Y el teletrabajo qué, por David Somoza Mosquera
«El teletrabajo llegó para quedarse». Esa frase prácticamente se convirtió en un mantra a lo largo de la pandemia del covid-19 y mientras se regresaba a lo que se denominó la «nueva normalidad». Sin embargo, hoy la pregunta que está en el tapete es si está modalidad laboral sigue vigente.
Ciertamente la crisis sanitaria trajo consigo nuevas oportunidades para acelerar la transformación de los mercados laborales y una de ellas fue el teletrabajo, que revolucionó la forma de laborar y con el tiempo propició la implementación de otro modelo que ha contado con aceptación en el mundo de los negocios: el híbrido.
Sin embargo, a mediados del año pasado en un trabajo publicado en The Wall Street Journal, titulado “The Job Market for Remote Workers Is Shrinking”, se evidenciaba cómo el mercado laboral para los trabajadores remotos se estaba reduciendo.
Su autor, Ray A. Smith, aseguraba que después del aumento del trabajo remoto durante la pandemia cada vez menos empleadores sentían la necesidad de atraer talento con la promesa de trabajar desde casa.
De hecho, en ese entonces, los empleados decididos a conseguir un trabajo remoto se estaban topando con una pared a medida que las ofertas dentro de esa modalidad se volvían más escasas.
Así que la disminución en la oferta de trabajos remotos está marcando un cambio en la dinámica entre empleadores y empleados. Muchas empresas quieren a todo su personal en la oficina a tiempo completo, sean las razones que sean.
No obstante, la vigencia del teletrabajo también depende de la cultura laboral en cada país, tal y como lo revela Bloomberg Línea en un artículo publicado en enero de este año donde cita el reporte «El futuro del trabajo: Esquemas de trabajo en Latinoamérica», de la firma multinacional de servicios inmobiliarios JLL.
Lo primero que destaca el informe, basado en una encuesta realizada a cerca de 300 empresas en 13 países de América Latina sobre sus esquemas de trabajo, es que América Latina ahora figura como la región con menor adopción de trabajo remoto con una contribución de apenas 10%.
Esto podría atribuirse, advierte la firma, al «balance entre una arraigada cultura de trabajo presencial y soluciones acordes a los desafíos urbanos de las grandes ciudades latinoamericanas en materia de transporte público y cogestión vehicular».
En la región, agrega el reporte, 29% de las empresas apelan al esquema híbrido compuesto de dos días presenciales y tres remotos, siendo el más popular entre las organizaciones consultadas, especialmente aquellas con más de 750 empleados, multinacionales y compañías de los sectores financieros y seguros y de tecnología y telecomunicaciones.
Los resultados referidos a América Latina contratan con la realidad de Europa, Oriente Medio y África, en donde el trabajo remoto se sitúa en 29%, y el esquema presencial de 17%. Después están Oriente Medio y África, las regiones más fuertes en la adopción del trabajo remoto son Asia-Pacífico (25%) y Norteamérica (24%).
*Lea también: El dilema: confiar o no en la IA, por David Somoza Mosquera
En todo caso, aún no está del todo claro el peso que de ahora en adelante tendrá el teletrabajo en el mercado laboral o si se está desmoronando la premisa que se impuso durante la pandemia de que «llegó para quedarse».
Lo que sí es indiscutible es que en el entorno laboral es importante la autodisciplina, la responsabilidad y el compromiso, elementos básicos para que funcionen óptimamente los modelos de trabajo flexibles.
David Somoza Mosquera es especialista en temas de negocios y manejo de capital humano.
TalCual no se hace responsable por las opiniones emitidas por el autor de este artículo