Algo nuevo se está cocinando, por Miro Popić
Twitter: @miropopiceditor
Los árboles no nos dejan ver el bosque. La movida gastronómica que se expresa en una serie de restaurantes nuevos, no solo en Caracas sino también en las principales ciudades del país, ha sido objeto de críticas y lamentos sin gran justificación, especialmente en redes sociales donde no hay espacio para la reflexión. La verdadera pregunta en este caso no es cuántos nuevos locales han abierto y con qué tipo de propuestas, sino cuántos son los que van a sobrevivir o los que vamos a recordar en un futuro no tan lejano, tal vez dentro de un par de años.
El letargo emprendedor impuesto por la pandemia parece haber llegado a su fin, al menos en el campo gastronómico. Hay un nuevo impulso generador que supera el objetivo de poner a sonar la caja registradora de algún punto de venta y llega hasta la raíz misma de lo que se va a cocinar, con productores sembrando y criando, cocineros profesionales o aficionados procesando alimentos, acuciosos detectives persiguiendo viejas y nuevas recetas, enseñando y contando historias, en fin, anónimos comensales dándole sazón a lo que se está cocinando. Al final, tenemos que comer. Y si podemos hacerlo mejor, mejor todavía.
Esta movida gastronómica y culinaria es nacional. Emerge como hongos después de la lluvia y su efecto multiplicador luce indetenible donde quiera que uno vaya. Está creciendo un bosque frente a nosotros mismos y no nos percatamos de ello. Veamos.
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Este fin de semana en el estado Anzoátegui se celebra Lechería Gastronómica Food Festival, iniciativa que concilia diversos intereses del sector gastronómico y turístico para dar a conocer la diversidad alimentaria regional de una zona ignorada culinariamente hablando. Toda la riqueza gastronómica del oriente del país reunida en el corazón del municipio más pequeño de Venezuela, nacido originalmente como San José del Neverí, fundado el 29/9/1535, de apenas 12 kilómetros cuadrados, que está cumpliendo 487 años de fundado. Territorio cumanagoto bautizado luego como Lechería por la cría de chivos y chivas de Carmen Bustillos y Nicomedes Iriza, cuya leche se vendía en Barcelona a fines del siglo XIX. Allí estaremos acompañando a René Casale y todo su equipo, aprendiendo, escuchando y probando lo rico y bueno que allí se cocina, para luego contarlo.
El próximo viernes 14 de octubre se realiza en la isla de Margarita el Primer Congreso del Ají Margariteño, en el marco del Décimo Aniversario de festival Margarita Gastronómica, el movimiento impulsador de los valores alimentarios de la región insular que sirve de guía y ejemplo para otras iniciativas que han surgido por todo el país. Un esfuerzo colectivo liderado por el arquitecto Fernando Escorcia y un enorme y abnegado equipo que ha sabido surfear dificultades para seguir siempre adelante con esta propuesta integradora, cuyo objetivo es generar conocimiento de las bondades de la isla a partir de lo que se cultiva, pesca, cocina y come en su geografía. Un bello regalo sería que de una vez por todas las autoridades correspondientes decidieran otorgarle la Denominación de Origen a ese humilde capsicum propio de su terruño con el que identificamos todo lo que allí saboreamos. Es una tarea injustamente postergada que requiere solución inmediata. Hay razones ya explicadas que sustentan esta petición, si queremos que el ají margariteño siga existiendo y conservando sus propiedades dentro de su ecosistema que lo hace único e irrepetible. Allí estaremos para alzar la voz hasta que se logre su merecida identidad.
Del 10 al 14 de noviembre se realizará en Maracaibo una extensa jornada gastronómica con ferias de comida, charlas y ponencias, cenas dirigidas de gastronomía zuliana, etc., retomando iniciativas pasadas que ya es hora de concretar en los hechos. En Maracaibo se ha adelantado algo a nivel municipal con la feria del tequeño, la de los pastelitos, y otras que vendrán, siempre bajo el espíritu incluyente en pro del turismo y la gastronomía local como punto de atracción. Maracaibo y todo el Zulia tiene mucho que mostrar. De allí nos viene gran parte de lo que consumimos en otras regiones de Venezuela. Allí también estaremos para probar unas buenas mandocas y las infaltables arepas agüita’e sapo. Espero pronto cruzar el puente con un nudo en la garganta.
En Ciudad Guayana anuncian para el 18-20 de noviembre la IV edición del Salón Sarrapia Venezuela.
En materia de libros, el próximo miércoles 12 de octubre, en la Librería El Buscón, en el Centro Cultural Trasnocho, en Las Mercedes, en Caracas, es la presentación de Un bocado del mundo, del historiador y cocinero Juan Alonso Molina, editado por GastroEncuentro de Iván Sabatino Pizzolante. Una importante contribución regional para el conocimiento y divulgación de la cocina larense, donde estaremos dándole la bienvenida. A fines de noviembre, en la Feria del Libro que organiza la Universidad Católica Andrés Bello, se presentará un nuevo libro de Helena Ibarra dedicado a la cocina amazónica Cocina Extra-Ordinaria. Amazonas: La despensa inexplorada, una publicación de lujo que sorprenderá a los escépticos. Además, dentro de un par de meses, la UCAB abre su Escuela de Cocina.
Como vemos, el bosque de la gastronomía es enorme y se siembra con hechos concretos que van más allá de dos o tres restaurantes estrambóticos que no durarán mucho.
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Miro Popić es cocinólogo. Escritor de vinos y gastronomía.