Venezuela pierde a Siria como aliado para sus «esporádicos» negocios de petróleo y diésel
Con la caída de Bashar Al Assad a comienzos de diciembre, su régimen perdió el control de la mayoría de sus campos petrolíferos. Ahora habrá que esperar cómo transcurren los acontecimientos y, si Siria recuperará su industria petrolera. La administración de Nicolás Maduro parece perder solo un aliado político, ya que el comercio bilateral no tendrá mayor afectación debido a los pocos avances para concretar los proyectos
Pasaron 18 años de una fuerte alianza entre Venezuela y Siria que comenzó en el gobierno de Hugo Chávez y continuó con la administración de Nicolás Maduro. Desde ese entonces se firmaron acuerdos de cooperación en economía, agricultura, turismo, ciencia, tecnología y petróleo, entre otras áreas; así como, para la construcción de una refinería en el país árabe con capacidad para procesar 140.000 barriles de crudo al día y que se esperaba fuera inaugurada en 2013.
De los convenios entre ambas naciones poco se sabe amparados en la confidencialidad de los negocios gobierno-gobierno. Sin embargo, la relación comercial pareciera no haber sido importante dado los pocos resultados conocidos.
Lo que sí es un hecho es que con la caída del régimen de Bashar Al Assad, la administración madurista pierde un aliado en esa región del mundo, muy cercano a Irán, con el cual al parecer se llegó a triangular las exportaciones petroleras de Venezuela, según fuentes del mercado energético.
Por otra parte, de acuerdo con una investigación de la agencia Bloomberg, Siria y Venezuela planearon evadir las sanciones internacionales contra la nación árabe a través de un acuerdo secreto para transportar su crudo a través de Rusia hasta el Caribe. «El plan (que tampoco llegó a ejecutarse) tenía como objetivo vender petróleo sirio con un gran descuento a Venezuela a través de una empresa rusa, que lo enviaba a Aruba para refinar y distribuir a estaciones de servicio en Estados Unidos y otros lugares, según docenas de correos electrónicos, documentos y entrevistas», destacó el medio en su reporte.
«Maduro ha buscado desesperadamente aumentar la exportación de petróleo, gasolina y gas a través de alianzas con países con los cuales no tenemos una tradición comercial, como en este caso, Irán y Siria. En varias oportunidades, a través de Irán se envió a Siria gasolina y diésel venezolano», dijo un experto petrolero que pidió no ser identificado.
Venezuela, Siria e Irán están sancionados por Estados Unidos y la Unión Europea, recuerda la fuente consultada. «Eso hizo que esta alianza se profundizará aún más con el pasar del tiempo», afirmó.
En al año 2006, Chávez viajó por primera vez a Damasco (hizo tres visitas) y en 2010, Asad visitó Venezuela donde se le otorgó una réplica de la espada del Libertador Simón Bolívar, lo cual fue muy cuestionado por la opinión pública venezolana quienes lo calificaban de ser un «dictador que no merecía tal distinción». Mientras que ambos gobernantes bautizaron este encuentro como el «eje de los valientes».
Con relación al área energética, Venezuela comenzó a enviar en 2011, barcos cargados de diésel hacia Siria, en respuesta a una solicitud del gobierno de Asad, ante las dificultades generadas por las sanciones y la guerra interna.
Siria bajó su producción de petróleo de 370.000 a menos de 9.000 barriles diarios, aproximadamente, debido a las sanciones, por lo que este país pasó a depender en gran medida de las importaciones de combustible de Irán. Las grandes petroleras en el país antes de las sanciones eran las internacionales Royal Dutch Shell y Total.
«Escasean los productos derivados del crudo y el país se ve obligado a importarlos. Las ventas de productos derivados a Siria aún está permitida, aunque la mayoría de los operadores se han abstenido de hacer negocios con Damasco. El Gobierno debió recurrir a la ayuda de su aliado estratégico Irán», destacó la agencia Reuters en un reporte publicado hace varios años.
Con la caída de Assad a comienzos de diciembre, su régimen perdió el control de la mayoría de sus campos petrolíferos a manos de grupos rebeldes, entre ellos el autoproclamado Estado Islámico y las fuerzas dirigidas por kurdos, destacaron medios internacionales.
Entre Maduro y Assad siguieron los acuerdos de cooperación política, ayuda humanitaria y apoyo militar, entre otros. Pero durante su mandato hubo negociaciones con el tema petrolero al sumarse la cooperación iraní. «Venezuela le enviaba mucho crudo a Irán como parte del trueque por condensados (diluyentes) y gasolina. Irán luego colocaba ese crudo venezolano en el mercado negro. Dado que Irán exportaba petróleo y productos a Siria, es posible que eso incluyera crudo venezolano, aunque no hay evidencias de ello», recalcó el experto petrolero Francisco Monaldi.
Lo último que se conoció en materia petrolera entre ambas naciones fue la presencia de Venezuela en la Exposición Internacional de Petróleo SyrPetro en Damasco en julio pasado, adonde asistieron representantes de la administración de Maduro y el embajador del país en Siria.
Mientras que en febrero de 2024, representantes del Centro Internacional de Inversión Productiva (CIIP) se reunieron con el embajador sirio en Venezuela, Kenan Zaher Al Deen, para «encaminar proyectos en materia de inversiones en los sectores productivos del país». Y en octubre, el embajador venezolano José Gregorio Biomorgi visitó la sede del gabinete sirio para un encuentro con el entonces Primer Ministro, Muhammad Ghazi Al-Jalali. «El propósito fue el de estrechar aún más las relaciones bilaterales», poniendo el foco en el tema económico, una vez más.
«Todo ello es una carta de intenciones, es poco lo que se pudo ejecutar, por lo que no generó resultados palpables en lo económico para Venezuela. La mayor alianza y el principal propósito de las relaciones Caracas-Damasco fue geopolítico y estratégico para luchar contra el mismo enemigo: Estados Unidos», afirmó la fuente consultada que prefirió su anonimato.
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Vuelo a Siria
Con el derrocamiento de Bashar Al Assad, el gobernante Nicolás Maduro espera que en Siria el pueblo «pueda encontrar un camino hacia la resolución pacífica de sus diferencias, sin la injerencia externa ni el uso de la violencia como mecanismo para abordar los conflictos políticos».
Exhortó a la comunidad internacional a promover soluciones que contribuyan a la paz, erradiquen la violencia y el terrorismo, y construyan vías de desarrollo integral en la nación árabe. «Estamos observando el desarrollo de circunstancias dolorosas para el pueblo de Siria», afirmó Maduro.
Y es que bajo su mandato, otros acuerdos parecen haber sido más efectivos. El vuelo de la empresa estatal Conviasa a la capital siria. Conviasa inauguró en mayo de 2023 sus vuelos regulares entre Caracas y Damasco, en lo que representa su regreso a ese país después de más de 10 años.
«Cumpliendo las instrucciones de nuestro presidente Nicolás Maduro, impulsando la expansión de nuestra línea aérea Conviasa, hoy llegamos a la conexión internacional número 12 con la ruta Caracas – Damasco», dijo en su momento Ramón Velásquez Araguayán, ministro para el Transporte y presidente de Conviasa.
Por cierto, el vuelo entre Caracas y Damasco triangula con Teherán (Irán), y operaba cada 15 días, repitiendo el esquema vigente en la actualidad con la capital iraní. En 2012 la estatal venezolana ya había operado una ruta similar entre las tres capitales, aunque la conexión a Damasco solo se realizó una vez. Ahora, un año y medio después, la página web de Conviasa vuelve a dejar de ofrecer este destino.
Del resto de los acuerdos económicos entre ambos países en agricultura y tecnología no hay mayor información. Según los organismos de comercio internacional, entre las principales importaciones de Siria con el mundo destacan el tabaco enrollado, poliacetales, harina de trigo, aceites de semillas y petróleo refinado.
En una nota publicada en 2021, el Ministerio de Comercio venezolano sostuvo un encuentro con el entonces embajador de Siria en el país y se invitó a los empresarios locales a concretar acuerdos. Se indicó que los rubros de interés entre ambas naciones para importar de Venezuela a Siria eran: café, cacao, harina, azúcar, arroz, plátano, mango, pulpa de frutas, cambur, atún, plástico y medicamentos, y a exportar desde Siria serían el aceite de oliva, aceituna, trigos, conservas, textiles, algodón e insumos médicos. Hasta la fecha, se desconoce si hubo intercambio con estos productos.
En 2022, última data conocida, Siria ocupó el número 146 en el ranking de países con importaciones totales. Sin embargo, no aparece la balanza comercial con Venezuela en la última década, quizás generada por la opacidad de la información oficial de la administración madurista o por el poco intercambio bilateral.
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