Maduro y Duque avivan conflicto bilateral en la búsqueda de ganancias políticas
El gobernante Nicolás Maduro y el presidente de Colombia Iván Duque, mantienen un conflicto bilateral y de micrófonos abiertos con un discurso de fuego cruzado. El investigador Ronal Rodríguez (Universidad del Rosario) señala que ambos mandatarios, aparentemente, no están interesados en la reapertura de la frontera ni en perder las posiciones duras, porque su enemistad aporta dividendos
El gobernante Nicolás Maduro y el presidente de Colombia, Iván Duque, mantienen un conflicto bilateral y de micrófonos abiertos con un discurso de fuego cruzado. Los enfrentamientos se agudizaron luego de que, en enero de 2019, Duque reconociera al presidente de la Asamblea Nacional (AN) de 2015, Juan Guaidó, como presidente encargado.
«Viene un escalamiento del conflicto de lado y lado, tanto del lado de Nicolás Maduro como el lado de Iván Duque. Los dos presidentes no están interesados, aparentemente, en la reapertura de la frontera y en perder las posiciones duras porque su enemistad, su enfrentamiento, es una las cartas políticas de cada uno, tanto para Maduro poner al presidente Duque como enemigo como para Duque que tiene una aversión personal contra él», enfatiza Ronal Rodríguez, investigador del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario, en Colombia.
El 20 de octubre, el presidente Duque fue enfático al decir que no piensa restablecer ninguna relación con el gobierno de Maduro, con lo que no dejó ninguna puerta abierta para una tregua diplomática ni de otra índole.
«Nosotros hemos dicho que, con todo el rigor, facilitaremos, como lo hemos venido haciendo, que el pueblo venezolano tenga acceso ante las carencias de Venezuela. Pero una cosa en la que no nos podemos equivocar es que lo que Colombia no va a hacer es reconocer a una dictadura oprobiosa, corrupta, narcotraficante», puntualizó el mandatario colombiano.
Las afirmaciones de Duque surgieron tras el anuncio del Parlamento oficialista de tender puentes con el Congreso del vecino país para el restablecimiento del intercambio bilateral. En medio de una rueda de prensa conjunta con el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken (durante su visita a Colombia), Duque reiteró que Bogotá, así como EE. UU. y una parte de la comunidad internacional, reconoce al Gobierno interino que encabeza Guaidó.
La AN chavista, presidida por Jorge Rodríguez, aprobó, el 21 de octubre, la creación de una comisión especial, que dirigirá Timoteo Zambrano, para gestionar con el Senado colombiano la reanudación de las relaciones bilaterales. Sin embargo, el día anterior, El presidente del Senado colombiano, Juan Diego Gómez, aclaró que no es facultad del Congreso avanzar con el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Colombia y Venezuela sino que eso corresponde al Poder Ejecutivo a través de la Cancillería.
«El Gobierno interino ha representado la resistencia democrática, que se le ha enfrentado a la brutalidad de ese régimen, y por eso nosotros no vamos a claudicar en la defensa de la Carta Democrática ni en los valores en los que creemos», reiteró Iván Duque.
El internacionalista Luis Daniel Álvarez puntualiza que tanto el gobernante venezolano como el mandatario colombiano sacan ventaja del endurecimiento de las tensiones.
«En Venezuela, usan el tema colombiano en aras de la construcción del nacionalismo, la idea de buscar un enemigo-objetivo que, no obstante, no es un tema de ahorita. Por ejemplo, los argentinos, en la dictadura militar, lo tuvieron con los ingleses; o en su momento Angola y Zaire», argumenta Álvarez.
Explica que se trata de un recurso que usan los gobiernos cuando no están estables, cuando hay situaciones internas endebles para tratar de aglutinar, de reunir, de establecer algún parámetro. «Pero, es un hecho retorico y, seguramente, habrá quien fomente un proceso para llevar a Iván Duque a cualquier instancia, pero es también un mecanismo para llamar la atención», aseguró.
Luis Daniel Álvarez apunta, asimismo, que, en el caso de Colombia, se está a las puertas de un proceso electoral y allí el tema venezolano está en la palestra, el aspecto migratorio, el asunto de los venezolanos que ingresan. “También es un tema de debate en ese escenario de gestión pública, por ejemplo, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López es también un caso emblemático de esto, cuando se mete en aprietos, empieza a hablar de los venezolanos y a culparlos para desviar la atención”, refiere.
Por su parte, el investigador Ronal Rodríguez, de la Universidad del Rosario, cree que ambos mandatarios recurren al conflicto para mantener «a las barras bravas». Refiere que, en el caso de Duque, se apela al sector más radical del Centro Democrático, su partido, mientras que, en el caso de Maduro, para apelar al sector chavista que, «aunque reducido», todavía queda en Venezuela.
Rodríguez advierte que el matiz de este relato no es un discurso que, realmente, sea recibido por ambas naciones. «Lo último que querían los colombianos es una guerra con Venezuela y tiendo a pensar que lo último que querrían los venezolanos sería una guerra con Colombia», asegura.
«¿Quién ha promovido esa conciencia xenofóbica de odio, de exclusión, que ha llevado al asesinato y desaparición de miles de venezolanos en Colombia? ¿Quién? El Estado colombiano, el señor Iván Duque, los paramilitares colombianos, la derecha colombiana en complicidad con la derecha extremista de Julio Borges, de Guaidó y Leopoldo López», aseveró Maduro el 14 de octubre.
Ese mismo día, Maduro ratificó que su gobierno denunciará a Duque ante la Corte Penal Internacional (CPI) por la «persecución» y el «exterminio» de los migrantes venezolanos. La acusación vino luego de culpar al mandatario colombiano por el homicidios de dos venezolanos en la población de Tibú, un niño de 12 años y un joven de 18,en el Norte de Santander, luego de que, presuntamente, intentaban robar un comercio, el 11 de octubre.
El fiscal general designado por la constituyente, Tarek William Saab, denunció, el 18 de octubre, que «una nueva matanza en Antioquia» dejó el saldo de tres venezolanos asesinados, pocos días después de la «ejecución» en el Tibú.
#MASACRE… una nueva matanza en Antioquia deja nuevo saldo de 3 #Venezolanos asesinados, ello a escasos días de la ejecución de 2 niños en el #Tibu: ante el #silencio complice internacional, avanza el #Exterminio de nuestros compatriotas en Colombia #VERGÜENZA pic.twitter.com/s07D3wEdq6
— Tarek William Saab (@TarekWiliamSaab) October 18, 2021
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Acusación contra Duque
El 20 de octubre, la vicepresidenta Delcy Rodríguez señaló que el gobierno envió una carta a la Oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, para que tome cartas sobre la supuesta promoción desde las autoridades de Colombia de actos como discriminación, odio y xenofobia.
Para Ronald Rodríguez, algunas de las acusaciones que se han hecho carecen de sentido. El investigador de la Universidad del Rosario indica que, aunque la acusación de genocidio contra Duque no tiene ni pies ni cabeza, no deja de esconder que subyace un problema. En ese sentido, reconoce que sí se viene presentando un importante crecimiento de venezolanos fallecidos en Colombia en el marco de situaciones criminales.
«Si hay un alto número de homicidios de venezolanos en Colombia, no se puede acusar agentes del Estado, puntualmente, sino a las dinámicas de la población venezolana ha llegado un país en conflicto. Eso tiene una particularidad porque la estructura del Estado colombiano nunca habíamos pensado cómo se manejaría a una población extranjera en el marco del conflicto», explica Ronald Rodríguez.
Añade que no existen canales reales de atención a las víctimas venezolanas. Sin embargo, el investigador cree que el gobierno de Maduro busca instrumentalizar la situación.
Duque y Maduro en el blanco
Según el internacionalista Luis Daniel Álvarez, existen pocas probabilidades de que prospere la eventual denuncia de Venezuela contra Duque ante la CPI. Califica el anuncio del gobierno de Maduro como un aviso propagandístico.
«Mandarán a alguna delegación a que presente pruebas, pero una cosa es presentar la denuncia y otra más compleja es que eso siga sus caminos. Lo van a presentar como una propaganda y, en caso de que no acepten, como es lo más probable, van a decir que todo es una componenda porque es un tema discursivo», aseguró.
En medio de un aluvión de denuncias contra el presidente colombiano, sobre Duque también recayó, el 21 de septiembre de este año, la supuesta responsabilidad de «orquestar maniobras de desestabilización con apoyo de la Casa Blanca» y actuar «contra el proceso de diálogo que se efectúa en México».
Maduro aseguró que el presidente de la Asamblea Nacional oficialista, Jorge Rodríguez, tenía las pruebas del plan conspirativo. Como réplica, el presidente colombiano destacó, el 22 de septiembre, que la negociación en México, ahora suspendida, daba algunas esperanzas, “pero no nos permiten ser ingenuos».
Duque advirtió entonces que «el único desenlace efectivo de ese encuentro en México es la convocatoria cuanto antes de una elección presidencial libre, transparente y con una minuciosa observación electoral».
Ese fue uno de los tantos episodios del conflicto bilateral en un momento en que no hay relaciones diplomáticas ni consulares ni se ha abierto ningún canal de coordinación entre Maduro y Duque.
En febrero de 2020, la oferta del gobernante Maduro de reanudar relaciones consulares con Colombia quedó en el limbo después de que el presidente Duque dio al traste con lo que definió como chantaje. La propuesta de Maduro fue presentada sobre la mesa después de la captura de la congresista Aída Merlano en territorio venezolano. La parlamentaria se fugó de una cárcel de su país tras ser acusada de fraude electoral.
Reapertura en veremos
Ronal Rodríguez, investigador del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario, en Colombia, insiste en que tanto Maduro como Duque no están ganados a la idea de la reapertura de la frontera común.
«Abrir la frontera demostraría algún tipo de debilidad en las posiciones de los presidentes y rompería un poco el statu quo que han logrado en el cual ellos sacan beneficio al mostrar al adversario como su gran enemigo. Obviamente, esto es contrapuesto contra la intencionalidad que tiene la población en la zona de frontera, la sociedad civil y los gremios que ya están un poco cansados de lado y lado de que Bogotá y Caracas obstaculicen el proceso de la apertura de frontera», indica.
«Entonces, estamos ante una situación en la cual la región fronteriza Táchira y el Norte de Santander tiene una posición y los gobiernos centrales tienen otra. Obviamente, hay actores que buscan instrumentalizar la del lado venezolano, el protector Freddy Bernal trata de sacar provecho político de ello y una de las preguntas que nos hacíamos desde Colombia es que la necesidad de la apertura de la frontera va más allá del mismo cálculo político que él puede hacer», subraya.
El 7 viernes de octubre, Bernal, protector y candidato a la gobernación de Táchira por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), expresó que «para que se dé la reapertura comercial tienen que ponerse de acuerdo las autoridades de Venezuela y Colombia. Estábamos dispuestos a comenzar la circulación de mercancía este viernes, pero por lo que veo no se va a poder porque tiene que haber una coordinación”.
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Ronal Rodríguez destaca que, una vez se reabra la frontera, será muy difícil cerrarla. Para el investigador de la Universidad del Rosario ha sido llamativo el trabajo en la frontera de la sociedad civil, tanto de las organizaciones que vienen atendiendo los fenómenos como las que atienden víctimas, que conocen lo que está pasando con el tema de movilidad humana en la región.
«Saben cómo están mentalizados los actores de la criminalidad y los actores económicos que ven cómo toda la riqueza termina en manos de organizaciones criminales, cuando podrían hacer riqueza que se podría mantener dentro del marco de la legalidad. Hay actores criminales que aprovechan las circunstancias, pero incluso algunos actores criminales a los cuales la dinámica de la frontera cerrada les complejiza sus operaciones”, señala.
Rodríguez explica que son muchos los intereses cruzados. Cree que pesan más los intereses de la sociedad civil de los gremios de lado y lado y de los gobiernos locales que los de la criminalidad.
«Lamentablemente, la frontera entre Colombia y Venezuela se ha convertido en uno de los puntos de mayor recaudo de organizaciones criminales que se dedican a narcotráfico, al contrabando, y al tráfico de armas. Pero con la actual situación también se dedican al tráfico de personas y a la trata de personas, negocios que suelen ser muy rentables. Obviamente, ellos se verían afectados y pueden estar ejerciendo algún tipo de presión para que no se rompa el estatus quo«, refiere.
Diversos actores de la sociedad civil, tanto de Colombia como de Venezuela, publicaron un escrito, el 14 de octubre, en el que destacaron la urgencia de dar la señal para la total y definitiva reapertura de los pasos fronterizos. Gremios empresariales, cámaras de comercio, gobiernos locales, académicos, y representantes de la sociedad civil aseguraron que significaría el primer paso de una serie de medidas para poner punto final a la crisis generada tras los impases entre los gobiernos de Duque y Maduro.
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«La crisis política de Venezuela, la tensión entre Miraflores y La Casa de Nariño, la ruptura de relaciones diplomáticas y consulares, el cierre de pasos fronterizos formales entre dos países hermanos, generan un sinfín de problemas que afectan directamente a los pobladores, a los comerciantes, a los ciudadanos de un país que viven en el vecino, así como a población fronteriza que tiene una condición binacional dada por sus lazos étnicos, familiares y otros factores», señalaron en el comunicado.
Guerra a los «Tancol»
El 30 de septiembre de este año, en un acto por el XVI aniversario del Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional (Ceofan), Maduro denunció que «la oligarquía colombiana tiene como propósito infiltrar en nuestro país a grupos terroristas, narcotraficantes armados, los cuales son conocidos como Tancol».
Según la explicación de Maduro, estos grupos armados no son guerrillas ni seudoguerrillas ni paramilitares. «Los Tancol se han infiltrado poco a poco en territorio venezolano. Pido a toda la fuerza militar de Venezuela, a los jefes militares, declararle la guerra a los Tancol, ir por ellos y sacarlos del país, capturarlos, y juzgarlos», enfatizó.
El 20 de octubre, el jefe del Ceofan, general en Jefe Domingo Hernández Lárez, dijo que la Fuerza Armada «continúa acertando duros golpes contra el narcotráfico y los Tancol quienes intentan por todos los medios ingresar a territorio venezolano su producción de cocaína en el eje transfronterizo».
#MiliciaBolivariana#PieDeLucha@NicolasMaduro@vladimirpadrino@dhernandezlarez@libertad003@PrensaFANB@zamora_434#FuerzaDinamica#ChavismoVictoriaPerfecta#VacunarseDependeDeTi#PuebloQueProduceYVence
En la patria de Bolívar y Chávez no hay cabida para los tancol! https://t.co/FDfPf6FVCc— La Torre (@LaTorre4_) October 21, 2021
El militar señaló que, por órdenes de Maduro, la FAN se mantiene desplegada para erradicar cualquier intento de los Tancol de ocupar territorio Venezolano para el cultivo de sus plantaciones de drogas.
«No veo asidero sobre las afirmaciones de Maduro de que en Venezuela hay grupos terroristas y que se envían desde Colombia. La opacidad y el secreto hace difícil que uno realmente pueda tener una idea de lo que realmente está sucediendo. Creo que, en primer lugar, tanto del lado de Duque como del de Maduro, la palabra terrorismo se utiliza con mucha frecuencia y sin unas bases sólidas. Para cualquiera de los dos, emplear eso de grupos terroristas le sirve para su discurso político», asevera Francine Jácome, directora ejecutiva del Instituto Venezolano de Estudios Sociales y Políticos.
Jácome destaca que, según el lenguaje de Maduro, el gobernante no se está refiriendo ni a las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) ni al Ejército de Liberación Nacional (ELN). Puntualiza que hay investigaciones de organizaciones como InsigthCrime y de FundaRedes que registran la presencia de grupos irregulares en el país.
La analista subraya que, si son ciertos los señalamientos de Maduro sobre los Tancol, lo racional es ver más acciones para tratar de erradicar a esos grupos. Sin embargo, acota que, hasta ahora, prevalece más el discurso de confrontación.
«Las acusaciones de narcotráfico son similares desde Venezuela hacia Colombia y viceversa», añade. Francine Jácome recuerda que, por razones geopolíticas, el enfrentamiento con Colombia ha formado parte siempre de las hipótesis de conflicto de la organización castrense, pero Maduro, en su pugna con el gobierno de Colombia, le ha dado a la FAN un carácter de actor político en el ámbito internacional.
En medio de la diatriba con Colombia, el gobernante Nicolás Maduro ordenó realizar ejercicios militares de forma sorpresiva. El 1 de octubre, Maduro instruyó a la FAN: «Todo el mundo debe estar alerta para probar la capacidad de movilización, despliegue combativo de los cuatro componentes y la capacidad para activar de manera inmediata a la milicia nacional, a nivel de todos los pueblos y ciudades del país para la defensa territorial».
Un general del Ejército consultado para este trabajo, y que solicitó a TalCual reservar su nombre, dice que los tiempos no dan para unos ejercicios como los anunciados por el gobernante porque la Fuerza Armada está imbuida en el Plan República para las elecciones regionales.
«El Plan República tiene tres fases, la primera es la del reconocimiento. Esto implica que los comandantes visitan los centros electorales, obtienen información, conocen la normativa electoral y se analiza el número de hombres según los centros de votación. Se da desde la convocatoria para los comicios hasta ocho días antes de las elecciones. Luego, viene la fase de entrenamiento para el proceso y la puesta en marcha de la operación», indica el militar.
El oficial también refiere las limitaciones de recursos para el despliegue militar que conllevan los ejercicios. Destaca que desde la llegada del general en jefe Vladimir Padrino López al CEO, y luego bajo el mando del almirante Remigio Ceballos Ichaso, generalmente, los ejercicios castrenses se realizan en dos momentos, en el primer trimestre y entre septiembre y octubre de cada año.
Pese a la señalada naturaleza sorpresiva de los ejercicios ordenados por Maduro, el jueves 21 de octubre, el Ceofan informó, mediante Twitter, que la FAN alista los Ejercicios Militares de Acción Conjunta-Integral y Unificada Escudo Bolivariano «Bicentenario de Carabobo 2021» a realizarse en todo el territorio nacional para defender la soberanía de la Patria.
🚨#ATENCIÓN || La #FANB prepara despliegue en todo el espacio geográfico y aeroespacial de la Nación, para los Ejercicios Militares de Acción Conjunta-Integral y Unificada Escudo Bolivariano "Bicentenario de Carabobo 2021". ¡VENCEREMOS! pic.twitter.com/teh9WLW2cW
— CEOFANB (@libertad003) October 21, 2021
Tras el conflicto con la guerrilla en el Alto Apure, que comenzó a agudizarse en marzo de este año, las actuaciones operativas de la FAN resultaron cuestionadas. En ese sentido, el Frente Institucional Militar (FIM) advirtió, en su momento, que la actuación castrense que estuvo signada por la opacidad y lució plagada de muchos vicios e inconsistencias con los principios del arte de la guerra que son los más adecuados para que la acción: «Sea en guerras regulares, asimétricas, irregulares, y tenga altas probabilidades de producir éxito y victoria sobre el enemigo»
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