: “La muerte de una sola persona en estas circunstancias es una tragedia”. La muerte de una persona en estas circunstancias es un drama, una calamidad. Ya van cientos, eso es una catástrofe nacional lo que estamos viviendo ahorita. Ese es el sentimiento que yo tengo en este momento, que estamos viviendo una catástrofe nacional. Intento algunas veces lidiar con este sentimiento, curarlo, exorcizarlo con este trabajo, pero cuando me pongo a pensar, esta situación es para detenerse, llorar un poco, elaborar el luto; y bueno, seguir adelante.
«En este momento estamos viendo varias escenas muy fuertes, de choque; por ejemplo, el reconocimiento de la enfermedad de los supuestos invencibles de la revolución, eso es algo que evidencia que esto no es un juego, no es broma y que no se trató bien al principio, que se asumió de manera muy laxa. La imagen del 17 de agosto, del sepelio virtual, en video conferencia de Darío Vivas, es una imagen reveladora y sintomática de la decadencia del poder en Venezuela. Esa es la imagen de eso que llaman “el león desdentado”. Vimos ese día, en videoconferencia, a unos leones desdentados, demacrados, castigados; y además encerrados en una jaula, virtual».
– En sus redes bromeó con el hecho de que “Venezuela en cuarentena” no fuera incluida en la selección del Festival de Cine Venezolanos 2020, ¿por qué no entró su documental en la selección?
– Es ridículo que en la situación en la que estamos el documental no haya sido considerado para participar en la selección oficial del Festival de Cine Venezolano, el más importante que tenemos en el país. No sé cuál fue el interés que privó, lo que sí les digo a los organizadores es que son unos cobardes, no tienen sintonía con lo que está ocurriendo en este momento. Lo que hicieron fue algo que va en contra del cine nacional, están excluyendo al propio cine venezolano, están excluyendo a personas que forman parte del cine nacional y del propio festival; por una cuestión de timidez o de corrección política. El festival está siendo muy censura, desde el año pasado. Yo el año pasado envié “Esto no es un apagón”, y fingieron demencia, no me dieron ni acuso de recibo; más adelante me dijeron que no se pudo incluir por cuestiones de tiempo, pero este año tampoco lo incluyeron.