Unos mendigan la gasolina iraní mientras otros la derrocharán en sus rojos Ferrari
El anuncio del concesionario de autos de la compañía Ferrari dejó descolocados a unos cuantos ciudadanos que no se explican quiénes pasearán en estos automóviles de lujo por las calles de un país con una crisis humanitaria compleja agudizada por la escasez de gasolina
Ni en la época de mayor derroche criollo -conocido como la Venezuela Saudita- el país había vivido tantas contradicciones sociales: aunque todavía no está plenamente operativo, en la urbanización Las Mercedes, en el municipio Baruta de la capital, estará uno de los concesionarios autorizado de la compañía italiana de automóviles deportivos de lujo, Ferrari.
Mientras en un contexto de crisis humanitaria compleja, la escasez de gasolina ha empeorado aún más las condiciones de vida de los venezolanos, quienes pierden horas y días haciendo cola o rezando para que llegue la gandola que les permitirá surtir unos pocos litros subsidiados de la única gasolina disponible en el país: la que viene importada de Irán.
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El concesionario oficial llamado Maranello Motorsport despliega en su página web su localización capitalina en la avenida Jalisco de Las Mercedes, información que también se encuentra en la página web de Ferrari.
La compañía muestra el horario del showroom en el que los interesados podrán ver la oferta de vehículos usados y nuevos; y para quienes ya tengan uno o varios en sus garajes o para quienes piensen agregar un ejemplar de esta marca tendrán a disposición los servicios de asistencia y reparación.
La sede de Caracas es la séptima en la reducida lista de concesionarios autorizados en América Latina, en la que solo se encuentran nuestros vecinos de Brasil y Colombia, Panamá, Chile, Puerto Rico y México (que cuenta con concesionarios en cinco ciudades).
¿En las estaciones de gasolina habrá surtidores exclusivos para los Ferrari? ¿O les harán delivery? ¿O se surtirán en lugares exclusivos como el aeródromo de La Carlota? ¿O tendrán sus surtidores en casa?
— Cheo Carvajal (@caracasapie) January 16, 2021
Alta gama en verdes
Aunque no es la primera ni la única compañía que vende carros de lujo en el país, no deja de desconcertar la noticia que dejó descolocados a varios ciudadanos que insisten en cuestionar quiénes podrán pasear por las accidentadas calles de la ciudad o del país, dejando la estampa de estos carros deportivos cuyo precio más bajo ronda los 250.000 dólares.
La lista de modelos que muestra el concesionario Ferrari en Venezuela es amplia y variopinta: puede elegir un Ferrari Roma en 255.000 dólares, o el modelo Portofino que asciende a 260.000; un F8 Spider que ronda los 385.000 verdes o un 812 GTS que cuesta unos 400.000 dólares. Pero si lo suyo es la exclusividad y el bling bling también podrá salir al volante de un Ferrari Monza SP1 o SP2, a un costo de 1,5 millones de euros. El verdadero lujo no se cotiza en verdes.
Además de quiénes serán los muy privilegiados propietarios de alguno de estos modelos que recorrerán a toda velocidad los baches de las calles caraqueñas, la otra pregunta de las cincuenta mil lochas, o mejor dicho de los 500 mil verdes, que se hacen los usuarios en la red social Twitter es: ¿Cómo es que las sanciones que el Gobierno venezolano señala como la culpa de todos los males no afectarán la transacción para semejante rubro de lujo?
Lo que sin duda será una marca distintiva de los vehículos que rueden por nuestro país es el color rojo que caracteriza a la marca, el Rosso Corsa, que no solo es el color corporativo del equipo de Fórmula Uno sino que es el preferido de los clientes: según la revista Magazine Ferrari, en su época de máxima popularidad a principios de los 90, los compradores elegían 85% de los modelos en color rojo y aunque hoy el número es menor ostenta un interesante 40% en la elección de compra.
Visto así muchos de los compradores venezolanos también tendrán una marcada preferencia por tener su respectivo Ferrari rojo, rosso, rojito.