Luis Britto García promete ser obediente, por Sebastián Boccanegra
El intelectual chavista Luis Britto García fue una de las personas que puso el grito en el cielo cuando conoció el contenido de la «Ley» antibloqueo que Nicolás Maduro entregó a la írrita Constituyente. Le veía muchas fallas, al igual que otros venezolanos identificados con la «revolución bolivariana».
Concentración de poder en manos del Ejecutivo; que pasaba por encima de leyes vigentes, lo cual solo se puede hacer creando una ley nueva o modificando la vigente; que acentuaría la falta de control en el manejo de los recursos públicos; entrega de la decisión sobre disputas entre el Estado y empresas privadas a manos extranjeras y, para colmo, violaba la Constitución, algo que el chavismo viene haciendo desde el primer día.
Pues bien, Britto fue entrevistado este domingo 11 de octubre por el ministro de Cultura Ernesto Villegas. En ese programa y ante la pregunta del entrevistador sobre si sus críticas habían sido acogidas en la versión finalmente aprobada, Britto dijo que los cambios fueron de forma no de fondo.
En cuanto a que las controversias fueran dirimidas en el exterior, algo que Villegas aseguró había sido eliminado, Britto -que se había estudiado a fondo el primer proyecto- aseguró no tener claro si lo que había analizado era el verdadero proyecto o no, por lo que no sabía si ese aspecto de dónde resolver las diferencias había estado alguna vez en el proyecto de Maduro.
Villegas quería que Britto le diera su bendición a la referida «Ley» y para ello le preguntó si no confiaba en el manejo que de la misma pudiera hacer Maduro. La respuesta fue indirecta, pero muy clara. Habló de Pdvsa, de que esa empresa hace 10 años producía 3,2 millones de barriles al día, hoy extrae el 10% de esa cifra, por lo que no hubo controles ni buen manejo. No lo dijo, pero todos sabemos que fue Maduro quien nombró a los presidentes y directivos de esa empresa, suya es también la responsabilidad en el desastre actual.
Para terminar, Villegas quiso saber si Britto iba a votar. La respuesta fue afirmativa y aclaró que aunque el voto era secreto no lo iba a ejercer a favor de ninguna opción de izquierda dentro de Venezuela, lo que quiere decir que esa Alianza Patriótica Revolucionaria, disidente de Maduro, no tendrá el voto de este personaje.
Todo lo anterior fue dicho después de que Britto afirmara que la «ley» estaba aprobada y, por lo tanto, había que acatarla. Sus observaciones no fueron tomadas en cuenta, su confianza en el manejo de Maduro es precario, pero la acatará. No se puede negar que Britto es disciplinado, perrunamente disciplinado. En resumen, cuando la «ley» sea aplicada y ninguno de los males corrija, sino todo lo contrario, Britto podrá decir que lo alertó, aunque la acató. ¿Se puede ser más cara e´tabla?