Venezolanos afirman que no habrá recuperación sin la empresa privada
Una encuesta de la empresa Delphos señala que la caída del poder adquisitivo es la principal preocupación de los venezolanos. Destaca que los jóvenes no visualizan un futuro estable en el país y que para ellos quedarse no significa esperanza sino resignación
Los venezolanos consideran que no puede haber recuperación en el país sin la participación de la empresa privada, ya que la asocian con producción y empleo, así se desprende de los resultados de una encuesta cualitativa de la empresa Delphos relativa a la percepción que se tiene actualmente sobre el empresariado.
Féliz Seijas, director de la encuestadora Delphos, explica que los consultados coincidieron en que no debe desaparecer la empresa privada y que el Estado también puede participar como generador de bienes y servicios. Sin embargo, surgieron opiniones entre los grupos de «no alineados» que afirman que si el gobierno fuese otro o más eficiente, entonces esto sería posible.
La economía venezolana ha perdido casi 70% de su tamaño en los últimos seis años, mostrando una clara recesión e hiperinflación. Recientemente, la crisis del país fue calificada por el director para el hemisferio occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI), Alejandro Werner, como «una década en retroceso gigantesco». Por lo que para salir de la precariedad económica en la cual se encuentra Venezuela se requiere además de un importante financiamiento externo, la participación de todos los sectores del país y la puesta en marcha de una programa coherente de recuperación.
«Las empresas venezolanas son percibidas más como una necesidad que como un ideal. Esa necesidad se basa en el fracaso de las empresas en manos del Estado, el recuerdo de cómo se vivía cuando lo privado no había sido atacado por factores gubernamentales y, la percepción de que hoy el empleado en el sector privado tiene mejores condiciones que en el del sector público», destacó Seijas durante el conversatorio «¿Por qué los empresarios venezolanos gozan de la confianza de los ciudadanos?», organizado por Conindustria.
Recordó Seijas que de acuerdo a los resultados de un estudio anterior, las empresas ocupan el cuarto lugar en grado de mayor confiabilidad en el país, superado por la iglesia, la cual se encuentra en la tercera posición.
Adan Celis, presidente de Conindustria, destaca que aún los venezolanos mantengan esta preferencia hacia los empresarios, luego de años de ataques al sector privado, y a pesar del dominio mediático del gobierno.
«Somos garantes de libertades económicas, de confianza, de gerencia, de apoyo a sus colaboradores y a la comunidad. El empresario con las leyes adecuadas puede desarrollarse libremente y a pesar de todos los ataques, las personas reconocen el emprendimiento privado», afirma Celis.
El director de Delphos reitera que para los venezolanos, la libertad económica y el respeto a la propiedad privada, son factores que contribuyen al crecimiento de un país. Sostienen además que los privados tienen poca posibilidad de influir en las decisiones del gobierno porque éste ha acumulado todo el poder. No obstante, otros comentaron que sí influyen porque el Ejecutivo sabe que necesita a los pocos empresarios que quedan, nombrando siempre como ejemplo a la empresa de alimentos Polar.
Un punto relevante es lo concerniente a las críticas a los pequeños negocios, a los cuales se les exige mas responsabilidad, debido a la cercanía de la población con este tipo de negocios.
¿Qué cosas debería controlar el Estado?
Según los resultados de la encuesta cualitativa realizada en Caracas, Maracaibo, Maracay y Barcelona-Puerto La Cruz, para algunos nada debería estar en manos del Estado, por lo que debe ocuparse de las funciones propias del poder ejecutivo, legislativo y judicial, de la recaudación de impuestos, de la seguridad personal, de hacer contraloría, entre otros.
«Parece haber consenso en que la producción de bienes y otros tipos de servicios deben estar en manos del sector privado. Otros consideran que el Estado debe participar en áreas como educación y salud, pero compitiendo con lo privado en buena lid», explica Seijas.
Destaca que la mayoría de los venezolanos asocian a los empresarios con independencia, no se les vincula a gobierno ni a oposición; sólo perteneciente a particulares de capital privado, esfuerzo de individuos, estructura, experiencia, personas capacitadas, apolíticas y neutral.
Consideran que el sector está asociado a producción, productividad, algo que funciona, mejores bienes y servicios, inversión, motor-impulsor de la economía, importaciones y exportaciones, obras sociales y pago de impuestos.
«Asocian al empresariado con fuente de trabajo, mejor salario, mejor ambiente de trabajo, mejores beneficios y ayudas para los trabajadores (planes sociales). Pero también con lucro particular y acumulación de riqueza (esta asociación es positiva en este momento). Señalan que el empresario cuida de su negocio porque es de ellos, se ha avanzado de manera importante en los últimos años a presar del descrédito por parte del gobierno al hacer ver que la intención es generar lucro».
Indica igualmente que muchos entienden que debe existir una buena relación de cooperación entre gobierno y empresarios. Sin embargo, existe el convencimiento de que tal situación no es posible con al actual administración y que los jóvenes de menores ingresos socioeconómicos (clase C) afirman que apoyar al gobierno es darle oxígeno, por lo que los empresarios deben enfrentarlo.
Menor poder de compra
Entre las preocupaciones de los venezolanos sobre la crítica situación económica que vive el país, resalta la caída del poder adquisitivo. Afirman que el control de precios es sinónimo de escasez, desempleo y baja calidad de vida.
«La caída del poder adquisitivo es la principal preocupación de los venezolanos, sigue estando la preocupación de la escasez, pero domina el sentimiento de si ´puedo comprar o no el producto´».
En sus respuestas a la encuesta de Delphos, los venezolanos destacan que el principal responsable de la crisis económica de Venezuela es la actual administración de Nicolás Maduro. No obstante, resaltan que el gobierno de Hugo Chávez también ha sido corresponsable.
«Ha crecido esa conexión con el gobierno de Chávez, antes separaban las dos administraciones pero esto se ha ampliado y ya hacen conexión de los problemas del país con el gobierno de Chávez. El regalado lo sienten como una continuidad. Asocian a la mala administración, el regalar el petróleo, el control de precios, la corrupción y la incompetencia para asumir los problemas», señala Seijas.
Para algunos encuestados también la oposición es responsable (especialmente en las personas de menores ingresos) de los problemas. El que el gobierno y la oposición «no se pongan de acuerdo» sigue siendo el reclamo, al igual que las peleas internas de los partidos opositores y la desunión.
«La sociedad también es parte del problema, debido a la falta de solidaridad, conformismo, hogares que no transmiten valores a los hijos (…) Hay un sentimiento de vulnerabilidad, no saben a quién acudir, no hay referente en este sentido. Para algunos de alguna manera, esa sensación la otorgaban los Clap. Los jóvenes no visualizan un futuro estable en el país, quedarse no significa esperanza sino resignación».
Para los encuestados, la crisis se pudo evitar si no se hubiera acostumbrado a la población a los regalos, trabajando mas y siendo menos corruptos, con un pueblo mejor educado, evitando que se instalara el socialismo, estimulando la libre empresa, votando con mejor criterio y con un trabajo más acertado por parte de la oposición.